Better Than Words ☾Muke

Dos

"You say I'm the only one on your mind
Well, how 'bout all them other girls?
That you've been lookin' at online
It's like you're in another world"

Porn Star – Maty Noyes

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Luke sabía que no tenia que esperar una maldita resaca como sus otros compañeros, pero no contó con no poder dormir nada en toda noche. Literalmente, estuvo fuera de su cama mucho antes que alarma sonara.

Luego de una necesitada ducha acabo en la cocina de la gran casa que tenía. En esta se encontraba nada menos que su esposa, preparando como de costumbre el desayuno antes de ir a trabajar. Su cabello estaba envuelto en un desordenado moño, dejando los cabellos negros caer delicadamente sobre su rostro. Aun no se había arreglado.

Posiblemente, hace unos años, hubiera abrazado a la mujer por la cintura mientras freía el tocino, mientras susurraba lo linda que se veía. Pero varias cosas habían cambiado en estos tres años de su matrimonio.

El plato con tocino y huevos revueltos estuvo frente suyo en el momento que se tomó asiento para que pasara a sentarse la morena a su lado con otro plato frente a ella.

—¿A que hora llegaste ayer? —pregunto casualmente la morena, mientras ponía su comida en el tenedor de metal.

—¿Tarde? Creo que pasada la media noche. Sabes como es el señor Ross cuando firma un contrato nuevo —Silvia asintió, posiblemente acostumbrada a aquello —. ¿Harás algo hoy?

—Es viernes, sabes que tengo que quedarme mas tarde en oficina. ¿Por qué? ¿Tenías planes? —pregunto suavemente la morena, aun sin mirar al rubio a los ojos, mas concentrada en su comida.

—Vi esta nueva película de superhéroes que iba a estrenar, y de verdad quería-

—Luke, sabes que cuando veo esas películas yo paro haciendo preguntas y tú te molestas por interrumpirte. Además, no soy fan de Flash-

—Spiderman. Ya te dije que Marvel y Dc son dos universos diferentes —corrigió el rubio, haciendo reír ligeramente a la mujer —. Sí, esta bien. Le diré a alguno de los chicos de la oficina.

—Está bien, supongo que te veo en la noche. Suerte en el trabajo —aquellas fueron las últimas palabras de la mujer para después ponerse de pie. Dejo un beso en la cabeza de Luke, como de costumbre y desapareció por las escaleras a terminar de arreglarse.

Aquella era una rutina entre ambos. Luke no sabia ni porque se esforzó esta vez. Estaba seguro de que no había nada que pudiera hacer para salvar su aburrido matrimonio. Pero no todo fue así siempre.

En un comienzo las cosas eran diferentes. Había bastantes salidas, fiestas, momentos románticos. Pero eso fue hace dos años, después de casarse. Muy pronto todo se volvió una rutina. Luke solo paraba enfocado en el trabajo, escusándose en aquello para descuidar su matrimonio.

Siempre supo que algo faltaba, pero jamás lo descubrió. Silvia era una dulce mujer, era la persona perfecta para él. Era sociable, linda, amable y siempre tenia esa tranquilizadora sonrisa en el rostro. La misma que logro calmarlo hace años cuando le dio ansiedad por no haber podido terminar un proyecto a tiempo.

No era la culpa de ella. Tal vez era de ambos. Tal vez estaban demasiado acostumbrados a aquella rutina como para hacer algo por su matrimonio. Tal vez les gustaba vivir en esa pequeña burbuja que habían creado, fingiendo un matrimonio perfecto.

Un suspiro no pudo evitar salir de sus labios en el momento que se metió a su auto. Sus dedos se movían al ritmo de alguna de las canciones que sonaban de fondo en la radio, intentando distraerlo, pero ahora mismo eso no funcionaba. Su mente estaba en otro lado.