Cinco

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"When we thought that we couldn't get higher
Things started looking down
I look at you and you look at me
Like nothing but strangers now
Two kids with their hearts on fire
Don't let it burn us out
Think about what you believe in now
Am I someone you cannot live without?
'Cause I know I don't wanna live without you"

Call You Mine - The Chainsmokers, Bebe Rexha

•••

Michael se encontraba con la mirada fija en sus sucias uñas, llenas de pintura amarilla con celeste. Hubo varias veces en las que sus "compañeros de trabajo" decían que no era nada atractivo llevar manchas de pintura en las uñas para los clientes, pero jamás le importo. Siempre tuvo las uñas manchadas de pintura desde que tiene memoria.

Aun recuerda cuando su madre revisaba sus manos antes de cenar, verificando que ni un rastro de pintura quedara en ellas. También recuerda su cálida sonrisa cada vez que veía un nuevo cuadro colgado en su cuarto. Jamás creyó que extrañaría tanto aquellos pequeños detalles.

Ahora estaba solo.

Su mirada fue hacia la ventana al darse cuenta de que las calles de volvían mas iluminadas a medida que iban avanzando. Las casas eran mas grandes, los restaurantes más lujosos y los edificios gigantescos. Intento no soltar un bufido ante la ironía.

¿Acaso Luke quería restregarle su nuevo estilo de vida?

Creyó que ya era demasiado claro quien había fracasado en este juego de la vida en el momento que entre a aquella habitación del prostíbulo en el que trabajaba.

Intento ignorar aquel pensamiento, porque se trataba de Luke. La misma persona que era demasiado torpe y se tropezaba con sus propias piernas, el mismo chico que aguanto todos sus berrinches cuando una pintura no le salía como esperaba y su primer amor.

Acá estaba Luke, después de ocho años, corriendo a su llamado, haciendo que de nuevo su corazón latiera sin control. Se sentía un maldito adolescente de nuevo.

—¿Michael? —su mirada fue rápidamente hacia el rubio, rogando porque la calentura en sus mejillas no las tiñese de algún color —. Ya llegamos, puedes ir entrando, yo me encargo de tus cosas.

No tuvo tiempo de protestar (como la primera vez, en la que Luke cargo sus cosas), ya que el rubio ya había bajado de la camioneta. Salió del gran auto, para encontrarse con un maldito rascacielos (o bueno, el edifico mas alto que hasta ahora había visto en persona).

Supuso que habían más de quince pisos en aquel lugar. Era color crema, con un decorado estilo griego, gracias a las columnas y las estatuas de afuera. Había dos fuentes a cada lado de la gigantesca puerta principal. El nombre del hotel estaba escrito en lo que supuso que era griego, por lo que no se tomo la molestia de siquiera leerlo.

Dando pasos algo tímidos, gracias a la impotencia del edificio, llego a la entrada. Un hombre en traje le abrió la puerta mientras lo saludaba. Antes que pudiera responder sus ojos se quedaron cautivados con el hermoso lobby. La alfombra roja resaltaba en las paredes del mismo color que el edifico, los muebles eran de un hermoso acabado de madera y había más estatuas decorando el lugar.

Se acerco hasta la recepción, donde una joven mujer se encontraba mirando la pantalla de la computara. Al aclarar su garganta la mujer lo miro. Sus pequeños ojos marrones no tardaron en examinarlo con la mirada, desde su colorido cabello, hasta sus viejas ropas, para finalmente detenerse en el pequeño animal en sus brazos.

—¿Tiene reservación? Además, debo decirle que solo se permiten animales si tienen todas las vacunas requeridas, ¿me permite su cartilla de la veterinaria? —dijo la mujer, con una voz bastante tosca. Michael blanqueo los ojos.

Better Than Words ☾MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora