La castaña sostenía con fuerza la mano de aquella joven que no hacía más de tres horas había conocido, sus ojos verde esmeralda estaban teñidos de un ligero rojizo debido al llanto, para Natalia ver a la chica en esa posición le estrujaba el corazón, no importaba que fuese una "desconocida" su dolor tan vívido había puesto a la castaña al borde del llanto, aquello era más que sabido para los dos oficiales que realizaban el interrogatorio en aquella habitación de hospital. Natalia deseaba que esa tortura para la chica parara, para ella ese no era el momento, o bueno eso le decía su noble corazón.
Cinco Horas antes:
La castaña caminaba inquieta por los blancos pasillos del establecimiento, si bien había logrado que la intachable rectora del prestigioso colegio los Nogales le permitiera entrar como "Suplente de la profesora de canto y teatro", por lo mismo ahora caminada como Nadia Ocampo, una joven profesora de canto, pero cantar no le hacía mucha gracia a la muchacha, pero sabía que no tenia de otra, tenía que ganarse la confianza de Angela Olarte de alguna forma ese mismo dia, asi no tendria que volver al siguiente dia.
Primera clase: Natalia sentía que la mirada de todos en aquel auditorio estaba sobre ella, en aquel momento se regañaba por haber colgado el uniforme y estar vestida de civil, no sabia que hacer, o bueno quizás, eso era lo bueno, su mejor amiga estudiaba canto y sabía gran parte de la técnica y notas, sin mencionar que su voz era arte en su máxima expresión, pero cantar frente a esos chicos o guiarlos la aterraba. Por suerte una chica de unos quince años, alta, morena, ojos azules con pigmentos verdes se acercó como si de un salvavidas se tratase le susurro.
—Estamos preparando un musical.—La chica le sonrió con dulzura. —Hoy nos toca hacer las audiciones.
—¡Gracias! Me salvaste la vida.
La joven volvió a su lugar con una sonrisa. Natalia había sido bendecida con el don para hacerse amar, no existía nadie en sus cinco sentidos que lograra evitarlo, tal vez tenía que ver con su sonrisa, su mirada, su esencia tan pura y angelical. Así la primera clase pasó sin muchos contratiempos, las clases siguientes fueron mucho menos intimidantes, ahora aquella castaña parecía una docente con todas las letras, hasta que llegó el momento que más la asustaba.
—Profesora ¿puede cantar? —El salón quedó en silencio, aquella petición tenía una doble intención. Primero: Escuchar la voz de aquella linda suplente y segundo: ridiculizar a la suplente. Y no tenía que ver con la castaña, era una costumbre entre los estudiantes y por mas simpatica que fuera la "suplente" costumbres son costumbres.
—Yo no canto jóvenes.—Aquello era una total mentira, pues la voz de aquella mujer se comparaba con el canto de una sirena.
—Pero eso no es posible.—El chico hizo una pausa y miró a todo, luego volvió a fijar sus ojos en Natalia.—Es la profesora de canto.—Todos en aquel salón asintieron, la castaña era consciente que no tenía otra salida, los alumnos estaban listos con sus bolas de papel y la cámara para grabar aquella broma, pero encuanto la voz de la chica llegó a sus oídos la broma quedó en el olvido.
Cómo explicar
La magia que tiene su
Manera de enamorar
Tan bella
Me estimula su calor
Su forma de caminar
Sensual hacia mi
Déjate llevar
Por la música que incita
ESTÁS LEYENDO
Ahora que te encontré - (Ventino) [Naca]
FanfictionUn secuestro, una misión y la mejor perito y rescatista de Bogotá, un sinfín de sucesos que devolvió a Natalia Afanador a los brazos de su amor. Una historia del presente con igual parte de pasado, porque ninguna de ellas se ha superado, la pregun...