•Capítulo 16 "Nos encontramos de nuevo"•

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—¿Debe ser justo ahora Lea? —pregunté fastidiada. No me gusta cuando interrumpen mi momento de lectura, justo ahora leía un buen libro hasta que Lea sale con que debemos ir al centro comercial y demás tiendas para verificar si mi vestido está listo, el traje de Sehun, los vestidos que usarán las damas, los regalos que les daremos a los invitados al final del día y ya para finalizar los ramos que llevarán tanto las damas como yo.
—Si, debe ser ahora mi niña. Así que levántate —me quitó el libro de las manos cerrándolo en el proceso.
—¡Oye! Ni siquiera me dejaste poner un marca páginas ahora no sabré donde iba —bufé cruzándome de brazos.
—Pues perdón, pero es importante todo lo que debemos hacer este día. Anda, deja de resongar y vámonos, entre más pronto terminemos más rápido volveras a tu lectura —hizo que me pusiera de pie mientras ella iba a mis espaldas por si me regresaba.
—Está bien —tomé unos lentes de sol ya que estaba demasiado fuerte, apenas son las 2:00 de la tarde y el sol está en su punto.

Salimos de casa acompañadas por mi tía Linn quien todo el tiempo estuvo sentada en mi sofá viendo como alegaba con Lea riendo en algunas ocasiones. Entrelace mis brazos con los de ellas quedando yo en medio, ya estábamos en la calle Myeongdong. Había demasiadas tiendas de maquillaje, ropa, calzado, restaurantes de comida, etc. Sería un día ajetreado.

—¿A dónde iremos primero mi comandanta? —le pregunté a Lea bromeando.
—Tu vestido, eso es más importante ya luego veré con que continuamos —respondió decidida y caminó en dirección a la tienda de vestidos.
—Buenas tardes, señoritas ¿en qué puedo servirles? —preguntó una señora como de unos 33 años,  era quién atendía todo.
—Buenas tardes —saludamos las tres haciendo una reverencia.
—Venimos a revisar si el vestido de la señorita ya está terminado o si le falta algo, lo encargamos hace un mes y medio —la señora se nos quedó viendo para reconocernos tardó unos minutos en hacerlo.
—Si claro, acompáñenme por favor —nos guió hasta un pasillo donde estaba un cuarto, de esos donde hay sillones para que esperes, te dan bocadillos incluso. Un enorme hueco yacía justo en el centro con una plataforma para no ensuciar el vestido, a su lado izquierdo un espejo de cuerpo completo colgaba. —Señorita, sígame —se dirigió a mí, alce la mirada pues ya estaba cómodamente sentada. Asentí y la seguí.

Entramos a otro cuarto donde todos los vestidos estaban, me guió hasta donde tenían el mío, pedido especial. Cuando lo vi, la señora tuvo que sostenerme del brazo.

—¿Se encuentra bien, señorita? Pareciera que vio un fantasma —preguntó con preocupación. —¿No le gusta? Es justo como usted pidió, si gusta podemos cambiar algo... —comenzó a decir.
—No, no, esta bien —dije agradeciendo el gesto anterior. —Es sólo que me quedé sin palabras, el vestido esta bellísimo, me encanta ¿puedo? —pregunté si era posible usarlo, para ver si estaba a mi medida.
—Por supuesto, es suyo —respondió con una sonrisa. Entre ella y otras dos chicas más me ayudaron a ponerlo.
—¡Mi niña sal ya! ¡Queremos ver como te quedó! —gritaba Lea con emoción.

Salí por el hueco que mencioné antes, con la cabeza baja y caminando despacio, iba descalza. Levanté mi cabeza para toparme con las expresiones artísticas de mis acompañantes.

—¿Como me veo? ¿Bien o mal? ¿Debo cambiarlo? —pregunté para sacarlas del trance en el que habían entrado al verme.
Ellas negaron al instante, hice un gesto como diciendo "¿No, que?
—¡Hermosa, te vez preciosa! —habló mi tía Linn a la vez que aplaudía.
—¡Si, estás divina! —la apoyó Lea asintiendo.

Me giré al espejo para verme y tenían razón. Me veo...bonita, me siento bonita. El vestido era el indicado, pues lo había pedido al estilo griego, era a los hombros por lo que éstos se ven con claridad, la tela era satín en color blanco obviamente llegando hasta los pies, lo escogí largo y sin detalles más que sólo en los hombros donde un encaje de florecitas sencillas se unían unas con otras alrededor, en la espalda colgaba una tela más delgada formando una capa la cual cubría parte de mis brazos de igual manera era larga por lo que simulaba la cola del vestido mucho más larga que la que de verdad tenía. Era perfecto.

Always & Forever [Blood Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora