° Capítulo 61 "Contigo" °

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Narra _____.

Anteriormente Sehun me había comentado que mi hermana Aria se había llevado a mi pequeña y que la traería a las 8:00 o antes si podía. Cuando nosotros llegamos a este maravilloso mundo de nuevo, faltan aproximadamente unas tres horas para dicho momento; a medio camino mi cuerpo no podía más, se me dificultaba caminar; mis acompañantes se dieron cuenta por lo que unos metros atrás cada uno llevaba uno de mis brazos en sus hombros quedando yo en medio casi colgando. Supongo que debe ser por la resurrección, es sólo mientras mi sistema vuelve a bombear sangre como se debe; es cuestión de tiempo. O eso espero.

—Chicos...—llamé su atención. Ambos me respondieron con un "Mhm" por lo que continúe hablando. —Honestamente, creo que esta idea no está funcionando.
—¿Por qué lo dices? Ya falta poco —respondió Dorian sin mirarme.
—Si, pero es incómodo. Tal vez para ustedes no, pero créeme que para mí lo es, no voy para nada cómoda —confesé suspirando.

De pronto Sehun dejó de caminar provocando que tanto Dorian como yo nos detuvieramos.

—Tu tía tiene razón, sobrino. Para ella no es cómodo, mejor cambiemos. —aseguró.
—Esta bien, pero co...—justo a mitad de la frase que Dorian no finalizó, mi adorable esposo me cargó como princesa. No me quedo más opción que pasar ambos brazos por detrás de su nuca. Sus manos sostenían con fuerza mi cintura y mis piernas.
—¿Así está mejor, cielo? —esta vez volteó a verme. No puedo describir la manera en que me vio pero sé que me ruborice como tomate. Tal como en los viejos tiempos, aquellos en los que recién empezamos a salir.
—No te hubieras molestado p..pero s..si está b.bien —tropecé con las palabras sumamente nerviosa.
Dorian como buen sobrino (nótese mi sarcasmo) comenzó a burlarse de mí. —¿Tía, estás bien? ¡Estás roja como tomate! —lo último casi lo gritó soltando una risita de burla claramente. —¡Te vez súper graciosa!.
—¡Yah, no me molestes niño! —dije apenada mientras escondía mi rostro en Sehun, en el hueco que se forma entre su cuello y su pecho. Escuché como mi esposo se reía de mí.
—¡Oye, me haces cosquillas! —mi nariz rozaba su cuello por lo que le causaba cosquillas.
—¡Dejen de molestarme y caminen ya! —dije a modo de orden sin dejar mi escondite.
—¡Sí, capitana! —dijeron ambos.

Varios metros más...

Llegamos a la casa luego de unos 15 minutos. Antes de llegar a la puerta Dorian se despidió, diciendo que debía ir con sus padres antes de que sospecharán algo; no sin antes darme un beso en la mejilla y abrazarme por tercera vez, dijo que le alegraba muchísimo el tenerme de vuelta y que todo haya salido de acuerdo al plan, que ansiaba contárselo a los demás miembros de la familia.

—¡Bienvenida a casa, amor mío! —con mi ayuda pudimos abrir la puerta de la entrada ya que Sehun llevaba ocupadas ambas manos conmigo obviamente. Me dejó suavemente en el piso sin retirar su mano de mi cintura.
—Te extrañé hogar dulce hogar —solté un suspiro de alivio.
—¿Solo la casa extrañaste? —decidí gastarle una pequeña broma a mi esposo. Asentí a su pregunta. —¿Y nosotros que? —dijo ofendido el muchacho.
—Mhm, a Yeon Seo y Akira las extrañé muchísimo. Ah, y mis hermanos, mi tía Linn y Lea también ¿Me falta alguien?—pregunté divertida. Para entonces ya me había dado vuelta quedando frente a frente.
—No lo sé, tú dime —Sehun pasó sus brazos por mi espalda baja reduciendo los pocos centímetros que nos separaban. —Alguien que te ama con toda su existencia, te adora, te respeta, que eres su mundo, su razón de vivir y...—se detuvo para inclinarse cerca de mi oído y decir: —... te hace gritar  por las noches.
Le di un manazo en el pecho mientras reía. —¡Óigame, respete! Tengo esposo y una hija, gracias.
—¿Y...no quiere otro? —continuó con su atrevimiento. Pero ¿este quién es y dónde está mi Sehun? —Con gusto puedo hacerle otro hijo, me hago responsable —y justo ahí ambos soltamos la carcajada que estábamos reteniendo.
—Te pasaste con eso, amor. Jajaja perdón no pude evitar reírme —seguía riéndome de sus ocurrencias. Pero no estaba sola, él también reía.
—Lo sé, exageré un poquito aunque la oferta sigue en pie —dijo en modo pervertido.
—Lo tendré en cuenta —palmeé su pecho divertida luego dije: —Siendo honesta, te extrañé tanto —confesé acortando la distancia, envolviendo mis brazos en su cintura. Un cálido abrazo se formó, me sentí protegida en ese momento.

Always & Forever [Blood Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora