• Capítulo 52 "Words" •

26 3 0
                                    

Previamente...

Ambas brujas se vieron, preguntándose ¿de dónde carajos había sacado ___ esa idea de las pociones? Esa niña era sumamente inteligente y astuta.

_____.

Los múltiples libros sobre brujería y magia, que conseguí gracias a la enorme biblioteca de Seúl; pude encontrar mi única pero arriesgada salida. Ambas pociones son mi esperanza; la esperanza que ya estaba dando por perdida, fueron como una luz alumbrando mi total oscuridad.

Saliendo del pasadizo donde seguramente deje a todos confundidos y atónitos sobre mi "plan", un poco molesta ya que me tacharon de "loca" y es una palabra muy fuerte que no tolero para nada que la utilicen para describirme, escuché unos pasos apresurados dirigiéndose a mi por lo que frené mi caminata causando que esa persona chocará con mi espalda.

—¡Auch! —se quejó y por su voz -ya que yo aún seguía de espaldas- supe que se trataba de mi hermana Aria. Me volteé y en efecto, era ella pero no venía sola, Stefan se encontraba a su lado riendo por lo anterior.
—Te dije que se frenaría de repente pero no me creíste —le comentó riendo. Aria sobándose el área donde se golpeó (la frente) lo fulminó con la mirada y fue mi turno de reírme. Parecía una niña haciendo berrinche.
—¿Me necesitaban para algo o sólo querías chocar conmigo? —hablé. Me urgía irme de ahí, debía comenzar a reunir los ingredientes para ambas pociones y no eran fáciles de conseguir.
—Aria quiere decirte algo o mejor dicho convencerte de algo —comenzó Stefan mientras se recargaba sobre el borde de la pared. —Yo sólo vengo como acompañante y por si necesito intervenir —se cruzó de brazos. Y Aria se puso nerviosa.
—Bien, ¿Qué es lo que necesitas, Aria? —imité la acción de mi hermano y también me crucé de brazos. Ya sabía a lo que se refería.
—Eh...este...como lo digo..—se mordía el labio. Mi hermana tiene esa costumbre cuando se pone nerviosa o tiene miedo de algo. En este caso, optó por ambas. —Puedes...¿Puedes no hacer tu...plan? —jugueteaba con sus dedos a la vez que bajaba la mirada. Evitando verme.
—Perdona, ¿Qué?— dije para  confirmar si la escuche bien.
—Si me oíste, ____* —me llamo por mi apodo. —Te pido, ¿Puedes no hacerlo? Por favor —pidió casi rogándome que no lo hiciera pero que tan equivocada está.
—Dejame pensarlo...—puse mi dedo pulgar e índice sobre mi barbilla simulando pensar. —¡No! —aseguré y me puse firme. Aria es capaz de convencerme y no se quedará quieta hasta lograrlo.
—¡¿Qué?! ¿Lo harás? —de nuevo preguntó. Esta vez alzando su voz. A lo cual asentí. —¡No puedo creerlo, ____! ¡Que egoísta eres! ¡Es un plan estúpido que no estás segura si funcionará! ¡Nos estas arriesgando a todos! ¡Ni siquiera piensas en tu esposo e hija! —Aria se puso histérica, me maldecía y decía cosas que a decir verdad me lastimaron. Me tragué todo mi coraje para no desquitarme con ella, la entiendo y tiene razón pero es la única solución que encuentro. Stefan al ver qué yo no hacía o decía nada, se comenzó a poner alerta sabía que podría explotar en cualquier momento. Pero, no lo hice.
—De acuerdo, es suficiente Aria, detente —se puso en medio de ambas con sus brazos hacia Aria para detenerla, su cara se estaba poniendo de un color rojo y sus ojos cambiaban. Eso le sucedía cuando se alteraba demasiado. —____, vete —me susurró. Aria continuaba diciendo tonterías que de verdad no quería escucharlas pero tampoco quería responderle o se armaría la tercera guerra mundial. En una de esas; Aria dijo lo que terminó por destrozarme:

—¿Acaso no piensas en tu hija? ¿O en Sehun? ¿Que hay sobre ellos, no existen? —continuaba gritando que incluso ya todos se encontraban rodeandonos a ambas. —¡Eso es ser egoísta! ¿Sabes lo que eres? ¡Eres una mala madre! —al decir eso Aria se tapó la boca lamentándose el haberlo dicho. Seguido, trato de retractarse: —____...yo..lo siento. No...no quise decir eso, no eres una mala madre...pe.. perdón —trató de acercarse a mí en cambio obtuvo un rechazo. Tragué saliva tratando de ser fuerte y no derrumbarme frente a ellos, no quiero demostrar debilidad.
—Pero lo dijiste y eso no cambia. Finalmente me has demostrado lo que piensas sobre mi, te lo agradezco. —dije en total seriedad. Por dentro, las lágrimas luchaban por salir. —Sino les importa...—voltee a verlos a todos. —Me retiro —hice una reverencia y me fui.

Caminé lo más segura posible, sin voltear  atrás.

*****

Dolor. Furia.
Esos eran mis sentimientos en estos momentos. Mi cabeza era un torbellino de pensamientos por nombre Aria, las palabras que dijo realmente me lastimaron; fueron cuchillos directamente a mi corazón perforando cada centímetro. Las lágrimas rodaban por mis mejillas, debía hacerlo; todo se ha convertido en una pesadilla de la cual quiero despertar. Escondí mi cabeza entre mis piernas al oír la puerta abrirse, odiaba que me vieran de esta manera.

—¿Cariño? —la voz irreconocible de Sehun resonó por toda la habitación. La oscuridad reinaba en ella, sólo mis sollozos se escuchaban. —¿Estás aquí? —encendió la luz a lo cual mi reacción fue esconderme aún más.

Cuando por fin me vio, se acercó para luego hincarse frente a mí y acariciar mis brazos.

—¿Te encuentras bien? —preguntó.
—¿Cómo te sentirías si tu hermano te dijera que eres un mal padre y aparte un egoísta? —voltee a verlo y lloré más.
—¡Oh, cielo! Ven aquí— sin aviso me jaló hacia el donde mi cara aterrizó en su pecho, sus brazos envolvieron mi diminuto cuerpo en un abrazo muy necesario en estos casos. Correspondí ese acto y lloré hasta no poder más. Realmente lo necesitaba, pues Sehun es mi mayor soporte. —¿Mejor?—asentí.
—¿Por qué soy tan egoísta? —pregunté separándome un poco y así lograr ver su rostro.
—Linda, no eres egoísta. A mí forma de ver, eres una persona que se preocupa por los demás por encima del bienestar propio. Simplemente te preocupas por tu familia y buscas la manera de protegerlos, sin importar que —aún me abrazaba.
—Aria no piensa lo mismo —rodee los ojos. Sehun tomo mi barbilla haciendo que lo mirará.
—No importa lo que piense Aria, importa lo que hay aquí —señalo mi corazón. — Y aquí —señalo mi mente.
—¿Sabes? Hay demasiado ruido dentro de mi cabeza, llena con las palabras que debí haber dicho y no puedo recuperar esas palabras —para entonces Sehun se sentó sobre el piso conmigo en medio, sin soltarme ni yo a él. —Siempre hablé porquerías, tomé tu consejo e hice todo lo contrario. Dime, ¿eso no es ser egoísta?
—Te diré algo, me importa un bledo lo que piensen los demás de ti, lo que me importa es que creas en ti misma; que seas tú sin importar que, así tal cual. Fue la razón por la que me enamoré de ti, siendo tú; si tu plan es arriesgarte de esa manera para finalmente acabar con esta pesadilla de la que todos queremos despertar, bien, hazlo. Pero jamás dejes de creer en ti, te apoyo y sé que podrás hacerlo ¿sabes por qué? —me miró.
—¿Por qué? —pregunté.
—Porque eres ____ Salvatore y te amo. ¿Es suficiente para que lleves a cabo ese alocado plan y nos deshagamos de Seth? —sonrió.
—Más que suficiente, te amo —me acerqué a besarlo como nunca antes lo había hecho. No sé que haría sin este hombre.

Always & Forever [Blood Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora