•Capítulo 12 "Desgracia tras desgracia"•

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Sehun.

Cuatro días... Cuatro largos días en los que me he dedicado al 100% para dar con la ubicación exacta de donde puedan tener secuestrados al matrimonio Meunier. Desde que mi prometida me habló sobre los "Meunier" que vimos esa noche no eran ellos sino más bien eran otras personas que casualmente eran idénticos a los verdaderos socios de la empresa por lo que robaron sus identidades ¿para qué? Nadie lo sabe con certeza, aunque Baek plantó una teoría de que tal vez alguien estaba detrás de todo y quería meterse a la empresa para así llegar hasta nosotros fingiendo ser alguien importante en ella.

Sentado frente al escritorio que tenemos en la habitación donde dormimos, con un mapa extendido por todo éste marcaba los lugares a los que ya había ido y ni rastro de los socios, desesperandome en el proceso pues había recorrido la mayor parte del mapa y no he conseguido nada.

Di un golpe al escritorio haciendo que varias cosas en él temblarán por el impacto. La puerta se abrió indicando que alguien entraba, seguido sentí sus brazos rodearme en un abrazo. Sabía quién era por su característico aroma.

—¿aún no logras nada, amor? —preguntó ___ besando mi mejilla y reposando su barbilla en mi hombro.
—No —suspiré colocando mis manos encima de las suyas. —A este paso al que voy, temo que los Meunier no estén vivos y los farsantes tomen su lugar en la empresa —continuaba viendo el mapa, sólo quedaban dos lugares por revisar. —No me lo perdonaría si eso sucede.
—No sería tu culpa en tal caso, amor no te culpes por algo que tú no causaste. No sabías que los Meunier estaban en peligro hasta que yo te lo dije. Ya verás que lograrás salvarlos de lo que sea o quién ses que los secuestro —intentaba darme ánimos con sus palabras y lo aprecio mucho. —Anda, deja eso y pasa tiempo conmigo ¿si? —dijo coqueta dejando besos en mi mejilla para bajar a mi cuello mientras sus manos buscaban los botones de mi camisa.
La detuve. —Linda, no creo que sea el mejor momento para esto —volví a tachar lugares en el mapa el cual ahora era mi mayor prioridad.
—Esta bien —se retiró lentamente. —Iré a tomar aire —murmuró bajito. No la escuché del todo por lo que nadamas respondí con un "Mhm".

_____.

Sehun ha estado metido en la habitación desde temprano, está decidido a encontrar a los Meunier si o si. Ni siquiera me ha tocado desde entonces y tengo mis necesidades así como él tiene las suyas y es ahí cuando si hasta me suplica porque las cumpla.

—¡Egoísta! Eso es, es un maldito egoísta —iba hablando sola caminando hasta donde estaba mi moto estacionada osea en el garaje. —Ah pero que no fuera cuando él si quiere que tengamos relaciones porque incluso me ruega hasta que logra mi rendición. ¡Pero va a ver cuando suceda lo que digo! ¡Te voy a dejar con las ganas, Oh Sehun! —gritaba porque sabía que no me escucharía a esta distancia. Para entonces ya estaba en el garaje quitando la manta que cubría mi preciosa moto del polvo.

Me trepé en ella y encendí el motor. Escucharlo es como música para mis oídos, puse el casco y salí a toda velocidad. ¿a dónde iría? No lo sé con certeza, sólo sé que quiero huir por un momento, yendo en la carretera aumenté la velocidad a la máxima potencia que el motor me permitía, al ir por una curva incliné mi cuerpo junto al vehículo casi que mi lateral rozará contra el cemento. Esa sensación de ir rápido me encantaba, la adrenalina tomaba paso entre mi cuerpo logrando así un mayor arranque. Todo se borraba de mi mente por un breve instante, parecía que tenía amnesia temporal.

No supe cuanto más corrí con el vehículo, la noche había caído sobre mí sin darme cuenta, estacioné en una orilla por si algún otro vehículo pasaba y no me llevará de corbata (chocar en otras palabras) para observar la hora.

—¡¿11:00 pm?! —me sorprendí ya que era demasiado tarde. —Sehun debe estar preocupado —hablé conmigo misma metiendo el celular de nuevo en el bolsillo de mi chaqueta.

Estaba por encender el motor para regresar a casa cuando pensé.

—¿Qué estupideces digo? ¡Sehun ni siquiera me prestó atención! ¡Que se va a andar preocupando si estoy o no! —me regañaba a mi misma. —Si tanto se preocupará ya hubiera llamado y mientras el celular no suene, no pienso regresar ¡He dicho! —y continúe mi camino.

La carretera era bastante larga y solitaria, a estas horas de la noche es muy raro que la gente transite por ella. Quedé con la idea de que sólo yo iba transitando, curva tras curva iba pasando hasta la tercera fue cuando el celular comenzó a sonar. Por suerte llevaba el aparato ese que te permite contestar llamadas sin distraerte.

—¿hola? —respondí sin despegar mi vista del camino, no quería meterme en un accidente ahora.
—¡¿Dónde carajos estás, ____?! —la voz de Sehun se escucho muy alto, supuse que había gritado y por poco me deja sorda.
—¿Dónde más? Te dije donde estaría y tú ni caso me hiciste ¡me diste el avión, Sehun! —hablé enojada. Ósea, ¿qué derecho tiene a reclamarme algo que ya le dije? Además se preocupa más por los estúpidos socios que ni por mí ¡su prometida!
—¡Quiero que vuelvas en este instante ___! —volvió a gritar.
—¿es una orden? —pregunté sarcástica.
—¡Si lo es! ¡Vuelve enseguida! —realmente me estaba sacando de mis casillas. Eso sin mencionar que mi paciencia es poca.
—¿Crees que te haré caso? Por favor, Sehun te preocupas más por encontrar a los Meunier. No me vengas con que ahora te importo —me burle y escuché como resoplaba del otro lado de la línea.
—¿cómo dices eso? Tú me importas y mucho, como no tienes idea —no lo veía pero supe que pasó su cabello hacia atrás con su mano. —Eres mi prometida ___ y te amo ¿cómo podrías no importarme? Hablemos sin gritarnos ¿ok? —pidió. Por mi parte seguí en el camino cada vez alejándome más de Seúl, no sabía siquiera donde estaba ahora. —¿Dónde estás? —insistió al notar que yo no decía nada.
—No sé —respondí.

Otra curva más. ¡¿Qué acaso esta maldita carretera tiene más curvas que una mujer de cuerpo perfecto?!

—¿No sabes o no quieres decírmelo? —insinuó Sehun.
—No estúpido, realmente no sé donde carajos estoy —veía a los lados a través del casco pero no me era de mucha ayuda. —Parece que esta vez conduje más lejos.

Al dar la vuelta para volver a la recta carretera y por ir discutiendo con Sehun no me percaté cuando al girar un tráiler venía de frente ¡por el carril contrario! Debería venir por el otro, toqué el claxon varias veces alertando al otro conductor, éste por venir bajo los efectos del alcohol el muy idiota no me hizo caso.

—¡Carajo! —maldije cambiando de carril ¡pero hasta parece que traigo pegado al tráiler! Al yo moverme, el tráiler también lo hacía estaba en descontrol. Hasta que terminó por estamparse contra mí y lanzándome con todo y moto por los aires, para mi mala suerte fue cerca de un barranco por lo que rodé en el, a la mitad me solté de la moto quedándose ahí y yo continuar rodando sin detenerme, un árbol frenó mi cuerpo al chocar contra éste y sintiendo un profundo ardor en mi cabeza y hombros principalmente.
—¡_____! Cielo, ¿qué fue ese ruido? —escuché la voz de Sehun a lo lejos. Al momento de caer rodando y golpear mi cabeza con una roca el aparato que traía salió volando junto con el casco. —Iré por ti, no te muevas de donde estés —«Como si pudiera hacerlo» pensé.

Traté de ponerme de pie pero al contrario resbalé de nuevo y volví a caer a la cuesta bajo lastimando mi cuerpo más de lo que ya pudiera estar, más golpes en mi cabeza, hombros, brazos y espalda. Me dolía absolutamente todo, por suerte no era nada grave. 

Aún....

Always & Forever [Blood Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora