•Capítulo 23 "Inician los ataques"•

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En algún lugar muy escondido de cualquier especie, un clan de muy mal augurio planeaba iniciar una serie de ataques contra los demás. Principalmente iba dirigido a una sola persona: ____ Salvatore mejor conocida por su fama de hacerse llamar «La Vampira Suprema» denominación que le causó cierto impacto frente a los de su especie, mencionando también que es reconocida no solo por llamarse de esa manera más bien por pertenecer a una especie extraordinariamente escasa como lo son los "Híbridos" pues ella junto a su hermana son buscadas por la mayoría de las especies para reclutarlas en sus filas y formar una guerra sin fin, ya que ambas son mitad vampiras y mitad brujas;  lo que les da un poder inigualable y envidiado por muchos.

En ese lugar, uno de los que ahí tenía mayor autoridad ordenaba a sus cómplices con el primer ataque.

–Señor, con todo respeto ¿está seguro de qué atacar a un miembro de su familia, hará que ella vaya en su búsqueda? –cuestionó una chica de cabello corto y mediana estatura.
–¡Por supuesto!  No fracasaremos si atacamos anónimamente...–se preguntaba el jefe y cabeza del grupo. Llamó a uno de sus fieles seguidores susurrandole al oído: –Escúchame bien, nadie debe cometer ningún error o todo se nos irá a la mierda –advirtió ceñudo. –Sigan al pie de la letra las instrucciones previamente dadas y todo saldrá de acuerdo al plan. ¡Ahora, váyanse! –ordenó y todos sin siquiera chistar se retiraron.

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_____.

Una semana ha pasado desde que llegamos, ya hemos recorrido la zona arqueológica así como también hemos asistido a algunos cenotes que por cierto me encantaron. Estábamos acostados sobre la cama viendo alguna película, comíamos palomitas y estando en pijamas era un momento que deseaba con ansias.
Mi celular comenzó a sonar a mitad de la tercera película en el día, estiré mi brazo y leí el nombre de Aria en la pantalla.

–¿Hola?  Aria, ¿sucede algo? – pregunté en cuanto escuché unos jadeos provenientes de la otra línea. Un horrible presentimiento se cruzó dejando una sensación incómoda en mí.
–_____...ha pasado algo terrible...– Aria se oía asustada. Su tono de voz era inquietante y no me gustó para nada eso ni la sensación que tenía justo ahora.
–¿Qué pasó? ¿Por qué tanto misterio? – seguí preguntando. Quería saber el motivo de su llamada.
–¡Oh ____! – sollozos se escucharon. Eso me extraño aún más pues era raro que ella llorará, debía suceder algo grave para que Aria estuviera de ese modo.
–Aria déjate de rodeos y dime qué es lo que está pasando – supliqué. –¡Dime algo, carajo! – me exalte pues ella no decía nada más que llorar.
–_____...es S-S-Stefan – al oír el nombre de mi hermano. Sentí como una punzada en mi pecho, algo andaba mal. –Se lo llevaron, ____. Ellos se lo han llevado – y fuertes lloriqueos siguieron. El aparato resbaló de mi mano cayendo sobre mis piernas, estaba en shock por lo que dijo... Alguien se ha llevado a Stefan. La voz de Aria preguntando por mí se oía muy lejana. Sólo vi como Sehun tomaba la llamada y su rostro cambiaba rápidamente, enseguida sus brazos me rodearon y fue entonces cuando me derrumbé.

–Se lo llevaron Sehun, alguien se ha llevado a mi hermano y...y...– Sehun acariciaba mi cabello para tranquilizarme pero me era imposible, estoy preocupada por él. –Necesito volver... – dije por lo bajo.
–¿Qué dijiste? – preguntó en un susurró también.
–Necesito volver...¡Tengo que regresar! – dije más alto totalmente desesperada. Lágrimas corrían por mis mejillas sin cesar.
–¿Qué? Mi amor, espera – Sehun me tomó por el brazo pues yo empacaba a una velocidad increíble, iba y venía del clóset a la maleta de la maleta al clóset. La mayoría de mis cosas estaban en su debido lugar. –¿Qué haces? – me detuvo.
–Empacando, hoy mismo regreso a Seúl – respondí pasando por un costado suyo y retomar lo que hacia. – Alguien se ha llevado a mi hermano y debo buscarlo, tengo que ir por él antes que sea demasiado tarde – hablaba muy rápido.
–¿No estarás pensando que regresarás sola,  verdad? – me miró expectante y enseguida él empacaba también. –¡Ni creas que dejaré que vayas sola, ____! – dijo poniéndose frente a mí nuevamente.
–¡Bien! Regresamos los dos entonces – dije fastidiada. Lo que menos quiero es perder más el tiempo.

Mientras Sehun terminaba su equipaje, pedí un vuelo de inmediato a Seúl, durante el tiempo que tuvimos que esperar movía impaciente mi pie sobre el piso a la vez que miraba alrededor nerviosa. Sehun puso su mano en mi pierna haciendo que dejará de moverla, me vio con ternura y tomó mi mano.

–Todo va a estar bien, tranquila. Te prometo que en cuanto lleguemos iniciaremos una búsqueda para encontrarlo ¿esta bien? – su tacto en mi mejilla era relajante, por unos segundos olvidé mi verdadera preocupación y el motivo de nuestro regreso. –¿Ya estás mejor?
Asentí aún con su mano en mi mejilla. –De verdad aprecio tu preocupación por mi hermano, me preocupa lo que le pueda pasar y tengo miedo, mucho miedo amor – confesé sollozando.
–Stefan es importante para mí también linda, además es tu familia y por tanto pasó a ser parte de la mía. – me reconforto con un abrazo más.

*****

Como esta vez el viaje era de emergencia llegamos en menos tiempo del real, ni siquiera dejamos las maletas en la casa cuando entramos a la mansión. Tantos recuerdos inundaron mi mente al entrar, la casa estaba destrozada;  los muebles estaban tirados y regados por el lugar, sangre se veía en las cortinas y ventanas, la puerta estaba por la mitad indicando que alguien entró por la fuerza. Asustada por los demás, entré sin dudarlo con Sehun a mis espaldas siguiéndome.

–¡Aria! ¡Dominik! ¡Blair! – grité el nombre de cada uno de mis hermanos, presa del miedo y con el latir de mi corazón al full caminaba esquivando algunos escombros. La mansión no era la misma de antes, se atrevieron a destrozar el que fue mi hogar por tantos años. –Sehun, no los veo por ningún lado – el miedo incrementaba con cada paso que daba.
–Debieron haberse escondido, sigamos buscando cariño – me respondió a unos metros de donde yo me encontraba. –¡Amor, ven! – oí que gritó y en unos segundos ya estaba a su lado.
–¿Los encontraste? – pregunté esperanzada. Él asintió. Señaló una esquina de la sala o lo que se suponía lo era, un escondite de ramas y enredaderas se notaba. Corrí en esa dirección, con la esperanza de que estuvieran a salvo y sobre todo siguieran con vida. – ¿Chicos? – comencé a arrancar cada enredadera con ayuda de Sehun logramos deshacernos por completo del escondite, dentro estaban Dominik y Blair ambos muy mal heridos.
–¿____? – preguntó Blair abriendo de poco sus ojos.
–Shh, están bien ya estoy aquí – la abracé y ella se quejó. Su cuerpo tenía heridas por doquier, su rostro tenía sangre proveniente de varios golpes recibidos. Vi a mi derecha y Sehun tenía a Dominik. Éste al igual que Blair también estaba golpeado, mucho más que ella. Su ojo izquierdo lucía un tono púrpura acompañado de varios cortes en distintas partes, labio, mejilla, ceja y nariz.
–A-ria...– habló con dificultad señalando el piso de arriba. Le dirigí una mirada a Sehun de que los cuidará mientras yo iba por ella, asintió y se quedó con ellos.

Me teletransporte al piso de arriba el cual estaba igual o peor de destrozado que el de abajo. Cada habitación estaba hecha un desastre, sobre todo la mía la cual no había quedado nada ni un solo pedazo de lo que fueran mis pertenencias.

–¿Aria? Soy yo, dame una señal de que estás aquí – hablaba con cuidado por si los atacantes aún seguían aquí. Continuaba con pasos sigilosos y dispuesta a atacar si así fuera, ya para llegar a lo que era el ático escuché un ruido detrás. Volteé rápidamente y me encontré con Aria levantando una barra de acero en alto.
–¡____! ¡Estás bien, oh que alegría! – soltó la barra la cual al chocar contra el piso dio un estruendo. Me abrazó efusivamente, mientras murmuraba algunas cosas.

Ambas bajamos al piso de abajo cuando otro ruido nos alertó. Era más bien un crujido, el techo se empezó a mover.

–¡Demonios, esto se va a derrumbar! – advirtió y más crujidos se escucharon. Llegamos a lo que era la sala donde continuaban Sehun y mis dos hermanos. –¡Sehun! – mi hermana se alegro pero enseguida dijo: –la casa está por derrumbarse y debemos salir rápido de aquí, vamos – más temblores. El techo se caía a pedazos cayéndonos en las cabezas, tomé a Aria y Blair conmigo para teletransportarme fuera de la casa, Sehun hizo lo mismo con Dominik por eso me gustaba que los dos tuviéramos el mismo don.

Una vez fuera, la casa se derrumbó, aquel hogar que albergó tantos momentos en familia, peleas y demás. Aquello que construimos hace años ahora desaparecía. Aria dejó caer unas cuantas lágrimas de nostalgia, Blair lloraba también. Terminó por quedar en escombros.

–Vengan, vayamos a otro lugar que sea seguro – dije ayudando a Blair a caminar, Dominik era ayudado por Sehun. En el camino a nuestra casa, Aria me contó todo y como fue que se llevaron a Stefan. Nadie se mete con mi familia, nadie.

Always & Forever [Blood Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora