Always & Forever [Blood Segunda Temporada]

• Capítulo 8 "Propuesta" •

Sehun.

Ya es tiempo ideal para mi sorpresa para el amor de mi vida. Todo está listo sólo compró una última cosita y he terminado, he escogido el lugar perfecto y ahora que lo pienso, me hace falta una buena melodía que concuerda con mi propósito. Tendré que dedicarme un buen tiempo para tenerlo todo de manera perfecta y sin errores. 

—Hola buenos días joven, ¿puedo ayudarle en algo? —me pregunto una señora como de unos 40 años un poco castaña. Había entrado a una tienda de joyería.
—Hola, buenos días —saludé de manera cortés. —Este si,  buscaba un anillo para mi novia —me rasque la cabeza nervioso.
—¿algo en específico? ¿para promesa o matrimonio? —continuó preguntando amable.
—Matrimonio —respondí sin dudarlo ni un segundo.
—Perfecto, acompáñeme por aquí —se hizo a un lado caminando junto a mí hasta llegar a una vitrina donde múltiples anillos se encontraban. —Tómese su tiempo, joven estamos para servirle —sonrió.

Eran demasiados, sabía que ____ no era de esas mujeres que les gusta lo exagerado y aquí había muchos, buscaba algo más sencillo tal vez con un diamante menos grande con unos adornos o algo parecido. Seguía buscando hasta que di con el indicado, justo al fondo de la esquina inferior izquierda.

—Ese, quiero ese —lo señalé con el dedo índice. Se trataba de un anillo en rosa dorado con un diamante de buen tamaño en color azul aqua a los lados lo decoraban unas flores pequeñas de tres pétalos cada una, era perfecto.
—Aquí tiene —me lo entregó en una bolsa de papel. —¿quisiera ver las cajitas, joven? Podría serle de ayuda, si así lo prefiere —ofreció viendo como esto era nuevo para mí.
—Muchísimas gracias, me ha ayudado bastante —agradecí cuando ya tenía la cajita en mis manos. Me había decidido después de ver la mayoría, por una cajita en forma de concha de mar con zafiro estelar en el centro el cual me serviría para colocar el anillo.

Subí al coche no hace mucho adquirido, ____ me convenció por comprar un auto de la marca KIA siendo un Niro en azul metálico.

_____.

Limpiaba la casa pues estaba hecha un desastre total, como si hubiera pasado un torbellino y no fue por mi culpa. Sehun se había ido muy temprano al trabajo o eso me dijo pues que yo supiera los sábados no trabajaba, a lo mejor tenía un pendiente por ahí. Ya en la sala la cual era la última por limpiar, oí el ruido del motor y entró el recién mencionado.

—Ya volví —dijo en cuanto puso un pie en la casa y poniéndose frente a mí.
—Amor, muévete o te barro los pies y terminarás casándote con una viuda —le dije pasando la escoba cerca de sus pies. Se quitó de un saltó provocando que riera.
—Pero tú no estás viuda ¿o si? —me abrazó por la espalda y sentí algo.
—N-no que yo sepa ¿p-puedes moverte? —me puse nerviosa por su cercanía, prácticamente sentía su aliento en mi cuello.
—Ya me moví —creo que no entendió mi referencia. —Ah, ya entiendo —dijo de pronto. —¿nerviosa, señorita Salvatore? —me estaba provocando yo lo sabía, me conozco y terminaré cediendo.
—¿yo? No para nada —me di la vuelta quedando a unos centímetros de distancia entre nuestros rostros.
—Oye, tengo algo que decirte —me abrazó por la cintura pegándome a su cuerpo, mis manos por instinto se colocaron en su abdomen sintiendo sus pronunciados abs.
—¿ah sí? —levanté una ceja provocativa. Era mi turno de jugar. —¿y qué es eso que quieres decirme? —me iba acercando a su boca rozando nuestros labios.
—Es una so-sorpresa —tartamudeo cerrando sus ojos. —Te espero en el lago a las 8:00. No llegues tarde —no aguantó más tiempo y terminó por unirnos en un beso el cual no tardó en subir de intensidad pero lastimosamente tuvimos que separarnos pues alguien tocaba con bastante desesperación el timbre de la puerta.
—Ahí estaré, mi Romeo —di un rápido beso y fui a atender. Era mi hermana, venía a comer junto con Baek.
—¿Interrumpimos algo? —preguntó Aria con cara  de pervertida mientras nos veía a Sehun y a mí consecutivamente.
—No, llegan a buena hora —Sonreí.