•Capítulo 20 "Una nueva aventura juntos"•

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_____.

Seis de la mañana. Mi alarma comenzó a timbrar indicando que debíamos levantarnos o de lo contrario perderíamos el vuelo programado dentro de una hora para partir rumbo a nuestra luna de miel. Restregue mis ojos sin muchos ánimos, volteé y Sehun seguía dormido, estiré mi brazo tocando su espalda para sacudirlo y así despertará.

–Mi amor, despierta –murmuré por lo bajo. –Es hora o perderemos el vuelo que con tanto esfuerzo reservamos –recibí un gruñido de su parte, al menos ya despertó.
–¿Qué hora es? –preguntó levantándose poniendo su peso en sus codos, estaba boca abajo por lo que su cara estaba a centímetros de la cama.
–Las seis de la mañana, recuerda que estaríamos una hora antes de lo previsto para luego no andar con el tiempo encima –le recordé poniéndome mis pantuflas y saliendo de la cama para ir en busca de mi ropa de hoy. –Amor, levántate –insistí al ver que Sehun se recostaba de nuevo.
–Alístate primero tú, eres quién tarda más. En unos cinco minutos más me despiertas ¿sí? –rogó cerrando sus ojos y dormir otro poco.
–Esta bien, pero en cuanto te vuelva a hablar esta vez si te levantas ¿de acuerdo? –mi esposo hizo una seña de Ok con su mano y yo rodé los ojos divertida.

Por suerte las maletas ya estaban listas, desde una noche antes de la boda exactamente. Una vez escogí mi ropa continúe a ponérmela, una blusa de manga larga en color café acompañada de un pantalón rasgado de mezcilla azul claro, me senté en la cama para ponerme los botines negros de tacón bajo ya que lo que menos quiero es cansarme de los pies aunque siendo sincera eso no es problema para mí.

–Mi amor, ya pasaron los cinco minutos que pediste ahora sí, despiértate –tal y como él pidió me esperé el tiempo que era, los minutos habían pasado y sólo faltaba él de estar listo.
–¿Tu hermano ya llegó? –me pregunto en cuanto estuvo levantado. Stefan se ofreció a llevarnos al aeropuerto pues quién se traería nuestro coche de regreso.
–No debe de tardar, mientras tanto ve a cambiarte –lo mandé a hacer tal acción y así lo hizo.

Mientras Sehun se cambiaba, después de darse una ducha rápida según él aproveché el tiempo para acomodar algunas cosas en mi mochila pequeña, la cual llevaría en el avión pues esas si están permitidas.

–Cielo, ¿has visto mi gorra negra? No la encuentro por ninguna parte –preguntó buscando dicho objeto. Vestía una camisa verde, encima una chamarra del mismo color sólo que éste era medio metálico, pantalón blanco y converse negros.
–Me parece que la vi por... –recordaba donde es que la vi la última vez que la usó. Ya sé. –aquí –dije sacando la gorra debajo de la cama cerca de la esquina.
–¿Cómo llegó ahí?
–No tengo idea, seguramente se habrá caído –me encogí de hombros.

*****

Camino al aeropuerto de Seúl era un tiempo de cuarenta minutos aproximadamente, la verdad no he contado cuanto tiempo es en realidad. Stefan iba en el asiento trasero jugando en su teléfono, yo iba viendo por la ventana como el cielo cambiaba de tono al amanecer, la gama de colores que se formaban eran dignos de verse y me encantaba esa hora en el día. Sehun no despegaba su mirada del camino, llevaba una mano en el volante y con la otra tomaba firmemente mi mano la cual tenía en una de mis piernas, ese simple gesto me enamoraba más.

–Oigan...-Stefan llamó nuestra atención a la vez que dejaba su celular. -Tengo una duda
–¿Cuál es? -preguntó mi esposo viéndolo a través del espejo retrovisor.
–¿Dónde se irán de luna de miel? —pregunto curioso poniéndose al medio de los dos asientos.
–A México –respondí con neutralidad.
–¡¿Qué?! ¿Después de tantos años regresarás ahí? –mi hermano se alteró cuando mencioné que viajaríamos a México. Y lo entiendo, se preocupa por mí y por el terrible pasado que viví ahí.
–Bueno, no es como que en realidad sea México, está dentro de latinoamérica pero el lugar exacto se encuentra en Quintana Roo un país cerca de ahí ¿me entiendes? –expliqué más despacio. Así mi alterado hermano mayor entendería a qué me refiero.
–Eso cambia el asunto, pero ¿por qué latinoamérica? ¿no son 14 horas de diferencia? –se veía sumamente interesado y curioso en saber.
–Lo son, pero eso no impide que quiera viajar hasta allá, siempre he querido conocer ese lugar y que mejor ahora para compartirlo con la persona que más quiero en el mundo –comenté viendo a Sehun y sonriéndole.
–Me dueles ____* –Stef se hizo el ofendido colocando una de sus manos en su pecho. –Creí que yo era a quién más querías, me has mentido –fingió llorar.
–Eso era antes de que conociera a Sehun, además no estés de dramático que sabes muy bien que eres mi hermano favorito y no les digas a los demás que se me arma la tercera guerra mundial con ellos –lo amenacé con mi dedo índice donde una llamita salía.
–Me rindo, tú ganas flamita –era el nuevo apodo que me puso. Siempre me decía "flamita" para burlarse de mí y hacerme enojar, viene por el fuego.

Para devolverle la burla, tomé su mano y le di una buena descarga eléctrica.

–Ouch –se quejó.

*****

–¿Seguros estarán bien tan lejos? –pregunto Stefan por décima vez en el día. Desde que llegamos al aeropuerto ha estado preguntando lo mismo "¿estarán bien? " "¿no es muy lejos? " "correrán un riesgo enorme" "háblenme si sucede algo" entre otras cosas más.
–Por décima vez cuñado, si estaremos bien no hay de que preocuparse –respondió Sehun pues yo ya estaba aguantando las ganas de ahorcarlo ahí mismo.
–Perdón, es sólo que me preocupo por ustedes –se disculpó. –Ignoremos mi paranoia y centrémonos en ustedes, disfruten su viaje y aquí los estaremos esperando con ansias. Cuídense y diviértanse –nos abrazó en cuanto los tres escuchamos el llamado para subir al avión.
–Entiendo tu preocupación como hermano mayor, pero sé cuidarme sola y tengo a Sehun por si sucede algo entre ambos nos cuidamos ¿confía en mí de acuerdo? –lo tenía por los hombros. Stefan asintió y lo abracé de nuevo. –Te veo en dos semanas feo –di un beso en su mejilla y tomé mi maleta.
–Nos vemos cuñado, regresa con cuidado –le dijo Sehun dándole las llaves del auto.
–Claro, prometo no chocar ni darle siquiera un rasguño a su auto –prometió Stef agitando su mano en despedida.
–¡Mas te vale idiota! –grité pues ya íbamos un poco lejos de donde estaba él.

Documentamos las maletas y subimos al avión, pedimos los asientos cerca de la ventana pues yo odio ir en el pasillo. Nunca me ha gustado no sé porqué, por suerte solamente íbamos nosotros dos en la fila por lo que sobraba un asiento y ese era el del pasillo, Sehun iba en medio y yo en la ventana.

–¿Emocionada? –pregunto Sehun con una sonrisa mientras volvía a tomar mi mano.
–Mucho, siempre había querido ir a Tulum y nunca creí que lo conocería a tu lado y eso me emociona aún más –respondí emocionada. –Te amo y gracias por este momento mi vida –le di un beso.
–Yo te amo más –otro beso. La gente ha de pensar que no tenemos pudor.

El avión despegó y me asusté por la sensación, siempre que viajó nunca me he podido acostumbrar al despegue, el aterrizaje por otra parte no es tan feo como el principio. Sehun notó que apreté su mano a lo que volteó.

–Sigo sin acostumbrarme a esto –confesé con pena.
–Tranquila, yo estoy contigo –pasó su brazo por mis hombros abrazándome. Su abrazo me dio seguridad, el avión se sacudió de nuevo y yo me apegue más a él, pasando uno de mis brazos por su cintura y escondiendo mi cara en su cuello. Sehun acariciaba mi cabello con cuidado mientras susurraba que todo estaba bien y que nada pasaría. –Ya pasó mi bonita, mira lo precioso que se ve el cielo desde aquí –oí como decía. Poco a poco me fui retirando, mi vista se fijó en la ventanita del avión y tenía razón. El cielo se veía hermoso a esta altura, sin quitar mi mirada del cielo recosté mi cabeza en su pecho aún abrazados. Sehun reposo su barbilla sobre mi cabeza con sus brazos en mi vientre. Un pensamiento salvaje llegó a mi mente.
«¿Cómo sería si estuviera embarazada? » 
Sonreí ante ese pensamiento y deseaba con todas mis fuerzas porque fuera fértil, me llenaría de alegría el serlo. Se lo preguntaría a Linn en cuanto pudiera o a Lea, alguna de ellas dos podría saberlo, al cabo las dos son brujas y a ambas les tengo confianza total.

–¿En qué tanto piensas, linda? –cuestionó mi esposo curioso.
–Cosas, que no te diré por si querías saber –dije al ver que iba a preguntar de nuevo otra vez.
–No se vale, pero bueno tendrás que decirlas en algún momento y yo sé cómo lograr que me digas –comenzó a hacerme cosquillas y yo me retorcía de la risa en el asiento.
–Detente...ya para –dije como pude entre risas, la gente se nos quedaba viendo. –La gente nos ve extraño –agregué aguantando la risa.
–Esta bien, pero sólo por esta vez –advirtió dejando de hacerme cosquillas. Agradecí por eso, casi me hacía pipí de la risa.

Volví ~~~ 😂
Ayer no subí capítulo porque salí de casa a visitar a mi abuela materna y allá pasamos la mayoría del día, su internet es un poco lento y por eso mejor no lo usó tanto. Además de que hicimos tarde de karaoke toda la familia 🎙️. Así que probablemente algunos domingos no actualicé :v

Always & Forever [Blood Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora