El tren y la selección.

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-¡¡CHICOS VENGA, DAOS PRISA SI QUERÉIS IR A HOGWARTS!!

Me desperté de golpe. Había estado la noche leyendo en el alféizar de la ventana y me había dormido ahí. ME HABÍA OLVIDADO POR COMPLETO DE QUE ERA 1 DE SEPTIEMBRE, EL DÍA QUE SALE EL TREN EN DIRECCIÓN A HOGWARTS.

Me levanté de un salto, me vestí rápidamente, terminé de guardar unas últimas cosas y bajé rodando las escaleras (me caí). Cuando llegué abajo, me levanté, dejé el baúl en la puerta de entrada y desayuné lo más rápido que pude.

-Cuidado- me advirtió Reg, -te vas a atragantar.

-Buenos días-. Era el Sirius más somnoliento que había visto y escuchado nunca. -¿A qué vienen tantas prisas?- Me preguntó cuando casi me atraganté con los cereales.

-A diferencia de otros- justifiqué mirándolo de arriba a abajo, -yo si que quiero ir a Hogwarts este año. Así que estoy desayunando rápido para no llegar tarde.

-Hay madre- se golpeó en la cabeza con la mano, -el tren. Se me había olvidado por completo.

-Pues venga.

Se sentó y empezó a engullir los cereales.

-Otro igual...- comentó Reg, que hacía rato que ya había terminado.

-Terminé-. Dije levantando las manos en señal de pausa.

-Oh venga ya...- protestó Sirius.

-No es ninguna carrera-. Nos comentó nuestro padre.

-Voy a dar un último repaso a mi baúl por su me falta algo.

-Está bien cariño-. Mi padre siempre hacía lo mismo: desayunaba ligero, se tomaba un café y escondía la cara detrás del periódico del Profeta.

Me levanté y abrí el baúl. Empecé a mirar. Llevaba las túnicas, el caldero, los ingredientes de pociones, la varita, el telescopio para Astronomía, el mapa estelar, ropa suficiente para el curso, chubasquero para los días de lluvia... lo tenía todo.

Cuando terminé de revisar el baúl, subí a mi cuarto y preparé una mochila con una túnica para ponerme ese día, un par de libros, chocolate y un poco de dinero que mis padres me habían dado por si quería comprar algo en el tren.

Me eché la mochila al hombro y bajé. Sirius ya había terminado de desayunar y sujetaba su baúl, listo para irse.

-Si que has tardado-. Me reprendió.

-Lo dice el que se le pegan las sábanas y no acaba el desayuno.

-Vamos. Mamá dice que iremos con los polvos Flú.

Los polvos Flú. Perfecto. Otra vez, fui la última en pasar. Sujeté firmemente el baúl y pasé de nuestra chimenea a una del andén 9¾. De nuevo, volví a perder el equilibrio. Pero esta vez, no caí sobre nadie. Más bien, alguien cayó encima mío.

-Lo siento-. Dijo levantándose y ayudándome.

-Yo también me alegro de verte Remus.

-¿Sandra?

-Hola.

-No esperaba verte aquí.

-Pues te recuerdo que los dos vamos a Hogwarts.

-Es cierto.

-Eh Sandra-. Era Sirius. -Vamos. El tren está a punto de salir.

Me agarró del brazo en que tenía agarrado el baúl y tiró de mí hasta dónde estaban nuestros padres. Yo cogí a Remus y tiré de él, que arrastró su baúl por todo el andén.

Mi licántropo.💗🐺 Problema: mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora