La verdad.

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-Explícate mejor.

-No soy hermana de Sirius.

-Eso no tiene sentido.

-Mi familia no es mi familia.

-No entiendo.

-Me adoptaron. Encontré los certificados de adopción hace dos años. Aún los tengo en mi cuarto.

-Sigo sin entender.

-No hay que entender nada. Me encontraron en un orfanato y me acogieron. Aprovecharon que mi cumpleaños era casi el mismo día que el de Sirius para fingir que somos gemelos.

-¿Y solo lo saben tus padres?

-Ni Sirius ni Regulus. Ninguno de los dos lo sabe. Sirius aún piensa que somos hermanos.

-¿Y por qué me lo cuentas a mí?

-Eres mi mejor amigo. Y no quiero tener secretos contigo.

Estuvimos un rato en silencio. Me había quitado un gran peso de encima que me llevaba agobiando durante bastante tiempo. Al fin había podido compartirlo con alguien.

-Te toca- dije al rato.

-¿Qué?

-Es tu turno. Te toca decirme la verdad de tus desapariciones.

-Está bien...- cedió a regañadientes. -Yo...

-Tú...- le incité para que siguiera.

-Soyunhombrelobo-. Lo dijo tan rápido que apenas le entendí.

-¿Puedes repetirlo?

-Soyunlicántropo.

-No te teniendo si hablas tan rápido.

-Soy un hombre lobo. Un licántropo.

-Por eso desaparecías en luna llena y acabas con arañazos.

-A veces me afecta más de lo pensado.

-Puede que te tranquilice saber que antes de acostarme escuchaba el aullido de un lobo.

-Seguro que era yo.

-Pero creo que era la única que escuchaba los aullidos.

-¿Y eso debe tranquilizarme?

-Me preocupaba por ti. ¿Eso no te tranquiliza?

-Supongo que si. Pero sé que querrás dejar de ser mi amiga.

Se levantó y empezó a caminar hacia el castillo. No lo aguanté. No podía. Me levanté y empecé a correr detrás de él llamándole. Paró y se giró pero yo seguí corriendo hasta que llegué junto a él, me abalancé y lo abracé. Lo dejé en shock, sin saber que hacer o decir.

-Ahora entiendo por qué me decías que te sentías como la bestia del cuento- le susurré, -pero nunca dejaré de ser tu amiga.

Lo agarré para abrazarlo mejor. Tardó un rato en corresponderme pero pareció que conseguí tranquilizarle.

-Venga- reaccioné cuando el cielo ya estaba oscuro, -vamos a ver si conseguimos cenar algo.

Nos separamos y fuimos hasta el comedor cogidos de la mano. Entramos, nos sentamos delante de los demás y comimos algo antes de que los restos desaparecieran.

James y Sirius se quejaban de que habían comido mucho sentados en un sofá de la sala común. Yo estaba sentada en un apoya-brazos del sillón en que estaba Remus y Peter en el sofá entre James y Sirius.

Después de un rato hablando y riendo se fueron al estilo zombie a su cuarto seguidos de un Peter bastante cansado. Yo me despedí de Remus bostezando pero me cogió y me pidió que le leyera.

-¿Y qué te gustaría que te leyera?

-¿Qué tal La Bella Y La Bestia?

Sonreí, subí a mi cuarto, saqué el libro de debajo de la almohada y me dirigí a la puerta para volver a bajar.

-¿A dónde vas?- me preguntó una curiosa y somnolienta Alice.

-A leer a la sala común.

Ninguna rechistó. Estaban demasiado cansadas para decir nada. Bajé y me senté en el sofá junto a Remus. Abrí el libro y empecé a leer. Remus me miraba hipnotizado. Cuando terminé de leer apartó la mirada sonrojado en cuanto se percató de que le miraba haciéndome reír ligeramente.

-¿Qué es tan gracioso?- preguntó aún ligeramente sonrojado.

-Nada. Da igual-. Bostecé y me estiré. -Me voy a la cama. Hasta mañana.

Le di un beso en la mejilla, me levanté y subí a mi cuarto. Mis compañeras de habitación estaban dormidas así que me cambié haciendo el menor ruido posible y me dormí cuando mi oreja rozó la almohada.

Mi licántropo.💗🐺 Problema: mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora