Te pedí que te quedases, que nos acompañases, pero no quisiste.
Te pedí que te tomaras un tiempo, que nos dieras un par de horas más. Pero nuevamente no me oíste.
Querida noche, nunca te había pedido nada. Siempre has sido mí fiel compañera, mi mejor amiga.
No entiendo el porqué de tu enojo ¿Acaso te molestaron mis deseos?
Si ese es el caso te pido disculpas, solo quería que ella se quedase más tiempo en mí cama.
Quería tener tiempo para abrazarla, para sentirla, para besarla.
Ella es especial ¿No te había contado?
Cuando ella está en mis brazos olvido mis problemas. Olvido todo lo que me desalienta.
La felicidad me invade y un gran instinto en protegerla me nace.
El aroma de su piel me invade ¿No te había contado?
Me invade y me aísla del universo, pareciera que solo existiésemos nosotros dos.
¿Nunca te he contado lo que siento cuando nos unimos?
¿Cuándo siento que mi alma se conecta con la suya y nos fundimos en un solo ser?
Nuestras energías bailan al son de nuestra excitación. Y vibrando dentro de nosotros, nos eleva a un plano totalmente distinto del que estamos acostumbrados a coexistir.
No podemos evitarlo, nos deseamos, nos amamos.
Comprendo que a ti no te interese lo que te esté contando. Te entiendo, solo haces tu trabajo.
Tal vez lamente molestar con mí insistencia, pero ¿Puedes hacerme un último favor para cuando vuelvas?
Quisiera que nos observases y que pienses si nuestro amor vale la pena.
Tal vez así te convenzas de que unas cuantas horas extras, a nadie molestan.
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Reflexiones Solitarias.
RastgeleMil y un hojas tengo esparcidas en toda mi habitación. Hojas que cuentan historias, hojas que son cartas sin enviar, hojas que son simples reflexiones o intentos de poesías. Llevan conmigo más de 10 años y mientras más pasa el tiempo, más hojas se...