Los relojes se han detenido.
A las 05:11 de la tarde.
El dragón ya ha llegado, manda a todos a resguarde.
Volando va destruyendo.
Quemando enteras ciudades.
Desarmando familias, dejando en cenizas a millares de hogares.
Los días se han estancado.
En una rutina inesperada.
El mundo se ha detenido y va cayendo en picada.
La desesperación ha infectado.
Las cabezas de los pobladores.
Están actuando como marionetas sin corazones.
La muerte se está agasajando.
Con banquetes de a montones.
Con el pánico de salero y su vaso cargado de desilusiones.
Todos están clamando.
Por un nuevo caballero.
Que vaya en fila de combate, aquel que vaya primero.
Que con valor y coraje.
Se imponga ante la gran bestia de fuego.
Que con su espada brillante, asuma el riesgo.
Que derribe su semblante.
Que obtenga la venganza.
Que la cabeza del dragón consuele tanta matanza.
Para que los relojes corran.
Para que los días avancen.
Para que todo vuelva a ser como antes.
Como antes del dragón.
Como en los viejos tiempos.
Cuando todo parecía brillar, cuando todo era más bello.
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Reflexiones Solitarias.
RandomMil y un hojas tengo esparcidas en toda mi habitación. Hojas que cuentan historias, hojas que son cartas sin enviar, hojas que son simples reflexiones o intentos de poesías. Llevan conmigo más de 10 años y mientras más pasa el tiempo, más hojas se...