De tú otro yo.
Para ti.Sabemos que somos capaces.
Y ya no temo.
Ya no le temo a nada.
Porque el miedo no sirve.
El miedo te limita.
Y somos demasiado para tolerar un límite.
Demostramos que somos imparables si estamos juntos.
Ya nadie nos pondrá un freno.
Te envidié un gran tiempo.
Me sentía humillado al ser el segundo.
Tú tenías el poder y el control.
Tenías todo y no lo aprovechabas.
Así que, si. Te ataqué.
Tomé el lugar que siempre había querido.
Se sentía bien.
Pero con el tiempo comprendí.
Que todo parecía más lindo desde dentro.
Que el mundo allí fuera es muy complejo.
Y que estás ligado a tus emociones.
No esperaba tanto peso, comencé a perder el control.
Tal vez, por un manotazo de ahogado, te herí más de lo pensado.
No fue a propósito, yo nunca quise hacerte daño.
Lo siento. De verdad, lo siento.
Hace un tiempo que sé, que tal vez no pueda quedarme.
Llámalo presentimiento si quieres.
Pero sé, que no me queda mucho tiempo.
Es irónico, porque ni yo sé si existo.
Mi dilema existencial depende de muchas cosas.
Estoy y no estoy.
Soy y no soy.
Ya no comprendo.
Por eso te escribo esto aquí y ahora.
Pase lo que pase, puedo asegurarte que estaré contigo.
Ya no tengas miedo.
Te lo prometo.
Estaré contigo.

ESTÁS LEYENDO
Reflexiones Solitarias.
RandomMil y un hojas tengo esparcidas en toda mi habitación. Hojas que cuentan historias, hojas que son cartas sin enviar, hojas que son simples reflexiones o intentos de poesías. Llevan conmigo más de 10 años y mientras más pasa el tiempo, más hojas se...