capítulo 15 final

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Po'v Kaito

Entre sus maniáticas risas León sacó una arma con la que rapidamente apuntó a la señorita Miku.

A partir de allí, todo sucedió muy rápido.

La sangre empezó a quemarme, y mi cuerpo se movía por voluntad propia, mis manos se movieron velozmente, tomando así el arma que me acompañaba.

Sin dejar tiempo a León de reaccionar disparé a él.

En cuestión de segundos, el arma que sostenía León había caído a suelo, mientras su dueño sostenía con desespero su mano ensangrentada.

Los dos hombres que mantenían atrapados al señor Mikuo y a la señorita Miku, al ver mi acción pusieron sus armas en las cabezas de sus ahora rehenes.

Aquella acción era normal, pues al ver que he atacado a su jefe, solo encontraron eso para protegerse a sí mismos.

- Ni se te ocurra pasarte de listo niño bonito, tú te mueves, y la niña se muere.

Me dijo aquel hombre mientras apretaba más a la señorita Miku haciendo que ésta hiciese una mueca de dolor.

Estaba levantando mis brazos, en relidad estaba dispuesto a abandonar mi arma cuando escuché ruidos afuera del estrecho cuarto, era como muchos pasos, pasos rápidos y fuertes.

Los dos hombres que aprisionaban entre sus brazos a la señorita Miku y al señor Mikuo se asustaron en ese momento, el rostro de León era terror puro, todos sabían lo que pasaba, todos sabíamos lo que seguía.

La puerta tras de mí se abrió de golpe mostrando a algunos hombres vestidos con chalecos antibalas y armados; tal vez eran unos cinco o seis hombres.

- Que nadie se mueva!- gritó uno d los hombres mientras un poco inclinado apuntaba su arma, los que le seguían imitaron su acción.

- suéltenlos!- gritaba uno de los hombres mientras apuntaba a los dos hombres que sostenían al señor Mikuo y a la señorita Miku.

Uno de los hombres se me acercó apuntándome con su arma, yo solo guardé mi arma con tranquilidad.

- quién eres?- me preguntó de manera brusca.

- Kaito Shion, guardaespaldas privado de la familia hatsune.- le dije tras mostrar mi lisencia.- ustedes son ...?

Sé quiénes son, pero es mejor asegurar.

-policía especial, recibimos una llamada hace unos minutos.

Lo sabía, con ésto, el joven Oliver se ha ganado mi confianza.

Mientras sigo frente al oficial, siento como un peso cae sobre mi; la señorita Miku se ha lanzado a abrazarme con euforia.

-kaito.... Sabía que vendrías a ayudarme...!- me decía entre lágrimas la señorita Miku, siento un enorme deseo incomprensible de abrazarla, pero me contengo, pues no es momento ni lugar, así que me limito a solo rodearla suavemente con mis brazos para tratar de calmar su llanto.

- Esto no se quedará así!!!juro que pagarán por esto!!- gritaba León mientras dos oficiales se lo llevaban de aquel lugar, estoy seguro de que estará un largo tiempo en la cárcel, y en caso de que desee volver a hacer algo en contra de los Hatsune, me aseguraré de estar allí para proteger a la señorita Miku.

- señor Shion, me gustaría hablar con usted- me dice uno de los policías que aún estaban en ese lugar, la señorita Miku se muestra reacia a soltarme y el señor Mikuo no deja de mirarme.

- si señor- respondo rápidamente tratando de alejar a la señorita Miku, aunque no pongo mucho esmero en hacerlo.

- encontramos a dos hombres heridos de gravedad, según sabemos fueron heridos por su arma - esto es lo que temía- han Sido llevados al hospital, en caso de que no sobrevivan usted deberá enfrentar cargos por asesinato.

Yo solo asiento con mi cabeza, desde el momento en que entré a este lugar esperaba algo así.

La señorita Miku me mira preocupada.

- pero Kaito no lo ha hecho a propósito!!- grita la señorita Miku- él lo ha hecho para salvarme!!!- veo que la señorita se altera cada vez mas, por lo que decido sostener sus hombros para que se calme y me viera a los ojos .

- señorita Miku, yo entré a este lugar sin avisar a la policía, si esos hombres mueren, será mi error.

El rostro de la señorita Miku se contrae, se veo aterrada ante la idea.

- también encontramos a un hombre que responde al nombre de kamui gakupo, en estos momentos deberían estar tratando sus heridas

Yo asiento con mi cabeza, de algún modo siento la mirada del señor Mikuo cada vez más fuerte sobre mi.

Tras unos minutos decidimos salir de aquel lugar para subir a la superficie nuevamente, una vez salimos de aquel lugar, fuimos llevados a una estación de policía en la que nos interrogaron a todos, incluyendo al joven Oliver, el cual no se negó a hablar.

Cuatro días después....

Ya han pasado unos días desde el incidente con León, las cosas se han calmado en cierta manera, la señorita Miku estuvo un poco alterada al principio, incluso le pidió al señor Mikuo que hiciera lo imposible para que los hombres que resultaron heridos no murieran.

Hasta hoy no han habido malas noticias, al parecer se están recuperando debidamente, si resultan recuperarse por completo tendrán que pagar por su crimen de complicidad.

La señorita Miku de algún modo ha estado más caprichosa que nunca, no deja que me aleje de ella más de tres metros, además de que dice que no debo hablar mucho con las encargadas de la limpieza, o con la encargada de la cocina sustituta, pues Luka se ha tomado unas vacaciones para cuidar de gakupo, entiendo que ella haya dicho que le gusto, pero aveces puede ser algo pesada.

- Kaito!!! - eso es lo que digo, siempre me está buscando, pero de algún modo, me resulta tierno- Kaito, ven, vamos... Me debes una cita!!

- qué ha dicho?- no tengo ni la menor idea de lo que dice

- vamos Kaito! No olvides que la obra fue todo un éxito, actué bien, me debes una cita!!

Una cita? Luego de todo lo que pasó, piensa en que le debo esa cita? Sinceramente... Ante la señorita Miku yo...

- he perdido...

-eso qué significa Kaito? - me pregunta la señorita con el ceño algo fruncido.

- significa que ya no tengo forma de seguir luchando contra lo que siento por la señorita- dije mientras me acercaba para dejar un suave beso en su frente- Miku... Me gustas - la señorita Miku solo se sonrojó, algo que la verdad no me desagradaba...

Me alejé de ella para ir a la cocina, pero un tirón en mi brazo me detuvo.

-e...espero que comprendas el peso de tus palabras - la señorita frunció el ceño y su rostro se volvía cada vez más rojo- a partir de ahora ... Serás mío, solamente mío por el resto de tu vida.

Ante aquella extraña confesión no tuve más opción que rendirme, le sonreí para luego dejar un beso en sus rosados labios, uno que fue correspondido de forma dulce...




Holaaa miiiiiiis panecillos de arroz!!!! Hemos llegado al final, ya solo nos falta el epílogo....😭😭😭 Estoy tan .... No sé, tengo sentimientos encontrados con llegar a este final.... Espero les guste... Dejen sus opinion s por favor....

Bye!!!

solo mio (Mikuxkaito )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora