epílogo

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Po'v normal

Fue mala idea, muy, muy mala idea.

La peor decisión que kaito pudo haber tomado. Un paso seguro a su desgracia y destino final.

Mientras kaito pensaba más y más en su terrible destino, el juego mecánico giraba aún más rápido, podía sentir como todo daba vueltas en su interior.

Si, hizo una apuesta muy tonta, con miku, una chica también muy tonta, pero era un hombre de palabra, y debía cumplir esa tinta promesa; una cita, no tenía nada de malo.

Claro, a menos que la cita fuese en un parque de atracciones, y lo único que atraiga a tu compañera sean juegos del dominio que solo saben girar, y girar.

A su lado, miku no dejaba de gritar y a veces reír, haciendo un comoelto escándalo, él,  por otro lado, parecía no inmutarse, pero la realidad es, que quiere vomitar.

Cuando la máquina del diablo se detuvo, Kaito bajo tratando de mostrar la compostura que lo caracterizaba,  cosa que fue bastante difícil con una Miku mareada y colgada de su brazo, todo le daba vueltas.

— ¿Ahora a cuál deberíamos subir? — luego de que Miku soltara esta pregunta de manera tan despreocupada, las alarmas internas de Kaito se volvieron locas.

— Acabamos de bajar de ese, usted podría sentirse mal si subimos inmediatamente a otro — Miku sonrió amoliamente por la "preocupación de su acompañante"

Pero Kaito solo quería evitar otro endemoniado juego.

— ¡Gracias Kaito, amo que te preocupes por mi! — Poco a poco, Kaito se relajó, ya preparado para llevar a Miku a una banca unos momentos, cuando la muchacha habló repentinamente— Pero estoy perfectamente bien, ¡subamos a todos los juegos posibles!

Infierno, esa era la única manera de describir a este lugar tan horrible.

Luego de unos cuantos tortuosos juegos, Kaito no sabía si podía seguir manteniendo el ritmo, o si su rostro ya no se veía tan tranquilo como antes.

— Señorita Miku, ya es hora de regresar — Miku, que caminaba felizmente a su lado, se detuvo sin más, su mirada gacha, Kaito solo se giró al percatarse de su quietud.

—  Siempre es igual... — Kaito, al no escucharla bien,  decidió acercarse un poco, pero Miku solo retrocedió en respuesta — ¡Siempre es igual contigo! Me llamas señorita, no pro mi nombre, y ahora me das horario de regreso, tampoco haces un intento por volver esto divertido ... ¡¿Eres mi cita o mi guardaespaldas hóy?! ¡Quiero a mi cita, no un guardaespaldas ni una niñera! — sin esperar alguna respuesta, Miku se dio la vuelta y corrió deljos de ahí, perdiéndose en el mar de gente.

— Señorita... ¡Señorita Miku! ... ¡Miku! — Chocando con toda persona que se encontraba, Kaito corrió detrás de la joven, pero con tantas personas fue fácil perderla de vista.

Por alrededor de media hora, buscaba por todo lugar, peor no lograba encontraba, llamarla tampoco sirvió, no contestaba las llamadas, estaba empezando a preocuparse, peor Miku era una persona testaruda, no lo llamaría, ni regresaría, una vez molesta, posiblemente haría lo que quiera.

Ya sin saber si ela seguía en ese parque si quiera, solo le quedó sentarse en una banca.

La realidad, es que no había una hora indicada para regresar.

Y ciertamente no disfrutaba estar de cabeza.

Pero no dijo nada, proque seguía siendo su deber estar junto a ella y cuidarla.

Llegado a este punto, Kaito solo podría pensar que realmente si tiene culpa, aunque debía cuidarla, seguía siendo una cita, debía ser divertido para ambos, demostrar que sus sentimientos a ella eran reales...

solo mio (Mikuxkaito )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora