—¡Rápido, las maletas Ash!
—Pensandolo bien no quiero ir de viaje.
—No puedes echarte para atrás, ahora demasiado tarde.
—Solo cargo las cosas ¡Estoy cansado! Ser asistente de un fotógrafo es complicado.
—No te quejes, veras que valdrá la pena, el lugar es hermoso.
—Y por cierto, ¿cual dices que es nombre del lugar al que vamos?
—Cape Cod.
—Hee… suena muy rural.
—Jaja deja de quejarte y apurate, ya falta poco.
—¡Yes boss!Continuamos acarreando las cosas necesarias. La verdad me entusiasma la idea de salir junto con Ash. Haré que mis días valgan la pena estando a su lado, haciendo lo que tanto quería.
Cojo dos sombreros y coloco uno en la cabeza de Ash que sonríe al verme.
Nos subimos al auto y él insiste en manejar, así que tomo el lugar del copiloto.
Llevo conmigo un par de botanas, las abro y le doy algunas a Ash para evitar que deje de conducir.
El camino es largo, pero cuando estoy a su lado el tiempo se esfuma de la nada. Me alegra estar así con él.Después de unas horas llegamos a nuestro destino.
Una hermosa ciudad rural con el campo verde y árboles frondosos nos da la bienvenida.Dirijo a Ash para llegar a una pequeña cabaña que me han rentado. Una vez ahí, comenzamos a bajar las cosas.
El sol se esta poniendo y no muy lejos de aquí se puede divisar un lago.
Me quedo mirando por un instante el paisaje; este lugar… me relaja bastante.—Eiji todo esta listo para cenar.
—Ash…Me giro para mirarle y dejo sobre él un beso. Continuó besandolo y el coloca sus brazos en mi cintura mientras comienza a recorrer mi espalda. De repente frena.
—¿Que pasa?
—Yo… bueno— se cubre el rostro— es demasiado rápido… ire a preparar la mesa.Corre de mi lado cual niño asustado y comienzo a reír. La verdad es que yo también tengo miedo.
Mi rostro aún no recupera su color. No se que es lo que me pasa, no puedo controlarme. Este lugar me trae tanta paz. No se porque. Es, como si todo alrededor estuviera impregnado de su ser. Un clima tan cálido, suave, un aroma dulce que me estremece.
No quiero lastimarle… siento que si lo beso perdere el control.
Muevo la cabeza y coloco los platos. Al poco tiempo Eiji llega y toma asiento así que nos disponemos a comer.Charlamos durante toda la cena hasta que el sol se oculta por las montañas. Limpio todo y entro en la sala.
—Ash, ¿quieres un poco?— señala un par de cervezas.
—Tienes buen gusto, destapa algunas.Comenzamos a tomar ligeramente la primera lata.
—Ash… gracias.
—¿Porque me agradeces?
—Porque desde que entraste en mi vida, todo ha tomado un nuevo significado.
—En ese caso, yo soy el agradecido. La vida me premio al ponerte en mi camino. Me siento dichoso de tenerte a mi lado.
—¿Tan rápido estas borracho?
—Idiota jajaChocamos las latas y reirmos sin parar.
Pasan los minutos que se convierten en horas, ya ni siquiera estamos sentados en el sofá, nos hemos tirado al suelo bebiendo una lata tras otra.
No puedo dejar de mirarlo. Es tan hermoso.—¿Que miras?
—A ti.
—¿Ya te enamoraste de mi americano estúpido?
—Ja… como no tienes idea.Acaricio su mejilla mientras nos miramos.
—Ash…
—Dime.
—Cuando muera… prometeme que no te cerraras al amor.
—No digas eso.
—Pero…
—Por hoy imaginemos que no pasa nada. No estas enfermo, no hay muerte, no hay dolor… solo estamos nosotros dos. Así que no arruines este momento. Quiero recordarlo así… con el mismo sentimiento que viene a mi ahora.
—¿Y qué es lo que sientes?
—Unas ganas terribles de vomitar jaja
—Jajaja idiotaTomo una vez más su mejilla y beso sus labios. Se acerca hacía mi mientras continua besandome. Paso mis manos debajo de su camisa, su espalda es tan estrecha pero cálida. El recorre sus manos encima de mi uniforme que empieza de desabrochar.
Beso su cuello de manera dulce, dejando besos húmedos desde el centro hasta el hombro. Eiji abre mi camisa por completo y besa todo mi pecho. Continuo besandolo al tiempo que le quito la camisa.
Me coloco encima suyo y comienzo a recorrer su pecho y abdomen, hasta llegar a su pantalón.—Eiji…
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Hall·Tr [Wattys 2019]
FanfictionTras el nuevo régimen del Gobierno estadounidense, sumado a la nueva pandemia que acaba con la población; el presidente Johanes Trilleuer ha decido crear Hall·Tr, un centro de atención que brinda ayudantes para las personas contagiadas hasta su muer...