~ Capítulo 12 ~

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PDV de Adam

Una y otra vez imaginaba las posibles maneras en las que podría estropear esta noche tan especial. Observaba a Brad, quien estaba mirando por la ventana del Uber hacia afuera. ¡Mierda! ¿Por qué tiene que ser tan hermoso?

Tenía una remera algo apretada que marcaba a la perfección su torso y abdomen muy bien trabajados, y unos jeans negros que le quedaban realmente bien. Además, se siente en todo el auto su dulce y sensual colonia, que invita a comer a besos a quien la posea.

Durante el viaje, muchas dudas y pensamientos me atormentaban. ¿Quién estaría allí? ¿Qué pasa si hago algo que avergüence a Brad? Al ser la primera vez que hago esto, no sabía muy bien cómo reaccionar ni qué hacer.

-¿Adam? -preguntó algo preocupado mi amigo, mientras me miraba serio.

-¿Qué pasa? -contesté algo dubitativo.

-Eso te pregunto... ¿Estás bien?

-¡Si! -respondí, algo exagerado. No quería que pensara que la estoy pasando mal o algo de eso. Al fin y al cabo, se esforzó muchísimo para que pueda venir aquí- Es solo que... nada, sigo algo sorprendido de poder estar acá...

-¡La vamos a pasar bien! -Rió, mientras me empujó tiernamente. Hizo que sonriera.

El auto se detuvo y Bradley pagó el viaje. Ambos agradecimos al conductor y bajamos del auto. Mis ojos se abrieron de par en par cuando me encontré frente a la entrada más elegante que vi en mi vida. Nuestro barrio es bastante elegante, pero no lo era como este que estaba visitando.

-¿Entramos? -preguntó Brad, mientras avanzaba de espaldas hacia las rejas, mirándome con una pícara y sensual sonrisa.

-Desde luego.

Comenzamos a caminar por un hermoso camino de piedras. El mismo, era iluminado por unas pequeñas pero muy bellas luces en el pasto. A lo lejos, comenzábamos a ver a algunas personas. El lugar era realmente grande.

-¡Cooper! -gritó un joven que estaba en el equipo de fútbol del instituto. El mismo comenzó a caminar hacia nosotros con un vaso rojo en su mano derecha.

-Mira nada más... ¿Cómo te encuentras Frank? -Brad y este muchacho se abrazaron de forma amistosa.

-Ya sabes, pasando el rato. ¿Cuándo volverás a jugar con nosotros? -preguntó, mientras tomó un sorbo de su bebida.

-No lo sé, viejo. Pronto, quizá. Debo atender algunas cosas en casa primero.

-Entiendo... Sabes que eres siempre bienvenido al equipo. ¿Y tú? -¡Maldita sea! Me miró a mí...

-Hola... Soy Adam. -Extendí mi mano, esperando lo mismo. Sin embargo, Frank comenzó a reír y me abrazó.

-¡Bienvenido! Espero la pases bien... Creo que no nos conocemos, ¿o sí?

-No lo recuerdo... -Su abrazo me dejó algo atónito.

-Bueno, en fin, bienvenido a la casa de la cumpleañera...

-Por cierto, ¿dónde está? -preguntó Brad.

-¿Dónde más? Adentro jugando a algún juego de esos en los que debes besar y toquetear a todos... Sabes cómo es.

-Desde luego... nunca va a cambiar. -Ambos comenzaron a reír. Yo solamente lo hacía para que no crean que no entendía nada.

Luego de un rato, y de estar cada cierto tiempo saludando a alguien ya que Brad es alguien muy conocido, entramos en la casa, donde para mí sorpresa, había aún más gente.

El Final De Todo [+18 • GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora