Efectivamente se acercaba cada vez más a mí. Pareciera que venía en cámara lenta, dejándome apreciar cada centímetro de su cuerpo. Sus largas piernas, esa remera que se pegaba ligeramente a su cuerpo mostrándome la perfección de su torso y abdomen. Sus labios comenzaron a estirarse de una manera indescriptible, formando una sonrisa jamás antes vista en otro ser humano; una sonrisa capaz de poner de rodillas a cualquiera. Eso acompañaba a su mirada tan especial y profunda, producto de unos ojos verdes cristalinos que no quisieras dejar de ver jamás.
-¡Adam! -Me llamó haciendo que mis pensamientos salieran disparados.
-¡Brad! ¿Cómo estás? Perdón, estaba un poco distraído -dije, mientras apartaba la vista.
-No me extraña -añadió sonriendo-. ¿Quieres que nos sentemos juntos?
-Como en los viejos tiempos, amigo.
Ambos caminamos hacia la entrada del instituto, charlando y hablando sobre lo que hizo el fin de semana.
Bradley Cooper, uno de los muchachos más hermosos y simpáticos de todo el instituto. No es de extrañar que todas las chicas estén detrás de él. ¡Perras! Cómo quisiera ahorcarlas.
¿Celos? Un poco. ¿Envidia? Desde luego. Les tengo envidia a las malditas a las que Brad les presta atención. Desearía ser una de ellas.
No debería quejarme. Bradley ha estado conmigo desde que tengo memoria. Nuestra amistad creció de una manera que no podría explicar. Solo sé que él siempre estará para mí y yo para él. Somos mejores amigos, de esos que se juntan casi todos los días para mirar películas, jugar videojuegos, charlar sobre cosas que nos preocupan, comer hasta estallar, llorar cuando algo no sale bien, abrazarnos durante bastante tiempo intentando confortar al otro, dormir juntos...
Debo admitir que no es muy común, pero suele pasar. La confianza que tenemos es inmensa, no hay cosa que no sepamos del otro. Bueno, eso también es un inconveniente para mí, ya que tengo que escuchar de todas las chicas que pasan por su cama. ¡Es un maldito infierno!
¿Que le diga que me gusta? ¡Ni pensarlo! No quiero imaginar qué pasaría si me llegase a rechazar. Creo que no soportaría estar sin él. Es estúpido e ilógico, pero prefiero sufrir a su lado que lejos de él. No quiero correr riesgos.
~ ♥ ~
El timbre del recreo sonó y todos salimos al patio trasero. Allí hay un espacio verde lleno de árboles y bancos donde la mayoría se reúne para poder comer y charlar.
Me dirigía hacia allí cuando una mano toca mi hombro.
-Y así Adam camina decidido hacia el Sauce Llorón -relata mi mejor amiga Claire-, donde sus hojas cuentan la trágica historia de una pobre y solitaria planta donde, con el pasar del tiempo, sus raíces fueron cada vez más profundas, dejando una honda y terrible soledad recorriendo su interior... ¿Qué te pareció? -Me preguntó con una mirada que esperaba aprobación.
-Para serte sincero, me dieron ganas de saber más acerca de ese pobre árbol. -La miré e hice una expresión lastimera.
-¡Excelente! -dijo ella muy feliz, dirigiéndose al banco debajo del ya mencionado Sauce.
Claire Lester, una chica extrovertida, sincera y con una imaginación extraordinaria. Ella puede hacerte viajar por mundos increíbles, contándote en segundos historias fantásticas. La admiro por cómo es. Pero lo que más me llama la atención sobre ella es su voz. Deberían escucharla. Tiene la voz de los ángeles, capaz de enamorar a cualquier ser. Que hablando de ello, aquí viene su enamorado secreto.
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El Final De Todo [+18 • GAY]
Novela Juvenil-Adam... -dijo Brad, mientras miraba mis ojos con cierta inseguridad. -¿Qué pasa? -respondí, mirando sus carnosos labios. -¿Puedes prometerme algo? -Desde luego. -Cuando llegue el fin, ¿te quedarías conmigo? ~ ♥ ~ ESTADO: Completa. Palabras: +65000 ...