PDV de Óscar
De forma pesada abrí mis ojos. Sentía mi cuerpo adolorido. No debería haber bailado como un desquiciado, aunque no me arrepentía de nada. Me quedé un rato en la cama hasta que vi que ya eran pasadas las 11 de la mañana.
Con desgano me levanté y, luego de vestirme, salí de la habitación. Puse agua a calentar y plácidamente me senté en la silla del comedor para leer el diario. ¡Menuda mierda de noticias! ¿Qué me importa si alguien se opera?
Ambos sabemos que sí importa...
¡Cállate! No es lo importante. Estuve unos minutos en la cocina leyendo cuando recordé que anoche mi hijo le diría a Adam todo... ¿Le habrá ido bien? Ahora mismo tenía unas ganas increíbles de patear la puerta y averiguarlo, pero sé que sería algo vergonzoso para Adam ya que él es de perfil bajo, y este tipo de cosas creo que le dan algo de pena.
A pesar de mi negación, una parte de mi me gritaba e imploraba que me acercara y, al menos, oyera. Fue entonces que pensé que era tiempo de limpiar un poco el pequeño hall.
Fui por la escoba y una bolsa para juntar la mugre de los pendejos de anoche. ¡Vaya que son repugnantes! Lo peor fue ver a un gordito vomitar... Satán, no podré sacarme eso de mi cabeza jamás.
Con la ayuda de mi amiga, la escoba, empecé a barrer. ¿Quién quiere limpiar tan temprano? ¡Yo solo quiero escuchar cómo va todo! Es por esto que poco a poco me fui acercando a la puerta. Escuchaba algunos murmullos del otro lado, pero realmente no distinguía si hablaban, si lloraban o si estaban en alguna acción íntima.
Mi paciencia se agotó y, luego de estar unos minutos disimulando que barría, dejé la escoba por ahí y apoyé mi oído en la puerta cual chismoso que soy. Sé que está mal, pero necesitaba hacerlo.
Fue entonces cuando oí que charlaban tranquilos e incluso reían. Una inmensa alegría me invadió, haciendo que mariposas nuevamente mordisquearan mi estómago. ¡Esas malditas!
~ ♥ ~
-¡Chicos, ya está el desayuno! -grité para llamar su atención.
Los minutos pasaron y finalmente los muchachos salieron de la habitación. De algo estaba seguro: todo salió bien. ¿Cómo lo sé? Brad siempre está peinado, tiene una especie de obsesión con su pelo, pero esta vez salió todo despeinado... ¡Todos sabemos lo que significa!
-¿Durmieron bien? -pregunté, sabiendo la respuesta.
-Sí, dormimos como troncos, la verdad... -respondió Brad mientras dirigía una mirada cómplice a Adam, quien estaba poniéndose colorado. ¡Ese muchacho no sabe mentir!
Pasó aproximadamente una hora entre comer y charlar de todo un poco. Hablamos de lo buena que estuvo la fiesta y de lo bien que la pasamos. Luego de terminar, nos pusimos manos a la obra y comenzamos a limpiar el desorden que había quedado de la noche anterior.
Fue un trabajo arduo por parte de los tres, pero pudimos finalizar -para mi sorpresa- bastante rápido. Fue entonces cuando el celular de Adam sonó. De seguro su madre preguntando por él.
-De acuerdo, ahora voy -afirmó el castaño antes de colgar el celular-. Bueno, ha sido grandioso pero tengo que irme.
-Adam -apoyé mi mano en su hombro-, por más fiestas así...
-Desde luego.
Luego de agarrar sus cosas, mi hijo acompañó a su amigo a la puerta. Fue entonces cuando algo inesperado pasó, algo que no creí que sucedería.
-Bueno, nos vemos, Óscar... Chau Brad. -saludó Adam mirando con un rostro típico de enamorado.
Luego de esa clara señal, me sorprendí cuando vi que Brad se acercó y rápidamente le robó un beso frente a mí. Sinceramente me dio ternura, pero a la vez gracia por la cara que puso el menor. El pobre pasó por cada color existente de la vergüenza.
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El Final De Todo [+18 • GAY]
Novela Juvenil-Adam... -dijo Brad, mientras miraba mis ojos con cierta inseguridad. -¿Qué pasa? -respondí, mirando sus carnosos labios. -¿Puedes prometerme algo? -Desde luego. -Cuando llegue el fin, ¿te quedarías conmigo? ~ ♥ ~ ESTADO: Completa. Palabras: +65000 ...