~ Capítulo 34 ~

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PDV de Brad

Mi despertador suena constante mientras en su pantalla muestra que son las 10 am. Algo dormido, refriego mis ojos y me levanto. La mañana parecía tranquila y podía percibir que iba a ser un gran día.

Luego de vestirme, abro la puerta de mi habitación. ¿Cómo explicarlo? De un momento a otro, apareció mi padre con una horrible máscara y gritó como si de un maldito loco se tratase. Claramente me asusté y grité.

– ¡Feliz cumpleaños, hijo! – gritó el mayor mientras introdujo un pene de goma en mi boca, haciendo que quede como un ridículo.

– ¡¿E-Eres imbécil?! – me enojo mientras toso. El desgraciado me había ahogado ya que el dildo llegó hasta mi campanilla.

– A veces sí, pero bueno, no puedo evitarlo. Será mejor que hoy disfrutes. Es tu día...

– Lo sé.

– ¡En fin! Hay que empezar a decorar la casa. Así que ve por las decoraciones y yo, bueno, leeré el diario.

– ¿No debía disfrutar?

– ¿Qué mejor forma de hacerlo que decorando la casa? – ¡Maldito viejo decrépito! – ¡Es broma!

Miraba furibundo a mi padre mientras este solo reía sin parar. Acto seguido, se dirigió a la cocina y me mostró el desayuno que había preparado. ¡Era hermoso!

Había muchísimas cosas sobre la pequeña mesa, y todas ellas de mi agrado. El mal humor que tenía se me fue enseguida. Mataré a ese maldito de un infarto como casi lo hace conmigo, que dé por hecho eso.

Los dos nos sentamos a desayunar mientras hablábamos de trivialidades. Una vez finalizamos, me dispuse a traer algunas cosas para empezar con la decoración. El tiempo pasó volando y se sumaron un par de amigos y amigas que me ayudaron con el tema de la música y para aportar algunas que otras buenas ideas.

Mi padre también trabajó hombro a hombro, siempre haciendo chistes fuera de lugar que hacía que mis amigos lo quieran de padre. ¡El mundo está loco!

La mañana y parte de la tarde pasó fugaz, y todo estaba quedando en su lugar y muy bien. Tanto dentro de casa como fuera estarían las bebidas para aquellos que quieran – osea, todos –, afuera también estaría el DJ y dentro de casa habría música mucho más tranquila. Agregamos unos puff y otros sillones cómodos que mis amigos me prestaron para que todo fuera más íntimo allí.

A pesar de todo, mi mente no estaba completamente aquí. No dejaba de dar vueltas a un asunto que me tiene muy preocupado, ansioso y nervioso, claro está. ¿Qué dirá Adam cuando le diga lo que siento por él? Es algo arriesgado – ahora que lo pienso – decirle en mi cumpleaños. Si me rechaza, claramente arruinaría parte de mi día. Estuve pensando seriamente en si decírselo hoy o en otro momento... ¡No lo sé! De seguro esperaré a que los tiempos se ajusten y cada cosa se dé sola. Pero no puedo negar que todo esto me pone de los nervios.

PDV de Adam

– ¿Hola? – responde una mujer del otro lado del celular.

– ¡Tía! Soy Adam...

– ¡Cumpleañero! ¿Cómo estás? ¡Ay, quisiera estar ahí y comerte a besos!

– ¿Qué? Pero yo no cumplo años...

– ¡Mierda! Bueno, corazón... Debo admitir que estoy algo tomada. Este vodka es muy fuerte.

– Qué raro tú... ¿Cómo te sientes? ¿Estás haciendo todo lo que te dijo el doctor?

– Sí, corazón. Poco a poco me estoy recuperando. De todos modos no fue muy grave lo que sucedió. Hace falta dos bombas nucleares para matarme...

El Final De Todo [+18 • GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora