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Sus brazos estaban cansados y adoloridos, se encontraba en el centro comercial con su madre, está No paraba de comprar cosas para ella y el. No se quejaba de que lo mimara pero sus frágiles brazos ya no podían mas.

- ¿Quieres descansar cariño? -pregunto defendiéndose en una banca.

- Por favor mamá -dejo caer las bolsas al suelo para sentarse suspirando.

- Aish...este niño - se quejó riendo- ¿Quieres un helado?.

- Si es de chocolate, lo acepto mamá -contesto con una sonrisa.

Su madre rodo los ojos y la vio irse hacia la tienda donde vendían helados. El se quedó sentado mirando a su alrededor, tomo su celular para revisarlo un rato.

Se removió inquietó al sentir una mirada en su nuca, no quería mirar para ver quien era, se concentró en su celular pero seguía sintiéndose incómodo. Miro hacia el lugar donde sentía la mirada, había varias personas pero su vista sólo callo en una.

- Otra vez...-susurro mordiendo sus labios.

Jeon estaba a unos pasos de el, al parecer con un amigo aún que ese cuerpo y estatura le recordaba al ladrón. Seguro es el, Jeon no dejaba de mirarlo ¿Qué mierda hacia ahí? ¿por qué Dios lo castigaba?. Con un sonrojo en sus mejillas miro a su celular nuevamente. Pero la mirada atravesaba su nuca.

- Dios, basta~ - se quejó.

Sus nervios aparecieron cuando escucho pasos hacia el, guardo su celular y comenzó a jugar con sus dedos.

- Hola - se escuchó a su lado, miro de reojo al chico y este estaba agachado a su lado- Creo que no hablas -sonrió de lado.

Taehyung suspiro, iba a hacerse pipi otra vez si Jeon no se alejaba, aún no entendía el porque de sus nervios hacia el pelinegro. Sus encuentros son tan raros y llenos de miedo.

- Hey -Jungkook soltó una risa al verlo sonrojado y tímido.

Acerco su mano al mentón de este e hizo que lo mirara, otra sonrisa estúpida apareció en sus labios.

- Comenzaré a pensar que me temes -alzó una ceja coqueto- ¿Es así? -Tae nego viendolo a los ojos.

- ¿Por qué no me hablas? No muerdo, anocer que lo pidas -mordió sus labios al no recibir respuesta.

Taehyung fruncio sus labios tímido, Jeon aún sostenía su mentón, lo estaba tocando, se sentía tan cálido. Paso su lengua por sus labios cuando ambos se quedaron unos minutos mirándose. Dios que hermoso podía ser este chico.

Jungkook bajo su vista a los finos, rojizos labios de el castaño, paso su pulgar con suavidad por ellos, se veían apetitosos, tener ganas de besarlo y morderlo no le faltaban al pelinegro.

- ¿No me sigas tu nombre? -pregunto luego de un rato.

- No...-susurro aún tímido.

- Pues que mal, ¿me lo dirás algún día? -tae asintio- Genial.

- ¡Jungkook vamonos! - llamo su amigo una vez estuco cerca de el.

Jeon asintió viendo como su amigo se alejaba despacio e iba hacia el otro lado del centro.

- Bueno lindura debo irme -dejo de tocar los labios del castaño para pararse- Tal vez nos volvamos a encontrar.

- Si -contesto siguiendo al otro con su mirada, ya estaba más que rojito.

Jungkook mostró una sonrisa coqueta, dejando ver sus dientes, se fue corriendo de ahí para buscar a su amigo. Taehyung soltó una risita Jeon al sonreír le recordó a un conejito, también su corazón golpeaba fuerte contra su pecho.

- ¿Todo bien? Estas rojo Tae -hablo su madre que recién se había indignado en aparecer.

- Esta todo bien mamá -rio tomando su helado para disfrutarlo junto a su madre.

Prohibido // KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora