Juliana abrió los ojos lentamente sintiendo la luz entrar por la ventana. Por un segundo se sintió desconcertada al ver la habitación desconocida en la que se encontraba hasta que los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente.
Una sonrisa se apoderó de su rostro al acordarse de todo lo que había pasado unas horas antes.
Sintió en su cuello la respiración de Valentina e inhaló profundamente para impregnarse de su aroma, el aroma más delicioso que había olido.
Puso sus manos sobre los brazos de Valentina que le rodeaban la cintura y cerró los ojos por unos segundos más, recordando y pensando en lo maravillosa que era su vida desde que su novia había llegado a ella.
No había tenido la mejor infancia de todas y en realidad nunca se había sentido particularmente afortunada o genuinamente feliz, pero todo eso había cambiado en el momento en el que aquella rubia de ojos de cielo había llenado de luz y de sonrisas su vida.
Abrió los ojos y volteó su cuerpo cuidadosamente para quedar frente a Valentina pero tratando de no despertarla. Suspiró al posar sus ojos en ese rostro perfecto.
Su mano derecha subió hasta acariciar dulcemente la mejilla rosada de su novia, sintiendo en sus dedos la suavidad de su piel y colocando detrás de su oreja un mechón que cubría parte de su rostro.
"No sé cómo es posible pero siento que te quise siempre." Murmuró con una sonrisa.
Se quedó admirándola por varios segundos más hasta que la voz de Valentina la sacó de sus pensamientos.
"Siento tus ojos en mi, creepy girl." Dijo con los ojos aún cerrados pero sonriendo.
Juliana soltó una risa ronca. "Perdón, no quería despertarte."
"Too late," Respondió abriendo los ojos. "Pero es la forma más bonita de despertar, por favor despiértame con esta vista toda la vida."
Juliana acercó su rostro con la intención de besarla.
"¡Espera!" Exclamó Valentina. "Morning breath, a mí no me importa pero no quiero que por esto pierdas tu cara de boba al verme." Dijo apretando los labios.
Juliana rió por el comentario. "No me importa tampoco, ¿uno chiquito?"
Lo que comenzó como un pequeño beso pronto se hizo mucho más profundo y apasionado. La noche anterior no había sido suficiente para saciar todo el deseo que sentían la una por la otra.
Poco tiempo bastó para que Valentina empujara a Juliana sobre la cama y se pusiera sobre ella.
Las manos de ambas comenzaron a recorrer el cuerpo de la otra, la noche anterior había estado llena de nerviosismo y dulzura pero ahora parecía que todo eso estaba atrás, la intensidad de sus besos aumentaba y la necesidad que tenían por sentirse incrementaba con cada caricia.
Valentina bajó sus labios al cuello de Juliana y comenzó a besarlo al mismo tiempo que recorría las piernas de su novia con sus dedos. Juliana por su parte hizo su cabeza hacia atrás para darle mejor acceso a su cuello, sus manos recorrían la espalda de Valentina y sus piernas la apretaban fuertemente tratando de sentirla aún más cerca.
Las respiraciones se agitaban cada vez más y los jadeos de ambas invadían la habitación.
Juliana metió su mano derecha entre sus cuerpos acariciando el abdomen tenso de Valentina y bajando lentamente.
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Te cielo
RomanceAU JULIANTINA ¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: Yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.