Te cielo

DIEZ

"Neta no entiendo qué puede ser más importante que estar con papá en estos momentos." Dijo Valentina rodando los ojos mientras esperaba sentada a que Lucho llegara con sus bebidas.

"Servicio express," Lucho colocó las bebidas sobre la mesa y tomó el lugar al lado de Eva. "Ahora si, ¿qué estamos haciendo aquí?"

Eva tomó su vaso y le sopló a su bebida antes de darle un trago."Como ambos saben, papá esta muy mal. El seguro de gastos ha cubierto una parte pero hemos gastado muchísimo dinero en especialistas, hospitales...las cuentas son interminables."

Valentina y Lucho se miraron mutuamente, aún sin entender el por qué de esta "reunión".

"Pero, ¿ha habido algún problema en la empresa? Tengo entendido que todo está bien." Preguntó Lucho muy confundido por la situación.

Eva colocó su vaso en la mesa y continuó."La empresa va bien pero no podemos seguir sacándole tanto dinero, vamos a irnos a la quiebra si seguimos así. Necesitamos nuevos inversionistas, papá está de acuerdo en vender parte de las acciones."

"Sigo sin entender por qué me estás diciendo esto a mí, deberías verlo con los abogados o hacer una junta en la que estemos todos." Respondió Valentina un poco harta de tener que estar teniendo esta conversación ahorita en lugar de estar con su papá. "Además, ¿qué tiene que ver Lucho con todo esto?" Valentina se giró hacia él y continúo. "¿Vas a comprar acciones tú?"

"Valentina, sabes que quiero a toda tu familia y si estuviera en mis manos los apoyaría como fuera pero obviamente no tengo ese dinero."

"Tú no, pero tus papás si." Interrumpió Eva. "He estado platicando con ellos, están de acuerdo en invertir a cambio de cumplir algunas condiciones."

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"Me imagino que las condiciones eran que te casaras con Lucho." Dijo Juliana rodando los ojos.

Ambas seguían sentadas en la cama de Valentina una frente a la otra.

"Entre otras." Respondió Valentina.

Juliana se quedó en silencio unos segundos observando a la mujer que en algún momento de su vida fue la persona más importante para ella. Tanto tiempo había esperado el momento en el que pudiera tener una explicación a todo esto y ahora que la tenía en frente no sabía qué preguntar o qué decir. Esperaba poder encontrar las respuestas en sus ojos. "¿Así de fácil aceptaste?"

Valentina abrió la boca sorprendida y frunió el ceño. "¡Por supuesto que no!" Exclamó ofendida. "¿Qué me crees? Obviamente en cuanto supe lo que querían le dije a Eva que no y me fui de ahí. Lucho tampoco estaba de acuerdo, ninguno de los dos queríamos hacerlo."

"¿Qué cambió entonces? Porque menos de dos meses después de ese día estabas casada con él." Dijo tratando de contener las lágrimas al recordar aquella mañana cuando despertó sola en el departamento.

Valentina suspiró antes de empezar a contarle todo. "Tal vez nunca puedas entenderme, mucho menos perdonarme pero... tienes que saber que todo se volvió muy difícil para mí. Eva se la pasaba presionándome, todos los días me buscaba para decirme que tenía que hacerlo y que era lo mejor para papá y para la empresa, la mamá de Lucho comenzó a llamarme también para tratar de convencerme." Dijo esta última palabra haciendo comillas con las manos. "Incluso los accionistas de la empresa empezaron a presionarme en cada una de las juntas a las que asistía. Juls, mi papá se estaba muriendo y lo único que quería era que todos me dejaran en paz. Me trataban como si fuera una niña berrinchuda por decirles que no, como si fuera mi obligación hacer esto para salvarlos a todos." Lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Valentina y su voz se entrecortaba por el nudo que se había formado en su garganta. "Aún así seguí negándome porque con la única persona en este maldito mundo con la que alguna vez soñé con casarme eras tú." Llevó sus manos a su enrojecido rostro tratando de calmar su llanto. "Tú eras la única con la que imaginaba tener una boda y hacernos viejitas juntas. No es una justificación pero solo tenía 25 años y sentía como si tuviera que cargar al mundo entero en mis hombros."