Cuando se separaron del abrazo, Izuku limpió sus lágrimas con la manga de su saco e intentó darle una sonrisita al grupo de chicos que tanto quería.
—Me alegra tanto verte —volvió a decir Uraraka, y hablaba muy en serio, la alegría se transmitía incluso en su voz y en su linda sonrisa. —Aunque me preocupa cómo estás, ¿te parece si te sientas y lo hablamos?
Izuku solo asintió y fueron a la barra a sentarse, el bartender tanto por cortesía y por un poco de lástima hacia a aquel chico, le tendió una bebida y la dio una sonrisa de complicidad.
Al ver la cara sorprendida del pecoso, dijo:
—Invita la casa, no te preocupes.
A pesar de que el alcohol no era su amigo, decidió tomar la bebida y así relajarse un poco ya que, sinceramente, lo necesitaba demasiado.
Y de una simple bebida, pasó a una copa, dos, tres e incluso toda una botella de alcohol, mientras las tomaba iba contando poco a poco lo que le había pasado en el año que no vio ni a Katsuki, a Todoroki y a Kirishima. Aunque contaba con lujo detalle los acontecimientos del último mes, pues las cosas se habían tornado más pesadas de lo común y su mente le decía que no podría más con ese trato, aún cuando su corazón decía que amaba a su novio y sería capaz de todo por él.
—...Y pues eso es lo último que me pasó —terminó de decir, tocando su mejilla herida.
Sus amigos mantenían la mirada baja y los puños apretados mientras pensaban en que no lo habían ayudado, excepto Katsuki, quien irradiaba una gigantesca ira y pensaba que si no lo había ayudado antes, lo ayudaría ahora a toda costa.
Gracias al alcohol en su sistema, Izuku no sentía incomodidad al haber contado todo eso no solo a sus amigos, sino a las otras dos personas que podía ver en el lugar. Un pelinegro de mirada clara y el elegante bartender también escucharon su historia, y aunque solo conocían al peli verde a través de historias de los otros chicos, sentían ahora lo mismo que ellos, un extraño sentimiento nació desde lo profundo de sus interiores que pedía que lo cuidaran, pues un chico tan dulce e inocente como Izuku era muy difícil de encontrar, lastimosamente era un chico demasiado iluso.
—Realmente no puedo creer cómo estás, Deku —habló Katsuki. —Y pensar que ese bastardo de Chiskai se veía tan dulce contigo, ahora que lo pienso era demasiado empalagoso, no debí fiarme de ese estúpido.
—Aunque, haré que pague lo que te hizo, no va a salir ileso de esto—agregó.
Izuku quiso sonreír pero sintió unas fuertes punzadas en su corazón, sintió como le pesaba y un mal sabor de boca le inundaba al escuchar la última frase, sí, le había hecho daño pero lo seguía amando de una manera tan fuerte que le dolía pensar en su sufrimiento.
Un sonoro suspiro se escuchó en el ahora silencioso bar.
—Mira que estoy siendo paciente contigo, y te conozco tan bien... —dijo Katsuki, tratando de mantener su voz calmada, pero el golpe que dio en la mesa delató su furia. —¡Sé lo que estás pensando, idiota! Y, me enferma que quieras proteger a ese bastardo...
El rubio estuvo a punto de gritar, pues el nivel de su voz iba en aumento, pero se escuchó la puerta rechinar y se detuvo, Katsuki vio quién había salido por fin del cuarto de empleados y como no le importaba su presencia, comenzó a gritar.
La curiosidad picó a Izuku, y un nuevo sentimiento golpeó su cuerpo, sentía que estaba a punto de ver algo muy importante, e intentando ser lo más discreto posible volteó la cabeza, mala idea...
Acababa de entrar un muchacho alto, de cabellos celestes y largos, tenía ojos carmín y una mirada tan penetrante que Izuku sintió que con tan solo mirarlo ya sabía hasta sus más profundos secretos. Su apariencia parecía desaliñada pero a la vez increíblemente encantadora, la ropa de mesero que traía se ajustaba perfectamente a su cuerpo, y aunque quiso fijarse en más cosas, su mente se había perdido en esos lindos ojos.
Tan misteriosos, tan profundos y su color tan intenso, sentía su alma quemar con mirarlos y como una llama crecía en su interior, por primera vez después de años que conoció a Chisaki, sintió como sus mejillas se tornaban rojas y su pulso se aceleraba con tan solo sentir como aquellos ojos se mantenían en él.
Quizás era por el alcohol, por los gritos de Katsuki que se escuchaban de fondo o, por la complicada situación sentimental por la que estaba pasando, pero al conectar miradas con el desconocido sintió como si hubiera sido transportado a otra dimensión, y realmente sentía un inmenso deseo de mantener por toda su vida el contacto visual con el extraño.
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¿les gustó el capítulo? uwuiba a actualizar como a fin de mes pero nah
el día que mejore mi técnica de dibujo haré un dibujo de Tomura en el traje de camarero ggg
.090919
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Querido Izuku
FanfictionDonde Izuku tiene una relación tóxica con Kai, y Tomura es su única salvación. •AU Quirklees. •ShigaDeku •ChisaDeku