vii

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¿Deku-kun?

—Uraraka... Umm...¿Dónde estás?

Silencio en la línea.

—Yo... Quiero hablar contigo, no sé qué pasa, estoy cansado de estar aquí, jamás pensé que llegaría a temerle a Kai. Te necesito, todo es muy confuso.

Izuku no lo vio, pero una pequeña sonrisa se asomaba en el rostro de la castaña y, la esperanza de que la situación de su amigo mejorará llenó su interior.

Estoy en el lugar que indica la dirección del papelito que te di, te dije que siempre estaríamos aquí esperándote.

Sin pensarlo, Izuku colgó la llamada y cogió el papel rosado, comenzó a pensar en cómo saldría sin tener que toparse con Chisaki. Los nervios y el miedo lo hicieron pensar rápido y terminó saltando de la ventana del segundo piso.

Sabía que podía saltar desde ahí de manera segura, había visto antes como alguien lo hacía y salía en una pieza. Y para su suerte, él también salió ileso del salto.

Mientras sacudía su ropa para sacarle el polvo, podía escuchar los gritos de su novio pidiendo al parecer que le abriera la puerta, iba entrar a calmarlo hasta que recordó a qué lugar se dirigía ahora y porqué había salido de casa.

A paso rápido comenzó a caminar, temía que en cualquier momento Kai se diera cuenta que no estaba en casa y saliera a buscarlo, si eso pasaba no saldría ileso para nada.

Terminó corriendo y cuando llegó al lugar indicado sintió como un balde de agua helada le caía encima. Era un bar.

Los bares jamás habían sido del gusto de Izuku por dos razones; una porque no le gustaba beber, y la otra era porque allí pasaba su novio todas las tardes, y aunque no le gustaba aceptarlo, sabía que allí también lo engañaba todos los días.

Pero mientras intentaba calmar su agitada respiración, pensó que quizás a ese bar no había entrado Kai pues ahí estaban sus amigos. Así que, dándose aliento a sí mismo, entró al bar y escuchó como una suave campana sonaba y todas las personas en el lugar voltearon a mirarlo.

Estaban ahí todos sus verdaderos amigos, quienes lo miraban con una preocupación tan inmensa que se echó a llorar en el umbral del bar.

Uraraka fue la primera en reaccionar, se dirigió a la puerta del bar y con un fuerte abrazo saludó a su mejor amigo.

—Pensé que no ibas a venir —susurró.

Luego al abrazo se unieron Todoroki, Katsuki y Kirishima, quienes aún estaban sorprendidos de ver cómo estaba su amigo pecoso después de no verlo durante meses, les partía el corazón ver tan acabado a quien en algún momento fue el más alegre del grupo.

Izuku seguía llorando en los brazos de sus amigos, y ahí, mientras sentía el calor y la seguridad que ellos le brindaban, se dio cuenta de cuánto los extrañaba y necesitaba realmente.


































































































































































































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no iba a actualizar tan rápido, pero ayer en clase no tenía algo qué hacer así que me puse a escribir el capitulo.

a qué no adivinan con quién se va a encontrar Izuku asjkaj

nos vemos en un mes ahre

;;280819

Querido IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora