Querido Izuku

xvi

Si Izuku antes no quería dormir ahora menos, ya se había despedido de Tomura, pero los nervios que sintió cuando estuvieron a punto de besarse permanecían ahí, además estaba el cosquilleo que estaba en su mano luego de que Tomura la soltara. Todo estaba lleno de sensaciones que Izuku no podía comprender, y muy en el fondo tampoco quería.

Y aunque tenía varias cosas en la mente, a penas su cuerpo toco la cama el sueño le invadió rápidamente y se durmió.

Al otro día todos estaban alegres y eran bastantes ruidosos, lo que terminó despertando a Izuku, quien dio unas vueltas en la cama antes de despertarse de lleno al caerse de la cama.

Justo al mismo tiempo, Uraraka entró a la habitación, de nuevo con una patada; Izuku comenzaba a pensar que en realidad sí le gustaba abrir las puertas a patadas y no era porque tenía las manos ocupadas.

—¡Oh, Deku–kun!, ¿Qué haces en el piso? —preguntó con un rostro que demostraba su sorpresa.

—Estaba abrazando al piso —dijo de manera sarcástica mientras sonreía.

—¿En serio? —ahora la castaña parecía más sorprendida.

Izuku inmediatamente recordó que ella no reconocía el sarcasmo fácilmente, así que suspirando se levantó y dijo:

—No, era un chiste —aclaró mientras pasaba la mano por su cabello. —Mejor dime, ¿ya desayunaron?

—No, venía aquí para decirte que fueras a desayunar con nosotros —rio un poco luego de hablar.

—Claro, ya bajo, espérame unos minutos mientras arreglo la cama y ya estaré allí —dijo, mientras tomaba la sábana y la almohada que se había caído junto a él al piso.

—¡Está bien! —sonrió y alzó su pulgar en aceptación, ya estaba cerrando la puerta de nuevo cuando se devolvió a decir algo más:

—Por cierto, Deku–kun, mi celular está cargando ahí en la mesa de noche, si suena mientras arreglas la cama, por favor contesta, puede ser de alguno de los lugares en los que solicité trabajo la semana pasada.

—Claro —dijo sin mirarla, observando el lugar en el que yacía el celular.

Luego Izuku escuchó como su amiga cerraba la puerta y las voces de los demás se hacían mas fuertes, también gracias a la luz que entraba de los huecos entre las cortinas podía darse cuenta que el día estaba soleado y eso era perfecto para dar alguna vuelta por ahí o hacer algún juego tonto con agua. Después, justo cuando ya había terminado de tender la cama y simplemente estaba admirando lo que acababa de hacer, el celular de la castaña comenzó a sonar, era un número desconocido así que podría ser de algún trabajo, sin dudarlo dos veces Izuku contesto.

—Hola, ¿Con quién hablo?

Pero se arrepintió en el mismo instante que escuchó la voz de quien estaba al otro lado de la línea.

—En verdad que la vida me sonríe, ¿No es así, amor?

E Izuku podía escuchar la burla con la que decía tan solo esas palabras, pero a la vez transmitían una frialdad que hacían temblar al pecoso. Sin embargo, no contestó a su pregunta.

—Mmm, ya veo, estás un poco tímido de nuevo, creo que fue mala idea dejarte ir... —murmuró algunas cosas que fueron inaudibles para Izuku, que sin poder controlarlo había comenzado a temblar aún más. —Pero ya me cansé de esto, vuelve a casa Izuku, no me hagas ir al pueblo en el que te estás quedando —hablaba y el tono de su voz se hacía cada vez más bajo y dulce a través de la línea. —Estoy muy preocupado por ti, vuelve, sabes que es lo mejor para ti, amor.

Y la llamada fue cortada.

Izuku estaba en blanco, con muchas preguntas en su cabeza pero con un miedo que crecía lentamente dentro de él y cada vez se hacía mas grande, sentía el cosquilleo entre sus dedos y una parte de él sentía la necesidad de cumplir lo que le acababan de decir: debía irse ya, empacar en ese mismo momento y volver a su hogar. Remarcando en su mente el "hogar", ese lugar del que había escapado y le traía recuerdos agridulces.

Podría pensarlo más tiempo, pero el grito de Uraraka interrumpió su burbuja.

—¿No que ya ibas a bajar, Deku–kuuuuuuuuun? —gritó.

Claro, primero tenía que desayunar, pero en realidad ¿Era tan necesario irse?

Desde hace mucho que no estaba junto a sus amigos, ¿Qué era más importante, cumplir con lo que Kai le había dicho, o pasar un tiempo con sus amigos luego de casi dos años?

Kai. Él era quien había estado con él todo este tiempo y lo quería, lo amaba ¿No era así?

Ya sentado en la mesa, con el desayuno frente a él y sus amigos junto a él, su mente seguía divagando acerca de lo qué era más importante, o otras cosas acerca de la llamada.

¿Desde dónde había llamado Kai? No era su número personal, o si no desde el primer momento habría reconocido el número, y de un amigo... Izuku no conocía a los amigos de Kai así que tampoco podría decirse que sería de alguno de ellos...

—¡Hey, Izuku! ¿En qué tanto piensas?

Y ahí le interrumpió sus pensamientos nadie más que Tomura, quien le miraba fijamente con sus ojos carmesí adornados por un brillo de curiosidad y una sonrisa que iluminaba su rostro.

—E-en nada, haha —respondió Izuku nervioso ante su presencia y mirada, le sorprendió de tal manera que sin quererlo dejó escapar una risa nerviosa al final de la frase, justo en ese momento a la mente de Izuku llegó el recuerdo de la noche pasada y terminó poniéndose nervioso aún más.

—Mmmmm —murmuró algo inaudible y luego comenzó a comer, parecía inconforme con la respuesta del pecoso pero no musitó alguna palabra más.

.
volví jsjsjsja

me leí algo de Harada y pensé que sería más tóxico pero tenía una linda metáfora detrás (el manga del ángel, se me acaba de olvidar el nombre ups), igual en el momento se me pasó pero gracias a la persona que me recomendó obras de Harada-sensei 💕

Y por último, aunque comúnmente no hay muchos comentarios hay algunos que no he contestado porque estuve fuera de Wattpad por un tiempo sorry

27052020;;