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Su mente era un caos. Unos ojos de color esmeralda lo miraban fijamente y tan solo ver el brillo de estos reflejados hacía que en su estómago se formara un nudo.

Y es que no eran solo esos lindos ojos que jamás había visto, sino el dueño de estos. Su cabello verde revuelto, piel tan blanca cual porcelana con subtonos rosados sobre sus mejillas, la punta de su nariz y un poco en sus orejas, debajo de sus espectaculares ojos tenía unas pecas que parecían haber sido puestas de manera minuciosa y que lo hacían ver increíblemente más hermoso. Aunque mientras miraba su rostro, se encontró apretando los puños de sus manos al ver que tenía lastimada una de sus mejillas y sus ojitos un poco hinchados, como si hubiera llorado.

Lo que vestía era lo de menos, pero le llamó la atención verlo con un poco de tierra y polvo en su ropa. Además pudo ver que alrededor de él tenía varias copas vacías, lo que indicaba que seguramente estaba ebrio, era sorprendente que alguien se pudiera ver tan bien estando alcoholizado.

Comenzó a haber contacto visual entre los dos y los dedos de sus manos iniciaron a cosquillear levemente, pero finalmente un color rojo cubrió sus mejillas al ver la preciosa sonrisa que tenía el desconocido peli verde. Al sentir el calor apoderarse de su rostro decidió acabar con el contacto visual, intentó caminar hacia la barra ignorando los ojos que seguían sus actos, además que al fondo estaba gritando un chico rubio que muy en el fondo le caía mal.

Sus pasos resonaron fuertes y no parecía que estaba teniendo un conflicto consigo mismo en su interior, los chicos voltearon a mirarlo pero le restó importancia rodando los ojos.

—Kurogiri —lo llamó y el tipo no dudó dos veces en atender su llamado. —¿Qué está pasando aquí?

—Problemas amorosos.

El peli celeste asintió un poco inconforme con la respuesta y luego intentó comprender qué era lo que estaban gritando pero su mente estaba en toro lugar.

Kurogiri no dio detalles de la situación por dos razones, era algo que no lo incumbía en lo absoluto y además, normalmente Tomura no se interesa en lo que pasa si no está involucrado directamente.

—Hmm, ¿y este quién es? —preguntó señalando a Izuku.

—Según lo que he escuchado, se llama Deku, pero no estoy seguro.

Tomura formó una mueca con sus delgados labios. Deku era un nombre bastante extraño.

—¿D-deku? —Izuku susurró y sonrió mostrando sus encías. —Me gustaría más que tú me llamaras Izuku.

Tomura abrió sus ojos como platos, pues por un momento olvidó que el chico estaba allí, también se sorprendió por la sugerencia de sus palabras. Pero en vez de seguir sorprendido le sonrió como respuesta y de inmediato pensó que Izuku era más bonito, como él.

—Tomura —dijo y volvió a mirarlo de manera intensa. —A mí me gustaría que me llamaras Tomura.























































































































































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este es uno de los únicos capítulos que tendrán la perspectiva de Tomura, es que me moría de ganas de describir a Izuku jejeje

espero que les haya gustado aunque no avance en la trama nada nadita además de la "presentación" básica

.031019

[♡]

Querido IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora