Capítulo 1.(corregido)

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***

Antes de que las nuevas generaciones se convirtieran en adolescentes hormonales y rebeldes, las tres tribus vivían en paz y armonía.

En una de las humildes casas hechas a base a de adobe, vivía un pequeño niño pelirrojo llamado Kirishima. Él vivía feliz junto a sus padres, adoraba jugar con otros niños y estar al aire libre el mayor tiempo posible.

Un buen día, cuando él apenas tenía siete años, le hizo una pregunta a su madre.

—Mamá, ¿cuando sabré si soy alfa, omega o beta?

Su madre, que estaba haciendo un estofado con dos conejos que su marido había cazado, le miró con sorpresa pues no esperaba que su inocente hijo tuviera ya curiosidad por esos temas.

—Cuando cumplas trece años y te hagan la prueba de las hierbas y el agua.

—¿Y cuál es esa prueba?

—Es una prueba en la que las curanderas te dan unas hierbas que debes machacar con tus manos y luego mezclarlas con agua. Si el olor es floral, eres omega. Por el contrario, si eres alfa, el olor será afrutado y si eres beta, el olor de las hierbas no cambiará. ¿Por qué la pregunta, hijo?

—Es que...Creo que me gusta alguien.—Admitió sonrojado.

—Aww, ¡eso es muy tierno, mi niño! Y dime, ¿quién es?

—¡Es un secreto!

—¿Ni siquiera a tu madre le contarás?

—No, hasta que no sepa lo que somos, no te lo diré.

Su madre puso ojos de cachorro pues ella quería saberlo y pensó que así podría convencer a su hijo.

—Por favor, dímelo.

—Lo siento, mamá. No puedo.

La omega suspiró derrotada.

—Está bien, tú ganas. Pero me lo tendrás que contar, ¿vale?

—¡Sí, prometido!

—Muy bien, así me gusta.

La pelirroja acarició la cabeza de su hijo con ternura y siguió cocinando durante un rato.

"Definitivamente, este niño será un alfa. Lo presiento."—Pensó orgullosa.

***

Seis años después...

Eijirou, siendo ya un adolescente, corría a toda prisa a su casa pues ya conocía su género secundario y de la persona que él consideraba que sería su futura pareja.

—¡Mamá!—Exclamó nada más entrar a su casa.

La mencionada dio un respingo al oír a su hijo y fue hacia él cargada con una gran cesta de mimbre en la que había varios tipos de fruta.

—¿Qué sucede, Eijirou?—Le preguntó preocupada.

—Tengo algo que decirte, ¿recuerdas la promesa que te hice cuando tenía siete años?

La omega se quedó pensativa durante unos segundos tratando de hacer memoria.

—Umm...¿Cuál de ellas? Me hiciste muchas a esa edad.

—La de aquella vez en la que te confesé que me gustaba alguien.

—¡Ah, eso! Sí, lo recuerdo. ¿Entonces ya sabes tú género?

—Sí, las curanderas me hicieron la prueba con las hierbas y el agua. ¡Soy un alfa!

—¡Qué alegría, hijo! ¡Sabía que serías un alfa!

Su madre le abrazó con efusividad.

—Je, je, gracias, mamá.

Estuvieron un rato abrazados hasta que al fin se separaron tras unos segundos.

—Pero cuéntame, Eijirou. ¿Quién es la persona que te gusta? ¿Es la misma que cuando tenías siete años? ¿Es omega o beta?

—Sí, lo es. Bakugou es un omega, algún día quiero marcarlo.

Su madre se quedó perpleja.

—¿Bakugou? ¿Ese chico tan problemático y agresivo es un omega?

—Sí.

—Wow, siempre pensé que sería alfa...

—Pues te equivocaste pero, ¿qué opinas? ¿Estás de acuerdo con que algún día sea mi pareja?

—Si te hace feliz, ¿por qué no iba a estarlo?

Eijirou sonrió ampliamente, se sentía feliz al escuchar a su madre decir eso.

—Por cierto, mamá. No se lo digas a nadie, es un secreto entre nosotros.

—Obvio que no se lo diré a nadie, cariño. Ahora ve a buscar a tu padre para ver si ya pescó los peces que le dije.

—Vale, ahora vuelvo.

El joven alfa salió corriendo de su casa muy felizmente, ignorando todo lo que se vendría encima.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí el primer capítulo!

Tal vez me haya quedado algo raro pero es que es introductorio XD

¡Espero que os haya gustado!



Tribus.[Kiribaku](Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora