Tribus.[Kiribaku](Omegaverse)

Capítulo 10.

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Kirishima y Shinsou se empezaron a alejar de la casa de Bakugou, pensaban que, a pesar de haber fracasado en su intento por acercarse a él, al menos no les habían pillado merodeando por la zona omega pero se equivocaron.

—Nahuri, creo que hay alfas por aquí.—Dijo una voz femenina desconocida para ellos.

—Yo también lo creo, acabo de detectar dos olores distintos cerca de aquí. Vamos a por ellos.

Ambos alfas pudieron escuchar a los dos omegas que patrullaban y sintieron mucha inquietud. Debían irse de allí cuanto antes.

—Vámonos de aquí, ya. Rápido.—Susurró Shinsou.

—Sí, antes de que nos encuentren.

Los dos aceleraron sus pasos sin hacer demasiado ruido.

"Encima que no conseguimos nada, ahora estamos en problemas. Maldita sea."—Pensó Eijirou muy molesto y frustrado.

Avanzaron rápidamente, ya casi estaban a punto de salirse de la zona de La Tribru del Cisne mas, cuando menos lo esperaban, escucharon las voces de los omegas de antes.

—¡Alto ahí, alfas!—Exclamó una voz femenina tras ellos.

Shinsou y Kirishima no tuvieron otra opción que hacer caso. Así que no dieron un paso más y se giraron para ver a los omegas. Uno era un hombre y el otro una mujer. Ella tenía el cabello largo de color violeta y los ojos marrones, su apariencia era delicada, como la de cualquier omega. El omega masculino poseía un cabello azul marino trenzado y los ojos del mismo color, su complexión era fuerte.

—¿Quienes sois? ¿Qué hacéis aquí?—Cuestionó la omega.

—Yo soy Eijirou Kirishima y él es Hitoshi Shinsou.—Respondió señalando a su compañero.—Nosotros no hacíamos nada malo, sólo paseábamos.

Los dos omegas los miraron con sospecha.

—¿A estas horas?—Preguntó el hombre omega.

—Sí, es que no podíamos dormir y...—Dijo Shinsou tratando de corroborar la mentira que acababa de decir Eijirou.

—¡No mintáis! Es obvio que habéis venido aquí a "cazar" algún omega. ¿Acaso no sabéis que está prohibido rondar a omegas no marcados por la noche?—Habló la mujer.

—Sí, pero no estábamos haciendo eso.

—¿Nos tomáis por idiotas? Hemos escuchado parte de vuestra discusión con el omega Bakugou, niños escandalosos.—Continuó cuestionando la mujer.—Sed honestos y confesad.

Los alfas no tuvieron más remedio que confesar.

—Está bien, es cierto que hemos venido para ver a un omega pero no íbamos a aprovecharnos de él. Solamente queríamos hablar, nada más.—Admitió Eijirou.

—Está bien, informaremos a Aizawa de esto inmediatamente. Id mañana a su cabaña para que os informe de vuestro castigo.—Dijo la omega.—Por cierto, ¿hay más alfas por aquí a parte de vosotros?

—No, no los hay.—Respondieron a la vez.

—No me lo creo. Vamos a inspeccionar, Nahuri.

—Sí, vamos, Yukino.

Entonces, ambos se marcharon en busca de los otros alfas. Kirishima y Shinsou se sintieron culpables al saber que serían los causantes del fracaso de su plan.

Seguramente, al día siguiente, sus amigos se lo echarían en cara.

—La cagamos, Shinsou.

—Sí, todo por tu culpa. Por no ser capaz de controlarte.

—¿Qué? ¡¿Pero si tú tampoco te has controlado?!

Los dos se miraron con odio, iniciando otra infantil pelea.

—Tsk, realmente no tienes remedio, Kirishima. A partir de este momento, no me consideres amigo tuyo.

—Lo mismo digo, Shinsou.

Marcharon a sus hogares en silencio, con ambiente cargado de tensión entre ellos. Sólo deseaban que sus compañeros alfas tuvieran más suerte que ellos.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!