Tribus.[Kiribaku](Omegaverse)

Capítulo 14.

***

Shinsou y Bakugou continuaron hablando durante todo el camino y Kirishima no pudo hablar con él hasta que hubo finalizado la repartición. Entonces todos los jóvenes se reunieron cerca de un riachuelo para relacionarse entre ellos. Eijirou se dio cuenta de que Bakugou ya no estaba con Hitoshi, así que decidió aprovechar.

"Está solo, es mi oportunidad para hablar con él."

—¡Bakugou!

El omega, al oír su voz, volteó su rostro hacia Kirishima.

—¿Qué quieres, pelos de mierda?

—Quería pasar un rato contigo, hace tiempo que no hablamos y echo de menos nuestros momentos juntos.

Katsuki sintió en ese instante una sensación cálida en su pecho, las palabras de Eijirou le complacían pues él también había extrañado estar en compañía del alfa.

"Este idiota siempre me hace sentir raro..."

—Vale, como sea.

Se sentaron en el verde y fresco césped, algo alejados de los demás.

—Bakugou, últimamente has estado mucho con Shinsou...¿Acaso te gusta?—Preguntó sin poder soportar más la incertidumbre.

Katsuki meditó por unos segundos su respuesta. El omega recordaba la confianza que le inspiraba el chico ojeroso, admitía que era un tipo interesante mas no sentía atracción por él solamente Eijirou provocaba lujuria en su cuerpo. Bakugou era muy consciente de lo que ello significaba.

—No, no me gusta. Sólo es que no me resulta molesto.

Su respuesta tranquilizó a Kirishima.

—Ya veo... Así que te cae bien después de todo. Es bueno que hagas nuevos amigos.—Dijo sonriendo felizmente sabiendo que Hitoshi no era rival para él.

—¿Ah? ¿Qué te hace tan feliz?

—Eh...Nada, no es nada je, je.—Rió nervioso.

Bakugou obviamente sabía que Kirishima escondía algo mas prefirió no decir nada.

—Sí, como no...Kirishima...Tú...¿De verdad quieres que sea tu omega?

—Sí, es algo que he querido desde hace tiempo. Bueno, para ser sincero, lo que realmente he deseado desde que te conocí; ha sido permanecer a tu lado. Esa siempre ha sido una de mis mayores ilusiones.

—¿Y si hubiese sido alfa? ¿Hubieras buscado a alguien más? Porque sabes muy bien que las relaciones entre alfas son tabú y el castigo es el exilio.

—Aunque hubieses sido un alfa, mis sentimientos por ti seguirían siendo los mismos. Yo estoy enamorado de ti desde que te vi por primera vez y haré lo que sea para que me aceptes.

En cada palabra que Eijirou pronunciaba, se notaba la pasión y la sinceridad que en ellas ponía. Katsuki le escuchaba atentamente, queriendo mostrarse neutral.

"A mí también me gustas, idiota. Es sólo que no quiero ponértelo fácil, haré que trabajes duro."

—Está bien pero que sean los hechos lo que hablen por ti, no tus vacías palabras.

—¡Claro que sí! ¡Que no te quepa ninguna duda!

Desde aquel día, Kirishima se tomó muy en serio las palabras de Bakugou. No le decepcionaría.

***

Entre tanto, no demasiado lejos de allí, se encontraban Yaoyorozu y Jirou; las cuales hablaban con calma hasta que Kyoka cambió de tema de conversación.

—Yaoyorozu.

—Dime, Jirou-san.

—Me enteré del castigo que os han puesto por haberos colado en la zona omega.

Justo en ese instante, el semblante de Momo; cambió a uno avergonzado.

—Así que lo sabes...

—Sí, por eso he decidido que no me uniré a nadie en el emparejamiento de primavera. Iré al de verano.

Momo no se lo podía creer.

—Pero...¿Por qué?

—Porque la persona que me interesa no estará allí, así que no tiene caso que vaya para eso. No si no estás tú. Por lo que, Simplemente iré a mirar, quiero ver qué parejas se forman.

La alfa continuaba sorprendida, no terminaba de creerse lo que oía. ¿Sería ella la razón por la cual no acudiría?

—Jirou-san...¿Acaso te estás declarando?

La omega se puso roja como un tomate. Su amiga había dado en el clavo.

—A-algo así.

Entonces, Yaoyorozu tuvo el impulso de agarrar, con delicadeza, las manos de Kyoka para que ésta la mirase a los ojos.

—Jirou-san...¡Prometo dar lo mejor de mí si me aceptas como tu alfa! ¡Sólo espérame, por favor!

La chica, estando sorprendida por la reacción de Momo, recobró la compostura y le dedicó una tierna sonrisa.

—Lo sé, Yaoyorozu. Te esperaré.

El corazón de la azabache palpitó con mucha intensidad, casi pensaba que aquella situación era un sueño.

—Gracias, Jirou-san. No te arrepentirás.

Yaoyorozu y Jirou acababan de escoger un destino juntas, uno en el que albergaban la esperanza de crear juntas una vida feliz en común.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!