CAPÍTULO VII

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-VII-

-Sakura ya es hora, todos te están esperando.-escuchó la voz de su madre.

-Mamá ¿qué ocurre?- Sakura se frotó los ojos.

-Hoy es el cumpleaños de Sasuke, todos partiremos pronto a la mansión de Madara.-

Sakura se incorporó rápidamente, recordando porque tenía tanto sueño, se había quedado casi toda la madrugada pensando en Sasuke y lo que les deparaba el destino, que en cuanto se quedó dormida, se perdió en el mundo de los sueños.

-Lo siento mamá, tenía mucho sueño.-

-Sasuke no quiso despertarte antes, me dijo que merecías dormir un poco más, hasta ahora me pidió que lo hiciera. Le están dando instrucciones de lo que tiene que hacer.-

-Ya veo.- Sakura se entristeció un poco, ya era el cumpleaños de Sasuke y aunque le deseo felicidades, fue mientras dormía, ni siquiera tenía un obsequio para él. Ahora se imaginaba que tal vez, ni podría estar cerca de él, sin contar con el hecho que sentía pena de hacerlo.

Sakura se duchó y se colocó un vestido que Mebuki le entregó. Se quedó maravillada al ver que era de color negro, con flores rosas en lo que simulaban un cinturón, le quedaba a la rodilla. También tenia unos tacones medianos que lucían sus hermosas y largas piernas.

Se vio en el espejo y sintió pena al notar que en verdad no se veía nada mal y en lo que pensaría Sasuke si la veía así. Sacudió su cabeza, pues esos pensamientos solo hacían que ella tuviese esperanza de gustarle a Sasuke. Seguro Izumi era muy bella y ella no competiría con la persona que tuviera el cariño de Sasuke.

Sasuke ya iba en dirección de la puerta, cuando escuchó la voz de Sakura, cerca de las gradas. Se detuvo por inercia y quedó anonadado cuando la vio. Realmente ella era hermosa con todo lo que se ponía.

Sakura al verlo se detuvo en un escalón y Mebuki al verlos sonrió y se permitió dejarlos solos.

Sakura continuó su camino y Sasuke se acercó para tenderle una mano. Ella apenada la tomó y terminó de bajar.

-Vamos que todos nos esperan.-

-Sí.- Sakura le siguió el paso y justo cuando estaban por entrar al auto, le susurró algo que por muy quedito que fue, ella lo escuchó.

-Estás hermosa.-

Eso fue todo y Sakura no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de un rojo que le dio otro toque angelical.

Óbito que los observaba por el retrovisor, sonrió divertido, estaba seguro que al estar con ellos le traería muchos momentos divertidos.

Sin decir una sola palabra se dirigieron a la mansión de Madara, era un poco incómodo ya que iban junto a los padres de Sakura y eso les quitaba una parte del tiempo para poder hablar.

Al llegar, Sakura estaba impresionada con la belleza de esa construcción, cada detalle y acabado eran digno de la realeza.

-No te acerques al estanque Sakura, no quiero que te suceda algo.-

-No te preocupes papá, pero ¿cómo sabes que hay un estanque?- Kizashi notó su error al dar a entender que ya había estado allí y gracias a la intervención de Sasuke pudo salir bien airado.

-Yo se lo dije, es por precaución.-

-Oh ya veo, papá se preocupa porque no se nadar.-

-Así es.- Sasuke no pudo evitar verla preocupado, aunque no tenía la mínima idea de ese asunto de Sakura, ahora sería una de sus prioridades. No dejar a Sakura cerca del agua o en el peor de los casos, si se enteraban de ese punto débil podría atentar en contra de ella.

"Bodas de Pasión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora