Enfrentarlo a él: Parte 2

424 42 1
                                    

- ¿Se ha movido al menos?-preguntó Hermione, que estaba sentada en el regazo de Ron, él en una silla al lado de la camilla donde Draco estaba.

-Ni eso-masculló Harry, acariciando gentilmente el cabello de su pareja-, pero Madame Pomfrey dijo que al menos está bien físicamente.

El rubio había estado en la enfermería desde la noche anterior. Esa misma mañana, el Trío Dorado había ido directamente para allá, salteándose el desayuno. Bueno, Ron manoteó un panecillo de chocolate antes de ir con sus amigos, pero desde que entraron, no se habían alejada de la camilla. Hermione, sintiéndose abatida, había permitido que Ron la sentara en sus piernas cuando él acercó una silla para sentarse cerca de Harry también.

Después de que Draco se desmayara por escuchar lo que parecía ser una terrible noticia para él, fue el propio Hagrid quien lo llevó hasta la enfermería cuando notó que Harry, Ron y Hermione parecían demasiado preocupados para usar un hechizo o llamar a algún profesor. Pero no podía culparlos. Después de todo, Lucius Malfoy iba a ir esa misma noche para ver a su hijo y... yerno. Cuando llegaron a la enfermería, Poppy creyó que se había golpeado o que sus defensas podían estar bajas, pero ni bien los jóvenes le contaron lo sucedido, ella no tardó en cambiar la expresión y en lugar de soltar su clásico regaño a los adolescentes que se descuidan con la comida, sea en exceso o no, sólo pudo decir «me temía esto. Pobre chico». A pesar de las insistencias de sus amigos para ir a hablar con algún profesor, Harry no quiso separarse del rubio.

El moreno se llevó una mano a la frente. Estaba demasiado preocupado como para pensar en otra cosa. Primero debían ver si Draco recordaba plenamente lo que había pasado la noche anterior segundos antes de su desmayo. La profesora McGonagall y Snape habían ido para comprobar su estado, pero al ver a Harry sentado en la camilla con él, en un gesto bastante protector, comprendieron que lo mejor que podían hacer era dejarlos y permitir que Ron y Hermione se quedasen con ellos. Severus los había mirado de forma analítica, como analizándolos a cada uno para más adelante. Sin decir una palabra, se fue, con su túnica ondeando detrás de él.

Hermione se levantó del regazo de su novio y le puso una mano en el hombro a su mejor amigo, mientras Ron se levantaba para imitar su gesto. Si alguien decía que fue uno de los tantos dramas de Draco, ellos iban a decir, sin dudarlo un segundo, que era algo muy distinto a eso que ellos llamaban «drama». Tener que enfrentar lo que su padre iba a decirle no era cualquier cosa y si ya se estaba haciendo ideas tan fuertes que le quitaron toda la fuerza que tenía, definitivamente no podía ser «cualquier cosa» tener una charla así con Lucius Malfoy. Incluso Harry casi había perdido el color cuando oyó a Ron decirles la noticia. Pero ahora mismo, no debía ceder ante nada. Su novio lo iba a necesitar y sabiendo lo solo que siempre había estado, Harry estaba decidido a no cometer el error de los padres Malfoy. Estaría con él como siempre estuvo con los demás.

No obstante, los tres amigos tenían la misma duda: ¿Draco aceptaría realmente que su padre hablara con Harry también? ¿O intervendría para hablar él solo y que Lucius descargara su ira en él? Y de ser así, ¿Lucius lo aceptaría? Preguntarle al rubio podía darles alguna respuesta a todas sus preguntas, pero para ello, luego de que despertara, debían darle tiempo a Draco para que se recuperara completamente. Incluso Madame Pomfrey les pidió que no lo presionaran para hablar ni que sacaran demasiado el tema. Ahora mismo, no necesitaba más presión ni estrés.

En la camilla, de repente, Draco comenzó a mostrarse inquieto. Pudieron ver que comenzaba recobrar la consciencia cuando empezó a moverse forma un poco rígida. Los presentes arquearon las cejas y sintieron cierto nivel de alivio. Pero al rubio parecía costarle abrir los ojos, incluso si sus expresiones cambiaban. Creyendo que podría estar teniendo una pesadilla, Harry se sentó más cerca de él y lo sentó en la cama para rodearlo con sus brazos de forma protectora, mientras susurraba suaves palabras.

Harry Potter y las historias de HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora