The boy of the rain [Lee Know/ Lee Minho; SKZ]

XXX

El día había sido realmente agotador, quién diría que en la ultima clase del miércoles tendríamos un examen sorpresa... 

Al menos a Yon se le había ocurrido ir al karaoke un rato, eso había hecho la tarde un poco más amena. 

He dado unos cuantos pasos hasta llegar a la entrada de mi casa, no tarde en buscar las llaves y abrir la puerta dejando caer mi mochila en algún lugar del recibidor mientras cerraba la puerta y me dirigía hacía la sala con tranquilidad.

Solté un suspiro algo frustrada, había estado esperando la lluvia desde hace días y cuando llueve resulta que estoy fuera de casa...

—Debe ser una broma— masculle molesta  mientras subía ambos pies al sofá y me hacia un ovillo —Tonto Mi-Mi-Mi... ¡Que rayos!— me apresure a gritar mientras me ponía de pie y observaba a la bola de pelos que me miraba expectante desde el otro lado del sofá. 

¿Qué mierdas hace un gato dentro de mi casa? 

—¡No!— he gritado con brusquedad cuando a comenzado a caminar en mi dirección. —¡No, no, no!— repetí bajándome por el otro lado del sofá, dispuesta a correr a mi habitación en busca de refugio. 

—Está bien, Tyanne, está bien...— murmure al mismo tiempo en que cerraba la puerta con fuerza, escuchando el pequeño "Miau" del otro lado de la puerta. 

¿Qué debería hacer? 

¿Debería marcarle a Yon? 

¿Debería...?

¡Teléfono! ¡El teléfono de la sala estaba sonando! 

Me apresure a tomar la perilla de la puerta pero al poco rato me he arrepentido. ¿El gato seguiría frente a la puerta? ¿O... o estará en mi sofá? ¡No, no, no! ¿De dónde salió este maldito gato?

He soltado un bufido lleno de desesperación mientras me apresuraba a abrir la puerta y salir corriendo del cuarto a la sala. Tuve suerte de no tropezar en el camino, al llegar a la sala le he echado un ojo a todo el lugar, sin rastro alguno de la bola de pelos. 

—¡¿Bueno!?— me apresure a responder una vez que levante el teléfono. 

—¿Todo bien? Suenas un poco alterada...— Me he quedado en blanco un momento al escuchar la voz que estaba del otro lado de la línea, olvidando -por un instante- al intruso que estaba en mi casa. 

—¿Minho?— murmure algo confundida. 

—El dueño de tu corazón, pequeña— contestó él haciendo que soltara un segundo bufido, ignorando el sonrojo en mis mejillas. 

—¿Qué ocurre? ¿Cómo tienes mi número?— me apresure a preguntar, mirando a mi alrededor y rogando que el gato no se acercara a la sala. 

—Auch, creí que estarías más contenta con mi llamada— respondió por lo bajo, perdiendo aquel tono divertido que había usado al inicio.  

He soltado un suspiro negándome con la cabeza —Lo siento, no era mi intención responder de esa forma, solo que en este momento tengo un problema...— masculle, refiriéndome al pequeño intruso. La linea se mantuvo en silencio del otro lado por unos instantes, pero al final el pelinegro termino por responder. 

—Entonces te dejo para que lo resuelvas, buenas noches, Tyanne.— Y sin más, a terminado por colgar. 

¿Se enojo? Parecía más incomodo que enojado cuando le mencione lo ultimo. Entonces, ¿Se había enojado o no? 

Mire unos segundos el número que había quedado registrado en el teléfono, habría llamado, sin duda lo habría hecho de no ser por el "Miau" que escuche a mi lado, haciéndome dar un brinco hacía mi izquierda y apresurarme a alejarme del gato que se frotaba entre mis piernas. 

[...]

Tres de la mañana, ¡TRES! y yo seguía despierta a causa de esa bola de pelos que no dejaba de maullar en la sala desde hace cuatro malditas horas. Me iba a volver loca si lo escuchaba maullar aunque sea una vez más. 

—Maldición...— lloriquee recargando mi frente en mis rodillas mientras sentía el cansancio en mis ojos. Me he quedado en silencio unos segundos y cuando he escuchado aquel sonido tan familiar me he reincorporado de golpe, saliendo rumbo al patio trasero. 

La lluvia no tardo en soltarse y para cuando llegue a las puertas corredizas del patio, Minho ya estaba recostado en la hamaca, con un pie afuera que lo ayudaba a columpiarse con lentitud. 

Ni siquiera lo he llamado, simplemente he corrido la puerta para salir y cerrarla de nuevo. Camine con lentitud hacía él, observando como el pelinegro comenzaba a hacerme un espacio en la hamaca. 

—Creí que estarías dormida— murmuró una vez que me acomode a su lado, mientras jugueteaba con uno mechón de cabello mío. He soltado un bostezo, al menos desde acá afuera no se podía escuchar al insoportable animal. —¿Te sientes mal?— me preguntó y al instante le he negado con la cabeza, recargando la cabeza en su hombro y buscando más calor. 

—Estoy totalmente bien— le respondí, volteándolo a ver y encontrándome de frente a sus enormes ojos. Nos hemos mirado en silencio  por unos segundos, escuchando a la lluvia de fondo y sintiendo el frío de la madrugada comenzando a escabullirse por mis pies.  

He llevado mis manos hacía su rostro, sintiendo lo frío de su piel.

Si era humano, ¿Cómo era posible tanta frialdad?

Minho colocó una de sus manos sobre la mía, enderezándose un poco para acercarse a mi.

¿Cómo era posible ser un humano e ir y venir con la lluvia como si nada?

Mi corazón se acelero al notar como el rostro del pelinegro se acercaba al mío poco a poco, sin apartar la mirada de la mía.

¿Cómo era posible que me hubiera enamorado de alguien tan extraordinario? 

¡Al diablo mis preguntas por el momento! 

Antes de que Minho pudiera acercarse por completo he tirado de su chaqueta hacía mi y he estampado mis labios contra los suyos, sintiendo el asombro del chico al instante, pero no tardo ni dos segundos en corresponder con agilidad a mis movimientos. 

—Quiero que seamos pareja, An.— lo escuche murmurar mientras pasaba su pulgar por mi labio inferior y llevando su mirada a la mía, demostrando seguridad en ella. —No quiero más besos sin saber qué somos— aclaró.

Ayer no pude cumplir porque se me juntaron los proyectos y los tenía que acabar :c 

Acá les dejo una foto de uno de los proyectos, que es un soporte para teléfono uwu 

P.D: No está llorando xd es la sombra