—Mierda, estás... estás realmente mal—Renato puede oír el tono en la voz de David cuando sale del taxi. Su edificio se alza entre ellos, alto, de ladrillo y feo, siempre lo ha pensado, desde la primera vez que él y Fausto vinieron a ver el departamento, justo antes de la graduación.
—Estoy bien—murmura Renato. David le paga al conductor y su brazo se ajusta alrededor de la cintura de Renato, porque el castaño se desploma contra él, prácticamente sostenido por David mientras forcejea con las llaves de la puerta.
—Creo que tendré que llevarte a la cama—dice David. Renato no se siente más borracho que cuando salieron del boliche, pero tal vez David simplemente no se dio cuenta de lo mal que estaba, no cuando comenzaron a besarse en la parte trasera del taxi, el conductor miraba obedientemente hacia el camino oscuro ni siquiera intentando conversar con ellos. ¿Cómo podría? Renato había pensado cuando la mano de David había aterrizado apretada en la parte superior de su muslo, cuando la parte trasera del auto se llenó con el sonido de sus labios chasqueando, con su respiración corta y rápida.
El brazo de David está caliente alrededor de él mientras tropieza con el elevador. Puede ver a David arrugar la nariz ante el perpetuo olor a humedad, pero Renato se ha ido demasiado como para avergonzarse.
Sin embargo, tal vez debería estarlo, piensa Renato cuando el elevador finalmente se detiene en su piso, las puertas se abren tan fuerte que todo el edificio debe poder escuchar. Alguien como David, con su edad y su trabajo, probablemente tiene un departamento elegante y probablemente no lo comparte con alguien más. Renato probablemente debería estar avergonzado trayendo a alguien como David a su casa. O alguien como Gabriel. Hay una sensación de náuseas en el vientre ante ese pensamiento y se apoya de nuevo en David, mientras abre la puerta.
Está oscuro dentro, pero Renato no enciende la luz.
David hace un sonido amortiguado contra su boca cuando Renato tira de su cuello y lo empuja hacia un beso húmedo.
—Wow—dice David, alejándose y cerrando la puerta detrás de ellos. Renato presiona hacia adelante nuevamente, lamiendo su labio inferior, y siente a David suspirar en su boca por un momento, con las manos calientes en su espalda baja. Pero David retrocede, otra vez. —Renato, nosotros... estás borracho.
—Estoy bien—murmura Renato. Su cabeza se quiebra dolorosamente contra el ladrillo, el cabello se le pega sobre la frente, cuando se presiona contra la pared. Tira de David contra él, principalmente lo hace para mantenerse en pie, todo se balancea por un momento. Está tan felizmente oscuro. También hace frío, y se arrastra debajo de la remera de Renato.
—Renato—David intenta de nuevo, pero el castaño ya está mordiéndose el labio inferior, con las manos frotándose el dobladillo de su remera. La rodilla de David se desliza entre sus piernas y Renato las separa con demasiada facilidad, gruñendo ahora sobre la boca de David.
—Mierda—jadea David. Las manos de Renato se deslizan debajo de la cintura de sus pantalones, jugueteando con su cinturón, y David se sacude, con las palmas de las manos apoyadas en las muñecas de Renato. Puede escuchar la tensión en la voz de David. —No, pará, pará.
Renato lo ignora y lo tira hacia abajo otra vez, el beso es demasiado húmedo y descuidado para ser bueno; reconoce que accidentalmente muerde a David en algún momento y puede sentir la forma en que David está tratando de contenerse, no ceder por completo a Renato, y no es el beso más placentero que haya tenido, está tan oscuro, su cabeza está dando vueltas y su sangre corre rapidísimo por debajo de su piel, la pared está tan dura y áspera detrás de él, y todo se vuelve borroso nuevamente, David finalmente lo besa y desliza sus manos debajo de la remera de Renato, cuando...
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No te vi llegar
Fanfiction-ADAPTACIÓN- Renato cree que podría enamorarse del prometido de su jefe.