Capítulo 24

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AGUA

Aria a pesar de que Hiron intentaba calmarla y aunque le explicaba que el entrenamiento la ayudaría a la confianza en sí misma, seguía con una piedra en su zapato y aquello era que la hubiesen utilizado en algo que le hacía crecer aún más su miedo al agua, elemento que debía manejar. ¿Y cómo manejar aquello que temes?, ella estaba enfadada con Trevor, quien se había comportado coqueto con ella solo porque era la elegida, y no porque en verdad le importase o atraviese.

- Aria ¿me estas escuchando?- Dijo Hiron mirándola, Aria jamás se había dado cuenta cuando habían frenado ni lo que le decía - Veo que no, pues empezare de nuevo, el agua es un elemento vital dentro del grupo de cuatro, junto con los demás elementos puede modificarse por ejemplo con Alec o sea Aire, pueden hacer hielo, con Fayna Fuego, pueden hacer vapor hirviente, tal como sucedió en el baño de su escuela y con Terrens Tierra, puedes curar heridas o quizás revivir a alguien que está a punto de morir o hace pocos segundos murió. Solo funciona con humanos ya que Terrens puede curar animales y plantas por sí solo, este es el único poder modificable al contacto de los otros, pero no por ello quiero decir que eres mejor, ya que cada uno de los demás tiene su extra, también muy importantes, he de advertirte que si logras pasar tu prueba, cosa que sé que harás, nosotras tendremos una conexión muy grande y ambas estaremos unidas de por vida, no quiere decir que sea como casarse, si no que yo sentiré tus penas, miedos y cuando estas en peligro y tu igual, sin importar la distancia o situación, si me necesitas tendremos una palabra clave que hará que la que lo diga tele transporte a la otra hasta su lugar, claro solo funciona en graves emergencias, y para ayuda inmediata y necesaria, luego te diré cual es. Ahora debo callarme y dejarte para la prueba, confió en ti y si algo sale mal, estaré allí para ti no te preocupes - Dijo y luego señalo una habitación a la cual Aria entro y al segundo apareció un gran mar frente a ella, oyó unos pasos tras de sí, alguien le tomo los hombros y la abrazo de un lado.

- Algún día mi niña navegara los grandes mares y conocerá muchas tierras nuevas - Dijo una voz masculina que ella reconocía, su piel se erizo de inmediato por el miedo.

No quería verlo, no de nuevo, había pasado tiempo desde que había oído su voz y había sentido el olor a perfume barato que su cuerpo emanaba, ese aroma tan dulce que repugnaba como perfume de ambiente invadía sus fosas nasales haciéndola temblar.

- Mi pequeña princesa, no sabes lo que te añore este tiempo lejos de mí - él la tomo de la barbilla haciendo que lo mirase, los grises ojos de aquel hombre la dejaron aún más helada - Pensabas que te reirías de mí, luego de lo que pague por ti - Sonrió, mostrando los dientes que parecían de fiera hambrienta.

Aria lo empujo con todas sus fuerzas, odiaba a ese hombre con su ser, su expresión cambio de miedo a ira.

- No te atrevas a volver a tocarme o lo lamentaras, yo no te pertenezco - Dijo firmemente ella.

La sonrisa sínica de aquel hombre se hizo evidente helándole la sangre, de inmediato dos personas les tomaron cada uno un brazo y la sostuvieron firme frente a él.

- Hola hijita, ¿cómo está mi cerdito?-Dijo la mujer que hacía llamarse su madre.

- El señor Rafrius, nos dio una muy buena suma de dinero solo porque tienes una bonita cara y claro que aceptamos, así que deja de intentar huir es inútil ya es tu dueño - La voz de su padre retumbo en su cabeza.

La respiración de Aria se aceleró cuando ellos la empujaron hacia aquel hombre que la seguía con la mirada clavada sobre la de ella y el tomo del brazo evitando que cayera. Aria lo volvió a empujar, pero esta vez con más fuerza y salió corriendo, la arena de aquel lugar volvía pesado cada paso y utilizaba cada musculo y célula para salir de ahí.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2019 ⏰

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