n u e v e

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Tomé mi vieja mochila mientras recogía todo lo que era mío, salí junto a Rosé del viejo hospital y volvíamos a la cima de la montaña ya con nuestras maletas, habíamos sido las ultimas en ir por nuestras pertenencias.

–¿Éstas bien?.–Pregunto Rosé, subíamos con cuidado entre la nieve.

–Si... Lo superaré.

–Lo harás Jennie, yo quiero confesarte que te extrañaré mucho, guardaré tu dirección y prometo visitarte, escribirte, espero puedas encontrar a Lisa.

–No la buscaré, fue lindo, pero no puedo hacer nada.

–Entonces... ¿A dónde iras?.

–Iré a mi viejo pueblo, buscaré a mi horrible familia, tal vez los saludaré y construiré un hogar tranquilo.

–Después de tanto, nos merecemos una vida más tranquila.

–¿Piensas buscar a Jisoo?.–Pregunté, viendo a hacía el cielo esperando nuestro transporte.

–No lo sé, le daré oportunidad a otra persona, si no puedo... Tal vez vaya por el mundo preguntando por una bella mujer que ama el pollo frito.

–Sería muy raro.

(***)

Veía todo desde el cielo, pensando que hacer con mi vida ahora, me gustaba estar en el hospital me hacía sentir que ya tenía un camino, una meta, pero ahora estaré de regreso en el lugar que odiaba, con el corazón roto y una vida sin sentido.

Al volver al suelo camiones entraban y salían con gente de la gran base militar, seguramente refugiados volviendo a sus hogares.

Me pidieron mi dirección anterior, caminé de manera nerviosa entre toda la gente hasta el camión que me llevaría.

Llegué, entre tanta gente logre encontrar un espacio, sin darme cuenta me quedé dormida unos cuantos kilómetros después.

Desperté asustada sintiendo una mano moverme de forma brusca.

–Señorita, hemos llegado, si su pueblo natal no es este... ¿Quiere una movilización?.

–No, no, muchas gracias este es mi pueblo.–Agradecí al militar tomando mis cosas, cuando baje mi boca se abrió con sorpresa.

Soldados repartían todo lo necesario para reconstruir nuestras casas, varios de los niños que recordaba hoy estaban grandes y fuertes ayudando a los soldados.

–Oh señorita Jennie, le mostraré su tierra.–Una mujer me tomó de la mano y la miré confundida.

–¿Como sabe mi nombre?.

–El gobierno ha nombrado héroes a todos los que participaron en el final de esta guerra, usted es una de ellas, nuestros soldados estarán felices de ayudarle a construir su nueva vivienda.

–Pero...–Miré todo, a todas las familias unidas para renacer de las cenizas y yo... Bueno yo estaba sola, debía aceptar esa ayuda o terminaría como una vagabunda de pueblo en pueblo.

(**)



Hola :)
Solo quiero aclarar que los siguientes capítulos serán contados desde el punto de vista de Lisa.

f i x y o u ; j e n l i s aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora