d o c e × ᎷᎪᎡᎪͲϴ́Ν ×

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Cuando llegamos con los otros, una tormenta nos había empapado, nos miraron con curiosidad, asentí respondiendo a la pregunta que seguramente se tendrían.

Cuando la madrugada fría llego, todos nos acurrucamos unos cerca de otros para guardar calor, Tzuyu abrazaba a Jungkook fuertemente.

Y es que, a pesar de nuestras diferencias, todos sufrimos por amor.

Amor, en cualquiera de sus expresiones dolía.

Mire el viejo papel en mis manos, las direcciones que tenía allí, me llevarían a lugares que no conocía, solamente con la esperanza de encontrarla.

Tiene sentido luchar por amor, al menos para mi, ella me hace querer ser mejor.

Un viejo libro que ella leyó a mi lado en la vieja camilla describía el amor como: “Ser mejor ”

Me estaba quedando dormida cuando sentí un golpe en mi hombro, todos estaban tomando sus pocas cosas.

–Nos vamos.–Escuché a Jeongyeon fuera, al salir un gran camión estaba frente al lugar, el sol aún no salía, pero la pequeña luz naranja se veía en el horizonte.

–Deben acomodarse.–Dijo un poco nerviosa.

El camión lleno de armamento tenía un espacio hasta el frente, bastante pequeño.

–Ouch insecto.–Se quejo Tzuyu cuando Daniel le dio un codazo.

–Shhhh.

Muy apretados, pero entramos, el camión arrancó sin problemas y aunque estaba nublado y un poco frío afuera, adentro hacia un calor del infierno.

–Esto me recuerda al jardín de niños.–Contó Jungkook.–Muchos niños sudorosos en un salón.

–No lo sé, Jungkook huele a flores silvestres.

–Yo si me bañe.–Se quejo Solar al fondo.

Los deje con su discusión y trate de ver algo por las orillas del camión, no se veía más que caminos rocosos y mucha vegetación.

–¡Shhh!, estamos cerca de una caseta.

Jeongyeon golpeó fuertemente la pequeña ventana entre el frente y la caja de carga, todos nos callamos, para mi sorpresa las personas en la caseta hablaban inglés.

Cuando pasamos la caseta me atreví a preguntar.

–¿Por qué ellos hablan inglés?.

–¿No te lo han dicho?.–Preguntó Tae.

–Ganamos la guerra con ayuda de Estados Unidos, pero ahora ellos tienen casi todo el control.

Me quedé callada por un rato, no podía creer que nadie me lo había dicho, solo estuve alejada de la batalla unos meses, como el gobierno se había dejado controlar.

–Ahora entiendo porque tanto problema para darnos de baja, ellos no arriesgaran soldados en una guerra que no es suya.–Pensé en voz alta después de un rato en silencio.

–Eso me pone mal, quieren controlar al país pero en la guerra solamente murieron 6 de sus soldados, estabamos luchando por nuestra libertad, pero otro país nos tiene ahora.–Se quejo Solar.

Tal vez hubiésemos tenido un buen debate, pero el camión se detuvo, escuchamos con miedo como la puerta se abría, una Jeongyeon tranquila nos llamo, estabamos en un lugar que no lograba reconocer, nieve aún acumulada, árboles y más árboles por las orillas del caminó.

–Bien, tengo una mala y una buena noticia.–Confesó cuando todos estábamos abajo.–La buena, Petter les repartirá algo de comida.

Petter nos sorprendió a todos cuando logramos ver su uniforme del ARMY estadounidense, traía una gran bolsa azúl de donde comenzó a sacar galletas y agua.

–Mala, estadounidenses están deteniendo a todos los automóviles y registrándolos, tendrán que caminar con Petter mientras yo consigo pasar el camión, nos encontraremos unos kilómetros más adelante.

–Pero... –Daniel trato de hablar hasta que de repente todos comenzaron a caminar.

Petter estaba adentrándose sin perder tiempo entre la malesa.

Dios, si estas ahí, no me dejes morir.

El grupo comenzó a hacerse camino detrás de Petter, veíamos el camión alejarse y el único sonido que se escuchaba eran las ramas rompiéndose a nuestro paso.

–Shhh....Al suelo.–Todos nos tiramos al suelo ante la repentina orden, supongo que estabamos tan acostumbrados a esto que nisiquiera preguntamos el porque, eso hasta que logre divisar a lo lejos, un gran tanque con soldados.

Después de ese susto el camino continuó como si nada, ya habíamos caminado unas 3 horas, quizás más, nadie se quejaba, era parte de nuestra entrenamiento.

Una lluvia comenzó a caer, fuerte, fría y despiadada.
Quizás el amor no era para mi, quizás y la suerte ese día no estaba de nuestro lado.

Gritos se escucharon, logre divisar a soldados apuntandonos a la distancia, todos quedamos petrificados, la lluvia seguia cayendo como si nada, nos habían descubierto.

(****)

Enserio lo siento por no actualizar tan seguido, adoro escribir esta fanfic pero puedo jurar que no tengo suficiente tiempo, trabajo, escuela, you know bro, hago lo imposible, a los pocos que leen les agradezco de corazón.

Psdt: Maratón bc estoy en cuarentena.

f i x y o u ; j e n l i s aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora