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28 de agosto, 2017.

Logan conduce a toda velocidad y si no fuera por la música, estaría bien pegada a mi asiento.
Estamos tarde para llegar a clases, bueno, yo lo estoy. Logan se ofreció en llevarme, pero no gratis. Él me propuso llevarme si esta vez preparaba el desayuno para los dos y le dejaba terminar el capítulo pendiente de su serie. Para la suerte de mi hermano, también estaba en el capítulo en que él se había quedado y nos pusimos a ver, cosa que al final fue un tremendo error y gracias a mi irresponsabilidad, me encuentro a punto de tener un paro cardiaco.

—Canta conmigo —dice Logan sin quitar la mirada a la carretera. Está sonando I Want It All de nuestra película musical de todos los tiempos, High School Musical. Amo esta canción, pero la desesperación de cómo está manejando Logan no me deja pensar en la letra.

—¿Cómo quieres que cante si estás manejando como un delincuente? —lo cuestiono.

—¿Así? —Logan me mira rápido y vuelve a la autopista—. Ahí viene el coro y es tu oportunidad de seguir viva.

—¡Logan, estás loco! —digo aferrando mis uñas en la parte baja de mi asiento para sostenerme.

Logan levanta el volumen de la radio y pone un dedo en su oído.

—¡No te oigo! —grita y acelera un poco más.

Después de un par de paradas y giros, habíamos llegado a la universidad. Logan apaga el auto y me desabrocho el cinturón y quito el seguro de la puerta para salir.

—¿Adónde crees que vas? —Logan aprieta el botón que pone al auto en su total seguridad cerrando las puertas con seguro y se pone cómodo en el asiento.

—¡Tengo clase! —respondo. Miro la hora que da la radio y estoy con diez minutos de retraso.

—Son unos minutos, no te meterá en aprieto. Pero tienes que contarme lo que pasó con Patrick.

—Te recuerdo que soy la nueva —es lo que doy como respuesta y me miro por el retrovisor que está fuera de mi puerta.

A pesar de que soy la chica que abofeteó a uno de los universitarios más guapos y exóticos, no he tenido el reconocimiento suficiente para sentirme cómoda.

—Tú quisiste una nueva vida y aquí la tienes —Logan me muestra la vista del campus—. Y no te preocupes, que todos conocen quién es tu hermano.

—Por eso debo de tener más cuidado, porque eres mi hermano —digo.

Logan se ha llevado la mala fama por él mismo y no puedo arrastrarme por tan solo querer defenderlo, sabiendo lo difícil que fue limpiar mi historial.

—¡Uh, eso dolió! —Logan pone su mano en el pecho—. Veo que Patrick está que nos trae de vuelta a la antigua Sofía.

—Solo fue una bofetada —afirmo reduciendo la esperanza de mi hermano—. La antigua Sofía se quedó y quedará atrás.

—Eso no quiere decir que no me vas a contar lo de ayer. Ya no te hagas, Sofía, que te conozco y sé lo que estás haciendo.

Logan es de tener la mente ocupada con miles de pensamiento y pensé que se olvidaría de lo que tenía que contarle con respecto a Patrick.

—Lo que viste, es lo que pasó. No tendría porque haber más, somos amigos. Me dijiste que es peligroso. Se sobrepasó e hice eso.

—No te veo convencida al decirlo —dice Logan mientras se coloca su collar de llaves en su cuello.

—Lo estoy —tomo su collar y  tiro de ella—. Pensar que tu obsesión empezaría cuando te regalé un collar hecho a base de una soga para que no se pierda tu lápiz y borrador.

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