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Miro a mi hermano, luego a Abigail y continúo con Raúl. Se me retuerce el estómago en solo pensar las barbaridades que habrán hecho. No somos unos adolescentes. Está claro que han estado en sube y baja, de lado a lado, y en otras muchas posiciones. Pero ¿cuál es la necesidad de hacerlo con una persona más? Se me entra la curiosidad, y creo que este es el momento.

Hay un silencio incómodo entre nosotros, y Abigail sigue sin quitar su mirada del suelo.

—Abi—La despierto de sus pensamientos y me ve—, ¿todo bien?

Abigail solo asiente la cabeza.

—Al grano, Sofía —dice Raúl, poniéndose los pantalones detrás de los muebles.

Dirijo la mirada hacia mi hermano, que se encuentra a unos metros de Raúl, colocándose su polo. Percibo cómo Logan no quita la mirada hacia la parte baja de su amigo mientras este se acomoda el pantalón. Veo cómo Abigail se pone cómoda en el sofá, dejando a la vista su escote y es ahí donde los ojos de Logan se dirigen luego de terminar con Raúl.

—Porque no tenemos todo el tiempo —continúa Raúl enarcando sus cejas.

Lo poco que lo conozco, esta es la primera vez que lo veo molesto.

—Quisiera saber si... —digo, pero me quedo en medio de la oración cuando un estremecimiento recorre mi cuerpo, pero doy un pequeño carraspeo a mi garganta y prosigo—. Si tienen un enrollo entre ustedes tres. Me refiero si, ustedes dos... —señalo a Logan y Raúl cuando cada uno toma sus posiciones en el mueble, poniendo a Abigail al medio de ellos.

—¿Tienen algo? —por fin habla Abigail.

Logan y Raúl se miran y sonríen.

Vuelven sus miradas hacia mí y no dicen nada. No entiendo lo que está pasando entre esos dos, pero lo que vi aquel día en el cuarto de Logan no fue un encuentro casual de unos amigos teniendo una conversación normal. Y necesito saber lo que está pasando, que la espera me desespera.

—Sí. Es decir, no me refiero solo si se —quiero soltar la palabra <<comen>> o <<devoran>>, pero creo que sería demasiado. Pienso rápidamente en una que sea apropiada— hacen cositas, ya saben, eso. —Cierro los puños y comienzo a chocarlos.

—No es así —dice Logan, poniendo los ojos en blanco.

—Es así —interviene Raúl, estirando sus dos dedos. Los pone en punta y empieza a chocarlos de un lado a otro.

Abigail mira lo que está haciendo Raúl. Se coloca un mechón detrás de su oreja y se presiona los labio tras ver el acto de su ex, que ahora no sé si lo siga siendo.

—Ah, discúlpame. —Levanto las cejas y miro a otro lado en gesto de ironía.

—Ya aprenderás —me dice Abigail dirigiendo su mira hacia Logan—. ¿No es cierto?

Logan le sigue la corriente.

—Pues, sí. —Ahora es él quien corre la mirada hacia Raúl—. ¿Verdad?

Raúl primero mira a Abigail y luego a Logan. Me da miedo que se estén dando tantas miradas. Es como si estuvieran a punto de asesinar a alguien, cosa que ese alguien sería yo. Tengo que dejar de leer libros con esa clase de género, me aturde la cabeza y me hace creer cosas que podrían pasar de un momento a otro, como en este preciso instante.

Logan chasquea sus dedos haciéndome regresar al mundo real. Saco un poco mi cabeza y veo que los tres están agarrados de las manos. Me he perdido esa agarrado de manos por estar perdida en mis pensamientos. Qué desafortunada. Esa cogida de manos entre los tres me tiene intrigada, y más aun si ya tengo unas cuantas ideas de lo que podría estar ocurriendo en este trío.

FuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora