Capitulo 26

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Sakura

-Tengo una idea, invítanos a cenar a tu casa y lo podemos llamar...la cena de sinceridad.-sugerí.
-¿Y por qué ahora quieres ser sincera?-me preguntó mi madre.
-Por que a lo mejor me he cansado de que te pienses a que lo único que hacía cuando era una adolescente era estudiar.-le dije levantando una ceja.
-¿Y que hacías?-me preguntó.
-Pues no sé, beber, fumar, bailar, rechazar chicos.-y cuando dije lo de los chicos Sasuke me abrazo más fuerte.
-¡¿Fumar?! ¿Y por qué me tienes que ocultar todo?-le dijo.
-¿Nunca te preguntaste por qué todos los meses te aparecían 236945,22 yenes( 2000€) todos los malditos meses? ¡Los conseguía yo! Haciendo un montón de chanchullos en el instituto. Lo hacía para que estuviese más tiempo en casa, ¡estaba sola!-le dije.
-¡Tenía que trabajar!-me gritó.
-¡Y trabajar implicaba que nunca estuvieses en casa!-dije liberándome de los brazos de Sasuke y subiendo las escaleras.

Mi madre siempre estaba trabajando siempre trabaja en hospitales que estuviesen lejos y nunca estaba en casa, siempre pensé que lo hacía por mi bien, para poder conseguir dinero...pero llego un día en que me comencé a deprimir, estaba cansada de la soledad, me divertía con mis amigas, pero también quería estar con mi madre...

Cuando llego a la habitación de Sasuke me tumbo en la cama y comienzo a llorar. Nunca le había querido contar a Sasuke como había sido mi verdadera adolescencia, por vergüenza y por qué no quería que sintiese pena por mi.

De repente noto como la cama se hunde y unos brazos me abrazan por la cintura.
Me doy la vuelta y lo veo, siempre esta ahí para mi. Hundo mi cabeza en su pecho y lloro en el.

-Sakura...nunca vas a volver a estar sola...-me dice acariciando mi cabeza.-créeme, te entiendo mis padres pasaban mucho tiempo en la empresa e Itachi...iba a su bola.-me dijo acariciandome el pelo.-Por cierto, ¿por qué nunca me has dicho nada?-me preguntó.
-Por vergüenza...-le digo.
-¿Qué pasa? ¿Tenías fantasías sexuales conmigo?-me preguntó riendo.
-Baka...no seas egocéntrico, que sepas que en el instituto tenía a todos los chicos locos.-le digo sonrojada.
-Pero has sido mía desde el principio...-me susurra al oído.

No entiendo como Sasuke es capaz de hacer que pase de estar enfadada a...excitada, pero desgraciadamente están sus padres y mi madre abajo.

-Venga, vamos abajo.-me dijo.
-Vale.-le dije incorporándome.

Mi madre y yo siempre éramos así, como el perro y el gato pero en realidad nos queremos mucho.

Bajamos las escaleras y la veo de brazos cruzados.

Tsunade Senju es la mujer más orgullosa que puede existir en el mundo, en poquísimas ocasiones pide perdón...

-Perdón...-le digo.-me he pasado un poco...-le digo.

Se acerca a mi y me abraza fuertemente, tan fuerte que casi me asfixia.

-Madre...no puede respirar.-le digo, y entonces me suelta.
-El domingo en casa, ¿vale?-me dice.
-Vale.-le respondo.
-Por cierto ya te he hecho la baja y no vuelvas a inyectarme tranquilizante, la próxima vez te matare.-me dice en tono amenazante.
-¿Y si te mato yo antes?-le preguntó riendo.
-Mírala que graciosa es cuando quiere.-dijo girando los ojos.-Oye, ¿por qué nunca me dijiste que hablas español?-me preguntó.
-Siempre has de tener un as bajo la manga, pero nunca has de enseñárselo al enemigo.-le dije.-¿No quieres traducir?-le digo sonriendo a Sasuke.-Sé que en el instituto en el que estudiabas se daba español.-le digo sin quitar mi sonrisa.
-¿Y tú cómo sabes eso?-me dice jugando con mis mofletes.
-Me encanta leer las noticias.-le digo.-Bueno, entonces el domingo, yo llevo bebida.-sentenció.
-Que si, pesada.-me dice mi madre.-Nos vemos el domingo.-dijo dedicando una sonrisa a los Uchiha.
-¿Quieres que compre tranquilizantes o algo?-les digo vacilándola.
-Fui a coger a la niña más gilipollas del orfanato.-dijo saliendo por la puerta.
-Siempre es así de amable conmigo.-digo.
-En realidad te quiere mucho.-me dijo Mikoto.
-Ya...es mi madre pero supongo que todos cometemos errores, yo los he cometido, ella también pero yo sé que me quiere mucho y yo a ella también.-digo con una pequeña sonrisa.
-No te vas a librar de desayunar.-dijo Sasuke cogiéndome como si fuera un saco de patatas.
-¡Sasuke!-me quejé riéndome. Pero no el hizo caso.

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