Al amanecer John recobró la conciencia. Aún con los ojos cerrados intentó moverse pero un dolor eléctrico le recordó su pierna.
Abrió los ojos para observarla, estaba inflamada pero al menos no estaba lastimada, probó mover sus dedos y pie, a pesar del dolor sus músculos reaccionaron. suspiró con alivio. Fue allí cuando la vio.
Ella estaba estática pero alerta, sus grandes ojos lo miraban con una mezcla de terror y admiración.
Tratando de no asustarla le sonrió. Mala idea. Indudablemente ella no estaba acostumbrada a las sonrisas, el mostrarle los dientes no era una señal que la tranquilizara.
Viendo su reacción rápidamente cambió de estrategia, bajó la cabeza mirándola de reojo. Ella no le quitaba la vista de encima.
Entonces empezó a tararear suavemente la primer canción que se le paso por la mente.
"Hey Jude, don't make it bad, take a sad song and make it better, remember..."
Ella estaba fascinada, poco a poco se fue relajando... John pensó sonriendo "Si los Beatles supieran esto".
El necesitaba incorporarse, tenía hambre y sed. Con dificultad se acerco a sus utensilios y se arrastro hasta la salida. Ella se alejó de él temerosa, pero se quedo a prudencial distancia. Sabía que estaba herido y no podría atacarla.
John cogió el caparazón de la tortuga y dos pescados asados el día anterior, que había dejado colgados en el interior de la empalizada. Se acercó a la ribera y primero sació su sed. a unos cinco metros ella hizo lo propio con sus manos mirando curiosa al hombre. Entonces él empezó a comer. Ella lo miraba y de pronto recordó que ella también tenía hambre.
El hombre dejo un pescado sobre el caparazón de la tortuga y se alejo unos metros de ella.
Cautelosa, mientras lo miraba comer se fue acercando al alimento.
Al rato ambos comían a la orilla del rio mientras se observaban.