Con esfuerzo Tud lo envolvió en una manta y lo arrastro al costado del huerto. No sabía qué hacer. Luego de varias horas llorando, se levanto y comenzó a traer piedras. Cubrió por completo el cuerpo de su amado con grandes rocas y se acostó esa noche a su lado.
Por la mañana se secó las lagrimas y se dirigió a su pizarra a escribir mientras tarareaba "Hey Jude".
Meses después supo que estaba embarazada. Feliz juró entonces preservar la memoria de su Yon en su descendencia.
Otros meses mas y los llantos de dos bebes, un varón y una niña, alteraban la paz de la noche en el valle del paraíso.