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El gran monstruo metálico con hélices subía y subía hasta alcanzar la altura perfecta... Comenzó a sobrevolar las oscuras calles de Seúl... Aquel helicóptero no era tan aterrador como Jimin pensaba, incluso disfrutaba observando las múltiples luces que emanaban los edificios. La luna llena iluminaba el cielo nocturno junto a las estrellas, era algo mágico y Jimin comprendía muy bien por qué Yoongi puso algo así en su lista de deseos...

-Yoongi... Espero que estés disfrutando tanto como yo...

El pelinegro sonrió y dejó una de sus heladas manos sobre la de Jimin.
Este notó al instante ese contacto provocando que su piel se erizase, pero aún así, resultaba reconfortante.

-Me encantaría poder tocarte también... Y escucharte... Siento que no estoy haciendo todo lo que debería... Y me da miedo que puedan llegar a corromperte... O no poder cumplir todos tus deseos...

El menor soltó un pesado suspiro cargado de frustración y tristeza notando sus ojos aguarse mientras miraba a través de la ventanilla.
Yoongi le observaba detenidamente jurando que cada día veía más y más hermoso al chico con el que decidió pasar cuatro maravillosos años...

-No te lo he contado, pero supongo que lo sabrás... -Antes de continuar, Jimin respiró profundamente tomando todo el aire que sus pulmones le permitían. -He tratado de... Quitarme la vida varias veces... Quería estar contigo... Estaba desesperado...

Por supuesto que Yoongi lo sabía, había visto a su pareja tratando de ingerir cantidades inhumanas de pastillas o tratar de cortar sus venas, pero él, no lo permitió, Jimin fue consciente de eso enseguida...

-Ahora me doy cuenta de que tú estabas allí... De que tiraste las pastillas por el lavabo para que no pudiese tomarlas... Llamaste al timbre para distraerme cuándo cogí aquella cuchilla... Y por alguna razón, no me atreví a volver a intentar nada de eso... Incluso muerto me has estado protegiendo... Yoongi... Gracias... Gracias por todo... Eres mi ángel de la guarda...

Jimin sonrió notando como las ardientes lágrimas caían sin cesar mojando sus abultadas mejillas. Algunas caían sobre la fría mano de Yoongi calentándola al instante, y este no pudo contenerse... Acabo llorando también... Se sentía horrible por estar haciendo sufrir a la persona que amaba...
Con urgencia, limpió las lágrimas de Jimin y este volvió a sonreír notando esos finos dedos recorriendo su piel.

-Gracias, gatito... Te prometo que muy pronto podré despedirme de ti cómo es debido... Por fin podrás descansar... Y yo seguiré con mi vida, tal y como tú quieres... No trataré de reunirme contigo antes de tiempo... Me será difícil porque sabré que definitivamente te habrás ido... Y esperaré ansioso para reencontrarme con mi gatito... No puedo negar que esperaba casarnos, tener hijos, envejecer juntos... Pero la vida es tan cruel... Yoongi... Ojalá pudiese devolverte la vida...

Jimin no pensó que sucedería, pero volvió a derrumbarse, esta vez llorando desconsoladamente con la presión presente en su pecho debido a la tristeza, con su estómago encogido y sus manos temblorosas... Con su mente deseando que todo fuese una cruel broma del destino y que cuando despertarse Yoongi estuviese a su lado... Con la esperanza de poder volver en el tiempo...

El de ojos felinos lo abrazó... Lo acogió en su pecho... Acarició su nuca, su espalda y sus mejillas... Odiaba verle llorar, odiaba verle tan dolorido... Yoongi sentía ese dolor... Sentía esa misma presión en su pecho a pesar de que su corazón hubiese dejado de latir hace tiempo...

Anelaban reencontrarse... Pero quizá, ese momento estaba más cerca de lo que ellos pensaban...

Horas después, el helicóptero aterrizó, Jimin cogió su coche y comenzó a conducir por las solitarias y frías carreteras... El silencio era tan agonizante que incluso podía escuchar su propio corazón latir junto con el sonido del motor del vehículo...
Todavía estaba triste, lleno de angustia... De pronto, un impulso llegó a su mente... Agarró el volante con más fuerza, lo giró ligeramente provocando que el coche se moviese... Y justo volvió a la realidad. Agitó su cabeza para evadir aquellos pensamientos y ganas de dar un volantazo para acabar con todo... Pero fue algo que no pudo controlar... El coche perdió el control... Y de un momento a otro... Todo fue oscuridad y se escuchó el característico sonido de las sirenas de ambulancia y de policía... Los ojos de Jimin se abrieron, y volvieron a cerrarse poco a poco a pesar de que estaba luchando por no perder la consciencia... Y juró que antes de que eso ocurriese, pudo ver de forma borrosa por unos breves instantes a Yoongi justo a su lado... Muy cerca... Suplicándole entre lágrimas que aguantase... Aunque él no tenía el poder en ese momento... Tan solo el destino decidiría si era la hora de que Park Jimin dejase el mundo terrenal...

Beyond Two Souls • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora