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Yugyeom no dejaba de mirar a aquella figura que se hallaba delante de él, Jimin le miraba sin dar crédito.

-Yugyeom...¿Le conoces...?

-Pues claro que me conoce, Jimin... ¿No te lo ha contado?

El joven Jimin miró a Jaebum sin entender nada, pero antes de que pudiese seguir hablando, Yugyeom se acercó un poco más sin poder evitar llorar.

-Jaebum... ¿Po-Por qué haces esto...? Ya te dije q-que lo sentía... Lo-Lo siento... S-Sé que no pu-pude salvarte...

Tras escuchar aquellas palabras cargadas de dolor y frustración, Jimin lo comprendió todo; él era el exnovio de Yugyeom... Al que no pudo salvar...

-Yugyeom... -Musitó dejando una de sus manos sobre el hombro del contrario, pero este, seguía llorando sin dejar de mirar a quién una vez fue la persona a la que tanto amó.

-Jaebum... Por favor... Vuelve conmigo... Por favor...

Yugyeom quiso acercarse a Jaebum para tocarle, pero Jimin se lo impidió y le miró fijamente a los ojos.

-Sabes mejor que yo que un alma corrompida no tiene salvación...

-¡Me da igual! ¡Tú harías lo mismo por Yoongi!

Ese desgarrador grito de dolor logró encoger el corazón de Jimin, pues sabía que Yugyeom tenía razón, entonces, pudo escuchar la burlona risa de Jaebum.

-Qué bonito todo... Creo que voy a llorar... Por cierto, Jimin... Tu querido Yoongi se muere por verte... Bueno... Quizás ya está un poquito muerto...

Jaebum volvió a reír llenando a Jimin de rabia, y quiso responder, pero pudo ver a la figura de Yoongi... Justo ahí... Al lado de aquella malvada alma corrompida... El pelinegro no tenía precisamente buen aspecto... Se le veía débil, en su mirada se notaba la angustia, la tristeza... Jimin nunca lo había visto así, y fue el detonante para que sus lágrimas comenzasen a brotar, así que enseguida, miró a Yugyeom y con sus temblorosas manos, le agarró los hombros.

-Por favor... Yugyeom... Dime lo que sea que tengas que decirme... Mira a Yoongi... Mírale... Necesita ayuda... Por favor...

Las súplicas de Jimin hacían que Yoongi se sintiese aún más débil e impotente, ni siquiera se veía capaz de hablar, tan solo miraba a su pareja y a Yugyeom suplicantes, pidiendo ayuda en silencio sintiendo como su cuerpo ardía con tan solo estar cerca del malvado Jaebum.

Por otra parte, Namjoon y Jin habían notado el ajetreo del centro comercial, habían escuchado a la gente que corría decir cosas sobre "los recreativos encantados".
Jin se temió lo peor, así que enseguida, agarró las manos de Namjoon para llevarle a un lugar más apartado y poder hablar con él.

-Nam... Necesito que me creas... Sé que no crees en estas cosas... Pero... Tenemos que ir a los recreativos... Jimin y Yugyeom están allí... Y... Bueno... Eso de que el lugar está encantado no es precisamente mentira...

-¿Qué? -Preguntó sin poder evitar reír. -Jin, ¿Estás bien?

-Te estoy diciendo la verdad... Por favor... Namjoon...

Antes de que pudiese seguir hablando, un trozo del techo del centro comercial cayó muy cerca de ellos, pero por suerte, Namjoon pudo apartarse a tiempo también agarrando la mano de Jin para atraerle a su cuerpo y así abrazarle.

-¿Crees que eso es una simple coincidencia? Namjoon... Esto se está cayendo a pedazos... Y no es precisamente obra de un fallo estructural...

Namjoon miró a Jin a los ojos sin dejar de abrazarle, no podía negar que estaba algo alterado por lo ocurrido, y quizás fuese por la tensión del momento, pero decidió asentir, solo que antes de que Jin se fuese corriendo, volvió agarrar una de sus manos.

-Jin... Antes de nada... Quiero decirte algo... No quiero arriesgarme a que otro trozo de techo se caiga y nos aplaste sin que yo haya hablado contigo...

-Pues... Espero que sea rápido... Porque seguro que Jimin y Yugyeom están peor que nosotros... Y también tenemos que encontrar a Taehyung, Hoseok y Jungkook...

-Será muy rápido...

Sin más, el de piel morena cogió la cara de Jin entre sus manos y comenzó a besarle de forma lenta y suave, pero a la vez apasionada.
Había deseado durante tanto tiempo hacer aquello que no podía separarse de esos carnosos y rosados labios que tanto amaba.
Jin estaba sin dar crédito, quedó estático, ¿Pero para qué engañarse? Él también había esperado por eso desde hacía mucho tiempo, y a pesar de que quizás no fuese el mejor momento, no dudó en abrazar a Namjoon y corresponder de la misma forma.
Ambos estaban saciando esa sed de amor que tenían el uno por el otro desde hacía tanto, si iban a morir aplastados por un trozo de techo, al menos lo harían felices y sin remordimiento alguno.

Beyond Two Souls • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora