• Epílogo •

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Sus ojos se abrieron lentamente debido a la molesta luz que se filtraba a través de las cortinas.
Tuvo que parpadear un par de veces para que su vista no fuese borrosa y lo primero que pudo ver fueron aquellas paredes azul celeste...
Poco a poco se reincorporó quedando sentado...
Echó un vistazo a la habitación mientras frotaba uno de sus ojos todavía somnoliento.
Cuando fue más consciente de todo, se dio cuenta de que estaba en la habitación del apartamento donde vivía con Yoongi antes del accidente...
Cuando aquel nombre llegó a su mente, abrió los ojos como platos y temeroso, sintiendo su corazón latiendo a toda velocidad, giró lentamente su cabeza hacia el lado izquierdo de la cama.
Ahí estaba recostado un pelinegro de piel pálida... Abrazado por los brazos de Morfeo... Su pecho subía y bajaba a un ritmo lento debido a su tranquila respiración.
El joven Jimin no daba crédito, de nuevo frotó sus ojos, miró a su alrededor y nuevamente a Yoongi...
Sus manos temblaban, sus ojos se estaban humedeciendo.
Era imposible, recordaba a la perfección cada mínimo suceso de los últimos meses.
Lentamente, acercó una de sus manos al cuerpo del contrario, la posó sobre uno de sus hombros sintiendo el tacto de aquella camiseta negra de manga corta.
Poco a poco, deslizó sus dedos hasta su brazo, acarició su piel suavemente notando la calidez y suavidad de esta... Podía tocarle sin ningún problema, le veía tan claro como al agua.

Para cuando quiso darse cuenta, el de ojos felinos empezaba a despertar.
Él frunció el ceño y poco a poco abrió los ojos encontrándose con Jimin, y no pudo evitar reír todavía somnoliento al mismo tiempo que le acariciaba una de las mejillas con sus dedos.

-Buenos días, cariño... ¿Y esa cara? Parece que has visto un fantasma...

Jimin estaba aún más sorprendido, no daba crédito, pero no esperó ni un segundo más para lanzarse a los brazos de su pareja y abrazarle con todas fuerzas.

-Yoongi... Mi amor... ¿E-Estás bien?

El pelinegro correspondió el abrazo extrañado y besó uno de los hombros mientras asentía.

-Sí, claro que sí... Pero... ¿Ocurre algo?

-¿Qué pasó anoche? -Preguntó el menor sin responder a la pregunta del contrario mirándole al instante a los ojos sin dejar de aferrarse a él.

-¿No lo recuerdas...? Vaya... Entonces... Fue más intenso de lo que creía... -Respondió el mayor con una sonrisa pícara, luego, dejó una de sus manos en la nuca de Jimin para acercarle un poco más. -Lo hicimos unas... Tres veces como celebración por mi nuevo trabajo en la discográfica... Podemos repetirlo para refrescar la memoria...

Ese susurro provocó que la piel de Jimin se erizase, y que su corazón latiese desbocado. ¿No hubo peleas? ¿Ni celos? ¿Ni accidentes?
Jimin no pudo contener más las lágrimas, y empezó a recordar todo lo que Yoongi le dijo.
Al instante rió todavía rojo como un tomate y miró a su pareja limpiándose las lágrimas para después besar sus labios varias veces sin dejar de abrazarle.

-Vamos a repetirlo ahora mismo, gatito... Te amo... Te amo con locura...

-Yo te amo más, Mochi... Y si insistes, pues... Habrá que repetirlo...

Ambos rieron y entre besos y abrazos ya estaban tumbados en la cama, deshaciéndose de todas y cada una de sus prendas.

Todo había sido un sueño; o más bien una pesadilla, pero había cesado, Jimin había vuelto al mundo real y nunca había agradecido tanto el despertar junto al amor de su vida; junto a Yoongi, el cual seguía sin entender nada de ese emotivo despertar, pero ver a su pareja sonriendo y siendo tan feliz, era lo único que le importaba.
El menor había aprendido a valorar aún más a Yoongi, a nunca dejar que los celos se interpusiesen, pues podrían arrebatarle a su gatito, y era algo por lo que no quería pasar, pues esa pesadilla, le pareció de lo más real, y descubrir aquella mañana que no lo fue, resultó ser un regalo increíble.
Tenía muy claro que no se permitiría por nada del mundo perder a Yoongi y él, seguiría sin comprender aquella eufórica mañana, pero ambos estaban felices y disfrutando de cada mínimo segundo, al fin y al cabo, era lo importante; que estaban en el mismo mundo y podían abrazarse y besarse sin nada que se interpusiese entre ellos.

Beyond Two Souls • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora