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Con una sonrisa Magnus se dio vuelta entre sus sabanas para poder dormir, iba a esperar con muchas ansias que llegara mañana para poder volver a ver al oji-azul. Como nunca se durmió rápido entre sus sabanas amarillas. 

[...]

-¡Magnus despierta! - La voz de Alec resonó por toda la habitación despertando rápidamente al brujo. 

-¿Que sucede Alec? - Magnus se levanto lentamente y mientras se tallaba los ojos vio como su marido corría por toda la habitación. El miro por la ventana de Alacante, pero por la obscuridad no se podía ver nada con claridad. 

-Es el instituto de Nueva York - Decía mientras se intentaba colocar sus calcetines - Esta bajo ataque, necesito un portal para que me lleve ahí inmediatamente. 

-Esta bien  - Se levanto rápidamente y con solo movimiento ya se encontraba vestido y maquillado - Vamos. 

-No iré solamente yo - Tomo su arco entre sus manos listo para la pelea - Es muy peligroso y puede que te necesiten en Idris. 

-¡Olvídalo! - Creo que el portal rápidamente - ¡Vamos a ir los dos!. 

Se acerco a su esposo, tomo su cara entre sus manos mirándolo a los ojos directamente y lo beso, como si nunca lo hubiera hecho en toda su vida. 

-No me separare de ti en ningún momento, he estado sin ti la mayor parte de mi vida y ahora que estoy contigo no me voy a separar. 

-Magnus... 

-¡No!, Alec - Se separo lentamente de el  - Te amo  y ahora nos vamos a ir, vamos a luchar contra los demonios y mañana en la mañana nos iremos a París para celebrar. 

-¿Celebrar? - El azabache alzo su ceja en duda. 

-Si Alexander - Arreglo el cuello de su chaqueta - Mañana es nuestro aniversario... nuestro décimo aniversario. 

 -¡Oh dios mio Magnus lo he olvidado completamente!. 

-No te preocupes - Se acercaron al portal - Mañana hablaremos de eso.

Alec le sonrió a su marido y delicadamente tomo su mano y atravesaron el portal. Magnus antes de cruzar miro su habitación por ultima vez, tenia un mal presentimiento y como brujo el nunca fallaba. 

Cuando llegaron al Instituto de Nueva York no se podía ver claramente, la cantidad de niebla que había opacaba casi todo el lugar, pero se escuchaban los sonidos de las espadas.

Empezaron a avanzar con cuidado, Alec ya tenia su arco preparado y protegía a Magnus que también estaba listo para la batalla, no pasaron ni cinco minutos cuando ya estaba rodeado de una cantidad inedita de demonios. Lucharon codo a codo demostrando perfecta sincronía mas que cuando Alec luchaba con su parabatai. Cuando ya estaban acabando con todos los demonios que se veía en su campo visual la niebla empezó a desvanecerse viendo el campo completo, el Instituto de Nueva York estaba completamente destruido. 

Se podían ver una cantidad de cuerpos que eran destrozados por los demonios, Alec con la mirada buscaba rápidamente a su familia al igual que Magnus tenia un sentimiento horrible que iba creciendo cada vez mas, cada paso que daba sentía como su runa de parabatai se estaba calentando. Su pecho se apretaba y la respiración se le estaba entrecortando...hasta que lo vio. 

Vio a Jace tirado en el suelo, sin pensarlo y decirle algo a Magnus corrió hacía el cuando un demonio mayor se acerco con sus garras a terminar con la vida del rubio.

 Pero no llego a tiempo, lo ultimo que alcanzo fue a empujar a su parabatai lejos de donde estaba, aunque lamentablemente las garras lo atravesaron sin piedad. 

Magnus solo pudo ver la escena lentamente, aunque se quiso mover en ese momento nada en su cuerpo le estaba respondiendo como es debido, solo vio como el amor de su vida era atravesado por las garras de la bestia. Como la sangre brotaba de sus perfectos labios. Alcanzo a correr y poder tomar el cuerpo inerte. 

-¡Alec! - Tomo a su marido fuertemente, su piel se estaba volviendo mas pálida - Amor, vas a estar bien no te preocupes, te voy a curar y después nos iremos a casa podremos dormir y mañana ya sera otro día. Podremos dejar el viaje a Paris para otro día o podemos ir a ese lugar que no quería ir pero tenias tantas ganas. 

-Magnus... - La sangre brotaba de sus labios, aunque intentaba articular algunas palabras no lo lograba, sentía frió como si estuviera en la Antártida sin ropa, pero el dolor ya no estaba - Te amo. 

El mago con lagrimas en sus ojos intentaba con  todo lo que le quedaba de magia curar la herida del oji-azul, aunque ponía todo su esfuerzo la sangre seguía brotando cada vez mas lento, pero no era porque se estaba cerrando la herida...era porque ya no le quedaba mas sangre. 

-¡Magnus! - Grito con dolor Jace, el aludido lo miro y vio como la runa de parabatai desaparecía lentamente. 

 -¡No! - De un momento a otro su magia se acabo, el cuerpo de su marido estaba helado, la sangre había dejado de brotar y sus ojos se encontraban cerrados. El lo tomo entre sus brazos y comenzó a llorar, no lo podía creer que el amor de su vida yacía en sus brazos - Alec ¡Responde!, por favor responde, no me dejes solo por favor mi vida. Ya estuve el tiempo alejado de ti, ahora que estamos juntos no te puedo dejar ir. 

Aunque para Magnus pasaron segundos habían pasado horas sujetando el frió cadáver, el tenia la esperanza de que abriría los ojos y le daría un beso como lo hacía en las mañanas. La batalla había acabado ganando el Instituto de Nueva York. 

-Magnus... - Se acerco la hermana Lightwood. 

-Isabelle... 

-Tenemos que llevarnos a Alec - Decía con lagrimas en sus ojos - Tenemos que prepararlo. 

-¡No! - Lloro aferrándose mas al cuerpo de su marido - ¡No te lo vas a llevar!. 

-Perdón Magnus - Las lagrimas brotaban de sus ojos - Los hermanos silenciosos lo van a preparar para la ceremonia. 

-¡Que no! - Hablo con furia - Es mi marido no dejare que desaparezca, no ahora. 

-Magnus... esto nos duele a todo pero el es un Shadowhunter. 

-Pero antes de ser un Shadowhunter es mi marido, prometí que nunca lo dejaría solo y no lo haré. Intenta alejarme de el Isabelle y te juro que te matare. 

-Losiento Magnus... - Fue lo ultimo que escucho antes de que su mundo se desvaneciera por completo. 

[...]

Despertó con su pecho agitado, se levanto y vio que se encontraba empapado en sudor, su corazón le dolía ademas que la respiración se le estaba dificultando. 

El recuerdo de la muerte de Alec lo aterrorizo, nunca había soñado con el. Solamente tenia recuerdos fragmentados de ese día y nunca quiso recordarlo, pero ahí estaba la muerte de la única persona que había amado con todo su corazón. 

Las lagrimas salían, tenia miedo de lo que sucedería el día de mañana cuando viera a Alec nuevamente.  







Destino [Malec][Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora