Ya es el tercer día en que tomo el mismo metro solo para poder verla. Espero poder hablar con ella hoy...
Ésta vez iba algo lleno, pero nada fuera de lo normal. Hoy traje mi libro que no he publicado, y lo firmé donde pudiera ser visible. Sé que puedo ser un poco impulsiva a veces, pero esta vez valdrá la pena.
Fingí leerlo, mientras la miraba de reojo. No pasó nada por al menos cinco minutos, pero de pronto me miró.
- ¿Te gusta Lili Manobal?.– Me preguntó emocionada. ¡Oh Dios!, ¡Me ha hablado!
- Sí, es mi escritora favorita.– Sonreí. Soy una imbécil por mentirle de esta manera, pero no quisiera que mi identidad fuera revelada...
- No puede ser...– Miró mi libro.– ¡¿Te lo ha firmado?!. ¡¿Cómo es eso posible?!. ¡Ni siquiera sabía que existía ese libro!.– Sonreí al verla tan emocionada.
- No lo ha sacado aún. Ella es...es una buena amiga mía.– Mentí. Si supiera quién soy, pensaría que soy una completa idiota.
- ¡Oh, demonios, es mi parada!.– Y se bajó sin más. La sonrisa que traía en mi rostro no salió de él en todo el maldito día.
