- No, no tengo. Es una técnica que uso para ahuyentar hombres.– Rió. Creo que el alma me volvió al cuerpo.
- Vaya...
- ¿Y tú estás en algo?.– Preguntó. Podía ver el brillo de curiosidad en sus ojos.
- No...Osea, hay alguien que me interesa, pero es un poco loco.– Reí por lo irónico.
- Oh, ya veo.– Me sonrió.– ¿Por qué es loco?.
- Porque hasta hace poco, ni siquiera sabía su nombre. La ví por primera vez hace unas semanas. Fue amor a primera vista...– Sonreí, esperando a que se diera cuenta de que se trataba de ella.
- Oh, bien. ¿Entonces éste libro va dedicado a ella?.– Asentí.– ¿Y quieres que opine sobre él para que sepas si puede gustarle o no?.– No lo ha comprendido, pero asentí de todas formas. Cuando lo lea, se dará cuenta.– Me encanta la idea.